Cap. 6. En duelo.

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Parte 6

En duelo.

Semana uno:

Es irreal, es irreal, es irreal, esto es mentira. Tarareo para mí misma en mi cabeza. Es irreal, es irreal, es irreal, esto no puede ser verdad.

Tanto Dean como yo miramos al suelo, sentados desde el mismo grande sillón cada uno en un costado. Sam nos mira a nosotros desde un sillón más chico, con cara triste y preocupada, está preocupado por nosotros, se le nota, lo ha estado desde que limpiamos todo rastro del "Diablo de Jersey" mutante de Dick. Aunque ahora mismo estemos todos en silencio y calmados, los ojos rojos de tanto lloriqueo persisten en los rostros vencidos de los tres, y las ganas de hablar jamás estuvieron más ausentes, provocando un silencio sepulcral en el habiente de la sucia cabaña, por surte, casi ni nos damos cuenta del incomodo silencio al estar metidos en nuestros propios pensamientos sobre Bobby. Hay que admitirlo, no es fácil perder lo que por un largo tiempo se consideró un padre.

Semana dos:

Esto no puede ser real, ¿O sí? Pienso y repito. Es imposible que sea real, ¿O es posible?

Agarro mi quinta cerveza y me tiro al sillón pequeño a beber mientras transmiten las noticias. Sam hace cualquier cosa en la cocina, en la cual pasa la mayor parte del tiempo metido sin decir nada, y Dean por su lado, revisa un papel donde está la cifra que nos dio Bobby, su cerveza tampoco falta, al igual que tampoco falta esa cara de indiferencia que hemos mantenido el trío todos estos días. Dean a persistido varios días seguidos en ver y volver a ver el papel, sin alguna respuesta a los números.

Ni siquiera sé cuantos días han pasado, pero lo que sé es que a pesar de no decir ni expresar nada que no sea indiferencia, tanto los hermanos como yo seguimos dolidos por la pérdida, pero no importa qué, ninguno se atreve a mostrar sus emociones abiertamente, en especial yo y Dean, llevamos demasiado orgullo dentro y demasiadas caras rudas como para llorar ahora. Supongo que es cuestión de no deshonrar al viejo.

Semana tres:

Esto es jodidamente real, lo es. Repito. Es real, es real, no es una pesadilla.

Paro en seco mi tarea de acomodar los papeles de la estantería al toparme de nuevo con ese sobre, el mismo que Bobby me prohibió ver meses atrás, al igual que la última vez, solo puedo ver las primeras palabras ya que otro sobre me tapa la vista. Me tento a abrirlo, de verdad quiero ver de que se trataba...pero luego recuerdo su descontento al tratar de leerlo y guardo los sobres en la caja donde los estoy acomodando. Detrás de mí, en la sala, escucho a Sam y Dean hablando, debe ser la primera conversación de más de dos frases que se han dicho en todo este tiempo, pero no les presto atención a su conversación al estar en lo mío. Dean, antes de que su hermano le hablara, se dedicaba solamente a acomodar papeles en su pizarra del crimen, donde ha pasado obsesionado la última semana con seguirle la pista a Dick Roman. Sam todo este tiempo se a obligado a mantenerse calmado, centrado y tratando de no alterar al mayor de los hermanos, supongo que también lo hace por mí pero soy lo de menos. Sigo en lo mío hasta que escucho lo último de la conversación, con lo que decido meterme.

−Vale, pero ten cuidado con Frank, está loco, yo iré a investigar esto −dice el menor agitando el celular de Bobby.

Dejo los últimos sobres de la sección que acomodaba apoyados en una pequeña mesa y antes de que Sam salga lo llamo.

−¡Ey Sam! Quiero ir −él retrocede hasta quedar al frente mío, Dean mira asombrado, lo entiendo, no he hablado prácticamente nada desde lo de Bobby e incluso me duele la garganta por el grito.

"The Mistake Winchester" | Supernatural Fanfiction.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora