Parte 17.
Día de locos.
Dean está preocupado por Sam, por mí, por Dick Roman, por todo lo que implica ser cazador, porque al final del día todos los problemas, preguntas, errores y demás, se reducen a eso: que somos cazadores, y es una desgracia en muchos aspectos. Vale, siempre me oigo a mi misma hablar de lo malo que es ser cazador, pero admito que tiene sus cosas buenas, salvar vidas, acabar con cosas que harán daño en el futuro, no tener que pagar por nada porque tenemos nuestras tarjetas falsas, cosas así, aún así, creo que estamos en el punto culminante donde lo que puede salir mal, saldrá mal, por lo que lo bueno pasa de largo.
Volviendo a Dean, no se le puede ver más estresado, Sam actúa raro, yo también lo he notado, está muy inquieto, casi no come y se pasa frotando la cara con las manos como si algo le incomodará.
Yo, he estado muy callada, casi siempre pensando en mi ira descomunal fuera de control y lo que hice aquel día en el granero, cosa de lo que no nos apetece hablar, pero digamos que es un silencio como cuando murió Bobby, de ese de caras tristes, pensamientos alejados, acciones monótonas y no querer hablar ni con uno mismo. Resumiendo, los dos hermanos pequeños de Dean se están comportando como raritos y él no puede hacer nada.
¡Track!
Una madera se rompió en la habitación del mayor. Me levanto de mi cama donde revisaba el periódico, salgo y sin permiso entro al cuarto del rubio. Él me da la espalda viendo hacia su cama y una pequeña mesita a su lado está rota, sostiene su celular en la mano derecha con fuerza y veo que con la otra se restriega la cara. Luego da la vuelta y se encuentra conmigo.
−Toca antes de entrar.
−¿Noticias de Dick? −pregunto, ignorándolo.
−Ojalá.
−¿Sam?
Sabe a qué me refiero, hace dos días que el chico no vuelve a la cabaña y no lo hemos podido localizar. Dean se limita a asentir y suspirar.
−¿Y bien? −Lo presiono.
−El hospital en las afueras de Kansas me acaba de llamar como número de emergencia por atropello de auto, Sam se encuentra herido.
−¿Cómo llegó tan lejos sin auto? ¿Y cómo que lo atropellaron?
−No lo sé, pero tenemos que ir por él, alístate que nos vamos.
Le hago caso y voy a mi habitación, guardo la escopeta, las municiones, mi celular, cierro el bolso, agarro mi chaqueta de cuero y salgo, Dean ya está en la puerta con su chaqueta de jeans en la mano esperando a que yo llegue. Salgo y sin preguntar me monto del lado del copiloto y espero a que el hermano entre. Dean arranca el auto y nos vamos.
−¿Tienes idea de lo que le pasa a Sam?
−¿Por qué crees que yo sabría?
−No evites mi pregunta, Dean.
Solo frunce los labios y hace su típico suspiro.
−No me puedes ocultar todo para siempre, un día lo sabré.
−¿Para que diablos quieres saber, Savannah? ¿Ah? Ya bastante tienes con Dick, con que Sam desapareciera, con lidiar con lo sobrenatural, con Bobby y con...tu poder psíquico aplasta demonios ¡¿Para qué quieres saber más?! ¡No le veo el sentido!
−No hables así de esta cosa en mí, Dean. He visto como me miras, como si fuera otro monstruo que cazar y no voy a mentir, me creo eso, pero no trates de que sus secretos tengan que ver con mi condición.
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"The Mistake Winchester" | Supernatural Fanfiction.
Hayran Kurgu"Es una Winchester, ya está maldita" soltó el hermano mayor con enojo. Savannah Winchester, atrapada en el mundo de lo sobrenatural y sin más de la mitad de su memoria, se encuentra en un dilema que definirá todo su futuro: encontrar a su verdadera...