Resumen: Todos tenemos curiosidades sobre nuestro cuerpo por primera vez ¿o no Eddie?
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Eddie sabia que cuando cumpliera quince años, su cuerpo comenzaría a cambiar al igual que su voz y crecería vello en donde menos quiere saber. Y lo que también sabe es que a esa edad, sus hormonas estarían vueltas locas, miraba a cada uno de sus amigos quienes habían cambiado un poco. Beverly era muy bonita y era muy envidiada por muchas y mucho más por Gretta, quien no tuvo mucha suerte que Beverly, Ben era todavía aquel niño gordito que habían conocido pero era muy guapo, a Stanley al igual que Bill, les cambio la voz pero a Stanley se le formo cuerpo mientras que a Bill, él era ese muchacho delgado, Mike, dios, Mike era el más guapo del grupo de Perdedores. A pesar de tener fuerza y ser el mayor de todos ellos, Mike es al que más se le nota su edad de diecisiete años, después piensa en Richie, él se había crecido demasiado dejando a Eddie abajo, su cabello lo había dejado largo y podía notar sus rizos caer por su rostro, su voz igual cambio (aun sigue usando esos lentes gigantes) pero para el punto de vista de Eddie, era demasiado atractivo.
¿Y él? En realidad no había cambiado mucho, sigue siendo igual de chaparro, su rostro sigue siendo igual a la de un niño y su voz...su voz sigue siendo igual de dulce. Beverly en algunas ocasiones le ha dicho que envidia sus curvas porque siendo honestos, Eddie es muy lindo a los ojos de todos y a pesar de tener un poquito de grasa acumulada en su torso, se podía notar aquella cintura curvilínea.
Pero mejor dejémoslo hasta aquí. Que no quería pensar que tendría cuerpo de chica.
-¡Eddie, te busca Richard!-sonrió pero rodó los ojos, no quería bajar.
-¡Dile que suba!-no escucho respuesta y cerró sus ojos esperando la llegada de Richie, ¿ya les comente que son novios? Pues si, hace mucho que no salían, tenían apenas cinco meses y para ellos era mucho y eran muy felices. Sonia no le agrado la idea de que su pequeño hijo saliera con aquel muchacho adicto al cigarrillo y que de plano usaba aretes pero lo acepto poco a poco cuando veía esa reluciente sonrisa que su hijo pintaba en su rostro y que de paso a ella le había feliz.
-¡Ya llego tu papi, baby!-Eddie sólo río por lo bajo y se sentó en la orilla de la cama en posición de indio para recibir a su novio quien venia masticando goma de mascar.
-Hola-dijo sonriente y levanto un poco su cabeza para que Richie besara sus labios con comodidad.
-¿Como esta el niño más lindo del mundo?-Eddie se sonrojo y sonrío.
-Excelente, ¿como esta mi hombre más sexy del mundo?-Richie sonrío orgulloso.
-Feliz de ver a tu mamá-el castaño rodó los ojos.
-Ya no es gracioso.
-Lo siento mi amor, sabes que siempre estoy feliz de verte y de tan solo pensarte-dijo frotando su nariz con la de Eddie. Richie se acostó boca abajo en la cama de su novio quitando sus lentes y cerrando sus ojos, Eddie se sentó encima de él y comenzó a masajear su espalda.
-Estas muy tenso Rich-hizo una mueca.
-Me hace falta un poco de sexo-murmuró para después reír. Eddie mordió su labio inferior quedando pensativo mientras sus manos se movían por la espalda y brazos de Richie. Desde que cumplió quince años y de saber que a esa edad sus hormonas andarían como locas, tiene una duda que lo vuelve loco de solo pensarlo, su cerebro comienza a pensar y a pensar pero no obtiene respuesta alguna y que no la quería obtener porque tiene miedo de la respuesta.
-¿Richie?-dijo casi en un susurro.
-¿Si amor?
-¿Tu, tu te has masturbado alguna vez?-y aunque la respuesta es muy obvia, tenía la curiosidad de preguntar. El silencio reino la habitación y las manos de Eddie se detuvieron.