El año de desastre

3.3K 220 16
                                    

•Narra Leslie•

—Este no es un simulacro, necesito que me escuchen —Me acomode sobre el sillón de aquel bar nocturno al que acabábamos de ingresar como animales de estampida hacia tan solo minutos, cinco como máximo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Este no es un simulacro, necesito que me escuchen —Me acomode sobre el sillón de aquel bar nocturno al que acabábamos de ingresar como animales de estampida hacia tan solo minutos, cinco como máximo. —Ni tu —Señalé a Harrington —Ni tu —Pose mi dedo esta vez sobre Max —Pueden hablar de lo sucedido, por nada del mundo.

—Espera, espera, tu hermano es como Once... —Pronunció Steve con su rostro completamente arrugado, al unísono también hablaba la pelirroja.

—Este pueblo está embrujado, no puedo creerlo, mi hermano tenía razón —Max hablaba aún shockeada impidiéndome oír a Steve con claridad, aún así me esforcé al máximo por oírles a ambos a la vez.

— ¿Once? ¿Hay más como el? —Señale con un leve movimiento de la cabeza al pequeño a mi lado, Max había dejado de soltar palabras e intentaba aferrarse a su necesidad alimenticia que la mantenía medianamente entretenida.

—Once —Volvió a recalcar, arrugue mi frente sin hacer notar el alivio que llevaba dentro.

—Casi arrollas a mi hermana, imbecil —Aiden hablo por primera vez en la noche como si de pronto hubiese recobrado la conciencia, sus ojos desbordaban de ira mirando a Steve quien me observó un momento con sorpresa.

—Cuida esa boca.

—Lo siento, amigo... —Comentó el castaño sin saber que más decirle, temeroso a enfurecer más a Aiden y despertar su furia, pero el pequeño no era alguien vengativo, mucho menos hostil, pero solo nos teníamos el uno al otro haciendo que nuestra preocupación por el otro creciese enormemente.

— ¿Quien es Once? ¿Que es lo que quieres decir con que es como Aiden? —Desborde en preguntas con tono amenazante poniendo mi atención únicamente en un Steve Harrington bastante anonadado aún.

—Es amiga de Lucas, Dustin, Will y Mike... Me hablaron de ella —Hablo la pelirroja con la boca llena pareciendo comenzar a superar lo que había pasado hacia al menos una hora atrás.

—Exactamente, una niña con superpoderes...—Finalizó el castaño haciendo que mis pupilas se ensanchasen al menos dos o tres milímetros al escuchar aquellas palabras... era exactamente algo que jamás había esperado oír y que en cierto modo hacía que soltase un gran suspiro.

—Necesito hablar con ella.

—No puedes, no saben dónde está —Se apresuró a advertir el castaño mientras nuestros ojos se encontraban por sobre las demás miradas. Steve Harrington no era alguien que me agradase en absoluto, al menos no durante el pasado año y los anteriores a este, era un malcriado que siempre andaba de coqueto con las chicas, sin embargo, si observaba con atención podía notar que algo en él era diferente a ese viejo Steve. Además de considerar que él había sido destronado por Billy en la escuela pese a tener una semana aquí.

Suspire con desgano sin saber si realmente decía la verdad o estaba mintiéndome, no obstante no parecía tener motivos para inventar aquello.

—No podemos hablar de esto, no pueden comentarle a nadie lo que ha pasado esta noche. Temo por su seguridad —Advertí mirando re reojo al pequeño a mi lado para luego mirar a Max intensamente quien asintió con su cabeza sin decir palabra alguna antes de seguir devorando su tocino con huevo.

—Mira... el año pasado sucedieron... cosas—Comenzó a decir Steve acercándose a mi por encima de la mesa.

—La desaparición de Will Byers —Inquisite como una afirmación dudosa mientas enarcaba una de las cejas de mi rostro.

—Exactamente, pero no es lo que tú crees.

— ¿Ah no? —Bien al tanto estaba de la desaparición del hermano menor del Jonathan, Will, con quien había tenido una relación bastante estrecha hasta el día en el que ocurrió el accidente y las cosas no volvieron a ser las mismas con Jonathan. Era un buen niño, el saber que estaba perdido me puso los pelos de punta, conocía cuanto mal podría causarle a Johnnie que su hermano menor, su único amigo, estaba perdido y desprotegido. Quiero decir, Jonathan. Muchas veces me vi rodeada por el deseo de acompañarle y estar cerca, asegurarle que todo estaría bien y confiar en que él lo estaría también, pero no podía, el dolor era más fuerte, no estaba para nada orgullosa de lo que él había echo en un tiempo pasado, hacia exactamente siete años atrás.

—No realmente, detrás pasaron... cosas de las que nadie tiene consciencia y de lo que no nos permiten hablar —Arrugue mi frente ante su declaración, Will Byers había estado perdido, de lo dio por muerto cuando encontraron su supuesto cuerpo en el lago de la cantera local, y luego había aparecido nuevamente dando una explicación completamente extraña y difícil de creer para algunas personas: El cuerpo era de otro niño similar. Ahora comenzaba a atar cabos.

— ¿Quienes? —Pregunte en un susurro como si de un secreto se tratase. Steve se extendió por encima de la mesa antes de llegar a mi oído.

—El gobierno, nos vigilan, pero creo que deberías saberlo todo por qué es algo que afecta a tu hermano —Susurro antes de que ambos volviésemos a nuestras respectivas posiciones normales, mire pensativa a mi alrededor antes de percatarme de que Aiden me observaba con ojos bien abiertos. Apenas entendía lo que había querido decir pero tenía por la seguridad del joven. —Deberíamos hablar a solas y en un lugar más íntimo.
Rodé mis ojos.

—Por favor Steve Harrington. Será solo hablar —Farfulle ante su mueca de sorpresa.

— ¿Crees que estoy mintiéndote? Leslie, créeme que si ellos, los hombres del laboratorio, supiesen que tu hermano es como Once se lo llevarían y vaya a saber uno que harían con el. Solo quiero ayudar —Carraspeo con indignación mientras su frente se arrugaba de a momentos indicando que probablemente tuviese razón, un escalofrío recorrió mi cuerpo pensando en que podían llevarse a Aiden y torturarle, ya lo habían echo una vez antes de que mi madre le trajese a casa y no permitía que sucedieran dos.

Mi madre era una enfermera del laboratorio nacional de Hawkins, era una persona maravillosa pero con un secreto nunca revelado hasta el día de su muerte, ella contribuía en el peligroso proyecto MKUltra como mano derecha del científico Martin Brenner, ella muchas veces sufría el tener que ver como los pacientes eran torturados al punto de sufrir graves consecuencias y una vez, a mis nueve años, trajo un niño a casa, un recién nacido que intentaba salvar. Sin embargo, luego de ese hecho, esa misma noche, ella desapareció de la casa y no volví a saber de ella hasta meses después, la habían asesinado en un condado cercano a Indiana. Mi padre nunca encontró la carta que ella dejó escrita, develándolo todo, pidiendo que nos abstuviésemos de mencionar que le conocíamos ya que nos pondría en peligro tanto a nosotros como a Aiden, en ese escrito de nueve páginas especificó todo lo que yo debía saber como para no hacer preguntas, nunca dude de ello.

Uno de mis hermanos mayores, Caleb, se suicido luego de aquello, mi padre se volvió alcoholico y adicto a las mujeres. Elliot, dos años mayor que yo, sé fugo a Florida a con su padre.

El año del desastre.

Requiem for a Blue Jean [Billy Hargrove]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora