Parte 18
Ojo por ojo, diente por diente, dolor por dolor.
Las miles de preguntas pendientes me comieron el cerebro en la hora que tardamos en llegar a la cabaña, hasta que supe cual sería mi siguiente pregunta, esa que no tuve tiempo de preguntar y que se notaba era tema serio.
−Segunda pregunta −digo mientras bajamos del Impala−. ¿Quién es Cass?
De inmediato se le tensa la mandíbula, igual los hombros y se dispone a dirigirse a la casa evitando la mirada, yo lo sigo de cerca tal cual acosadora.
−Un viejo amigo que me salvó la vida más de una vez −relata al entrar y yo cerrar la puerta tras de mí−, cometió errores como todos, pero fueron muy grandes y le costaron la vida.
−Hay más ¿Cierto?
−Ya te lo dije.
−Es respuesta completa.
−Era un ángel ¿Feliz? Un ángel de Dios salvó al santo Dean.
Bajo la cabeza con un tanto de lastima, lo dice como si no mereciera ser salvado, y eso sería una total mentira. Bastantes charlas como estás son las que me demuestran una y otra vez que nuestra familia está rota, pero no rota de falta de comunicación, sino de que tras tanta batalla en sus vidas ya no se creen soldados, se creen armas desgastadas usadas en combate, cada día sirviendo menos que ayer. Aunque yo sé que algún día la guerra se acabará y podremos estar en paz, lo sé.
Mi cabeza nadaba en otro mundo cuando Dean me hizo su pregunta. Al oír de nuevo la pregunta me enteré de que preguntó sobre desde hace cuánto tengo mi "cosa aplasta demonios" como le dice él, a lo que simplemente contesté que siempre lo sentí, pero el día que lo rescatamos de la antigüedad esto se intensificó más que nunca, le expliqué lo que hice con los vagos, lo que sentí aquél día en el granero.
Sam tiene razón, es bastante común que en estas cosas Dean ponga ojos de lástima, cosa que odio, pero al fin de al cabo es lo único que se puede hacer ¿No? Sentir pena, porque no hay mucho que hacer frente a algo así. La verdad es que ahora mismo mis prioridades son: Rescatar a Sam de lo que sea que tenga y no enojarme, en ese orden. No enojarme es crucial para la primera parte.
(...)
Dicen que el amor ciega a las personas, debe funcionar no solo en parejas, sino también en la familia, puesto que tras veinte horas sin encontrar nada para ayudar a nuestro hermano, y veinte y un preguntas, no hubo forma de doblegar mi idea sobre los chicos. Tal vez estuvieron a punto de iniciar el Apocalipsis más de una vez, pero lo detuvieron, e historia tras historia solo los veía más como mis idiotas hermanos en lugar de descerebrados que iniciaron el Apocalipsis.
Ahora sé sobre todo, o por lo menos desde donde Dean vendió su alma por la de Sam, no me dio explicaciones sobre que fue lo que le ocurrió a Sam, pero algo es algo, a partir de ahí sé sobre Dean yendo al infierno y siendo torturado, sobre la llegada de Castiel, sobre ellos dos como recipientes de Miguel y Lucifer, sobre su error al asesinar a Lilith como último sello y liberar a Lucifer, sobre Sam yendo a la celda en el infierno para encerrar a Lucifer, sobre su resurrección sin alma, cosa que me resulta difícil de creer sabiendo que Sam es alguien muy humano, y por último, la razón de porqué Sam está así de mal: Dean le puso, con ayuda sobrenatural, una barrera psicológica haciendo que olvidara el infierno y que mantuviera ese recuerdo horrible de Lucifer lejos de su mente, lo malo es que Castiel derribó ese muro y le está jugando malas pasadas al chico.
Diablos, son tantas cosas que conducen a este problema, quitando que el grandioso ángel Castiel quiso hacerse el nuevo Dios con dosis de Leviatán, cosa que no le fue bien ya que terminó muriendo, ese es el grandioso ángel del señor supremo que casi devastó la tierra, vaya ángel le mandaron a Dean.
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"The Mistake Winchester" | Supernatural Fanfiction.
Fanfiction"Es una Winchester, ya está maldita" soltó el hermano mayor con enojo. Savannah Winchester, atrapada en el mundo de lo sobrenatural y sin más de la mitad de su memoria, se encuentra en un dilema que definirá todo su futuro: encontrar a su verdadera...