Cap. 16. Cazador Cazado.

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Parte 16.

Cazador Cazado.

He pensado tanto en Bobby, ese viejo gordo infeliz y gruñón hasta para sonreír. Se me vienen los recuerdos de cuando estuve sola con él, como me cuidaba fingiendo solo hacer lo necesario para que yo no muriera, hablándome y dándome consejos como si de su hija se tratase, o incluso esas tardes de solo tomar café en la cabaña donde ninguno hablaba, pero que aun así se pasaba bien. Solo extraño esa simpleza imposible de recuperar.

De tanto pensar, no me di cuenta cuando volvimos al hotel, yo con Dakota en los asientos de atrás y los muchachos adelante, en un viaje silencioso por la tensión, la cual desapareció en cuanto logramos llegar.

En el hotel la pelinegra no pudo evitar hacer un comentario despreciativo al mal estado del lugar, los tres restantes en la habitación pasamos de largo completamente su comentario, no hay porqué desgastarnos en esas porquerías. La chica es bastante rara, diferente por decir así, y su técnica de cazadora por el momento no se parece a la nuestra, además que pensar sobre mi yo pasada siendo cercana a ella me resulta incómodo.

Nos quedamos un rato esperando a que con la información de ella, Sam encontrara algo en su laptop, talvez zonas con actividad demoniaca cerca. En el proceso de espera descubrí algo de mí, algo sumamente importante. Ella empezó la conversación preguntando algo como:

‒¿Entonces no sabes nada de nada? ¿No recuerdas nada antes de esos años?

‒Desperté con una nota de mis padres adoptivos en mis manos, decía que soy una Winchester, es lo único.

‒Bien, si sirve de algo, Savannah Bellatorum era tu nombre, supongo que por lo menos aún recordabas tu nombre inconscientemente. Vivías con Dakota Bellatorum ‒se señala a ella triunfante‒, Ismael Bellatorum como padre y Clarissa Rafter como madre, ¿Ahora eres...? ‒algo raro de ella es que habla como si fuera una niña, pero hace las cosas más fáciles.

‒Savannah Winchester, mis hermanos son Sam y Dean Winchester, mi padre era John y mi madre Mary Campbell ‒contesto recordando un día en mi recuperación que Sam me lo mencionó todo esto‒, sin idea de mi edad y...‒pero no me dejó terminar.

‒Diecisiete, tienes diecisiete al igual que yo.

Y eso fue, mi edad y un poco de mi pasado, me bastó para agradecerle y seguir el rato en silencio. Mi edad era algo que odiaba no saber, es súper importante y no saberlo me estresaba, ya que aunque a veces mi carácter me hiciera parecer de doce años, mi mentalidad y actos me hacía creer que tenía veinte y resto o talvez hasta treinta, y no saber exactamente qué edad tenía, era algo que me picaba en la nuca día y noche. Y joder, ¿diecisiete? Soy una chiquilla.

Luego de un rato Sam encontró algo; desapariciones de personas mayores de los veinte años en un radio de diez kilómetros a la redonda, la casa donde murieron los dueños y donde estaban Dakota y su madre hace dos días está dentro de ese radio. Tras todo esto, encontramos dos granjas muy cerca entre sí en el centro del radio, así que ahora mismo vamos en el Impala de ida a la primer granja, a investigar.

‒Dakota ‒le digo, ella voltea a ver‒. ¿Por qué estaban tú y tú madre en esa casa hace dos días?

‒Mamá dijo que habían personas en peligro de demonios cerca de nuestra casa, nunca dijo por qué ni quienes, pero como buena cazadora no podía dejar pasar la oportunidad de deshacerme de los malditos, así que me llevó con ella a la casa todavía habitada, nos quedamos vigilando desde afuera y vimos a unos hombres entrar rompiendo la puerta, un segundo después entramos y tratamos de detener a los demonios, pero no pudimos hacer mucho sin tiempo para los exorcismos. Asesinaron a la dueña de la casa, se llevaron a su esposo y a mi madre, a mí me dijeron que no servía y me dejaron atrás, luego de que no obtuve ninguna pista de ellos decidí contactarte.

"The Mistake Winchester" | Supernatural Fanfiction.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora