Inocencia Adulterada

53 7 0
                                    

El hecho cometido se repite en mi mente. Mi cabeza piensa, ahora con claridad, sobre cada decisión tomada y acción ejecutada. Las punzadas de culpa golpean mi honor y siento mi alma oscurecerse con cada instante que pasa. Intento decirme a mí misma que las intenciones eran buenas pero los medios no fueron los mejores. Rezo internamente por salvaguardar mi dignidad y al mismo tiempo me culpo de cada cosa, sintiendo la necesidad de ser castigada por el mismo. Mi conciencia no me deja en paz aun cuando lo intento, porque los pensamientos se deslizan a través de las banalidades diarias, opacando mi humor y llevándome hacia ese pozo de malestar perpetuo.

La necesidad de resarcimiento crece a medida el remordimiento parece tomar un poco más de mí. La confianza quebrada me carcome, y pienso todas las posibilidades que dejé pasar para no haber terminado en ese modo. Hay momentos, en los que pienso que hice algo bien, justificando hechos por el bien mayor, pero que bien es mayor cuando el mal se traslada a mí. Cuando me convierto en el vector maligno que hace y deshace a su antojo, sin pensar en las consecuencias, y no midiéndose en sus actos.

¿Cómo me transforme en eso? ¿Cómo llegue a ese punto? ¿Qué merezco?

Planeo escenarios en mi mente. Cada uno con consecuencias diferentes, pero ninguno me satisface. Quizás para el resto las cosas queden igual, o tal vez no, pero para mí jamás será así. La idealización de persona honorable y medida rompió, reemplazados por la imagen de alguien capaz de romper promesas y la confianza de personas que consideraba cercanas.

Imagino la decepción en los ojos del otro, y mi tormento crece. Los miedos, la decepción y la tristeza se acumulan como gotas de agua en un charco. Y me estoy ahogando en ese charco, sin poder saber qué hacer, deseando encontrar un poco de paz en algo o alguien pero sin encontrar lo necesario.

Solo Dios y yo misma sé cuánto dolor y frustración guardo. Nunca me había sentido de ese modo. Y al final, lo único que sé con seguridad, es que mi inocencia ha sido adulterada.

Antología de una neurótica © [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora