Cap. 23. ¿Qué es mentira y qué es verdad?

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Parte 23.

¿Qué es mentira y qué es verdad?

−En realidad es simple, si se revela una de las palabras de Dios, descubrirán un profeta, como este de aquí a mi lado −habla el demonio sacudiéndole el cabello al chico, casi tan largo como el de Sam...no, en realidad ninguno se acerca al de Sam.

Observo a todos los presentes en la camioneta. Quizás debería decirles a mis hermanos sobre lo que me reveló Crowley en la iglesia, con lo que dijo luego de que lo seguí al bosque incluso estoy pensando en encerrarme yo misma. ¿Soy peligrosa? No les quise decir aquel dia porque Dean me regañó por desaparecer, decidí callarme.

−Bien, y estas tabletas o palabras de Dios, tienen la escritura que dice como hacer algo, ésta dice cómo eliminar a los Leviatanes, así que solo necesitamos que Kevin lea toda la maldita tableta y nos diga como eliminarlos, fin de la historia −nunca es tan fácil, Dean.

Debo prestar atención, dejar de enfocarme en mi, hay cosas mas importantes ahora mismo.

Nadie más opina, haciendo el camino a la cabaña silencioso. Intento procesar tanta información, Castiel, el cual cayó en coma según la demonio Meg, despertó ayer loco de remate, pero despertó, al parecer a la misma hora que abrimos el paquete interceptado de Dick, mismo que resultó ser una "Palabra de Dios" o como yo lo llamo "Tabla con garabatos alienígenas". También tenemos a Kevin Tran, supuesto profeta que tiene que proteger la tabla y que a la vez sabe leerla, para mí que si puede leer una escritura extraterrestre entonces él también lo es, solo es cuestión de ver su cabello en forma de casco.

Como sea, concentración, Savannah, los "poderes de profeta" le llegaron ayer a la misma hora que Castiel despertó, justo a la misma hora que abrimos la tableta, casi como un botón. Y ahora está la cosa de tener que escapar no solo del gobierno por culpa de Tran, sino también escapar de los ángeles que quieren la maldita tableta y de paso a Castiel.

Cuando llegamos a la cabaña, todos bajamos del auto, yo, los hermanos, el ángel, el demonio y el profeta. Entramos a la cabaña y ponemos manos a la obra, colocando sellos y marcas para repeler ángeles y demonios alrededor de toda la casa. Sam se queda con Castiel y Meg en la sala, conversando y poniendo sellos en las ventanas. Dean lleva a Kevin al sótano para dejarle algo así como un espacio de lectura o investigación. Me voy a cada uno de los cuartos a hacer los símbolos y cuando acabo en mi cuarto decido sentarme en mi cama, solo a pensar en básicamente todo, en poco tiempo tendremos las piezas para acabar con las criaturas del infierno, esos tontos leviatanes, que ahora es lo único que importa. No Castiel loco, ni mí amnesia, ni mí ira, ni un demonio con nosotros, ni nada de eso, solo importa eliminar a los Leviatanes.

Sin aviso previo, Sam entra en mi habitación.

−Meg salió, hay que estar preparados.

Me levanto y sigo a mi hermano a la sala, Dean también está en la sala y niega en nuestra dirección en cuanto nos ve, Meg se fue, y no precisamente al baño.

−Haré una trampa de Diablo en la entrada, cuando vuelva caerá −explica el mayor.

−¿Qué te hace creer que volverá? −cuestiono dudosa.

−Volverá por mí, siempre lo hace −dice Castiel desde atrás nuestro, cuando lo vemos mantiene una sonrisa juguetona, parece un niño, está loco.

−Hagan eso, yo saldré y veré si está cerca por el camino −termino decidiendo, no me quedaré esperando.

¿Estoy saliendo para seguir a Meg o busco algo más?

"The Mistake Winchester" | Supernatural Fanfiction.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora