¿A Quién Quieres? ~CHANSOO ♡/Hunsoo/Hunhan~

Capítulo XV

Abrió los ojos con la luz de los pocos rayos que intentaban asomarse en la ventana del cuarto adicional de la casa de su amigo Bonsun. Se levantó y un dolor disparó su cabeza de manera automática causando que su humor ya no fuera bueno. Sostuvo su cabeza con una mano e intentó ponerse de pie.
No se había embriagado al extremo así que sabía que no le costaría despertar del todo. Su cuerpo le exigía agua, mucha agua.
Fue a la cocina y tomó de una botella sin servirse en un vaso a parte. Vio de casualidad el reloj de pared colgado en la cocina de Bonsun. 6:00 a.m marcaba con sus agujas moviéndose lentamente.  Buscó qué podía comer pero el tono de su celular lo desconcentró. Dos horas más tarde tenía la reunión con el Presidente Oh así que seguramente estaba llamándolo su asistente.

Lo llegaría a buscar en unos minutos así que desistió en la misión de prepararse el desayuno. En esas reuniones siempre le ofrecían comida, no se inclinaba a comer nada caro pero esa ocasión se lo permitiría, ya que su amigo a penas y tenía provisiones.

Fue a buscarlo, y lo encontró en su cama con la boca abierta, babeando y roncando.

- Bonsun-ah.

Lo llamó susurrando.

- Bonsun, ya me voy.

Su amigo se despertó mirándose desorientado.

- ¿Hum? ¿Qué?

- Que ya me voy.

- Ok. Te llamo luego.

Cerró sus ojos de nuevo y Chanyeol lo dejó descansar, aunque envidiaba que el podía quedarse en cama por más tiempo.

Fue al baño a lavar su rostro. En su casa podría bañarse con tranquilidad sin sentirse presionado por su asistente. Aún así, se sintió mejor, al menos más fresco. Su memoria le recordó repentinamente la noche que había tenido horas atrás. Puso en su mente la imagen de Kyungsoo conversando de lo más sincero con él. Recordó que estuvieron bebiendo mucho pero también conversaron más de lo que alguna vez creyó que pudiera pasar.

Es que él tenía ese algo, a lo mejor se debía a su tono de voz tranquilo. Quizás era por sus ojos que parecían decir mucho más  con cualquier expresión. Chanyeol era franco en un detalle: Kyungsoo no era alguien a quien podía dejar pasar porque poseía un destacado atractivo. Era confuso cómo de un momento a otro podía pasar de verse muy  seductor con su rostro serio a convertirse a alguien extremadamente adorable usando tan solo una sonrisa en los labios.

Sus labios... Había besado muchos labios, de todas las formas y aspectos. Unos habían sido besos robados, otros él mismo los había dado pero era consciente que nunca había sentido tanta curiosidad de saber cómo sería sentir los labios de Kyungsoo. Eran lo primero que observaba cuando lo tenía en frente. Gruesos, a veces muy rosados, otras muy rojos. Esa peculiar forma que tomaban cuando sonreía y como los mordía sin darse cuenta, toda esa combinación de hechos dejaban a Chanyeol más intrigado de querer probar si eran tan suaves como se veían. Se sentía atraído de una manera física, eso fue lo que concluyó después de negarse a pensar en él repetidas veces. Sucumbió al hecho de que era verdad que se acordaba más de una vez al día de esa persona. Le agradaba recordarlo incluso. Pero para Chanyeol no era más que una curiosidad pasajera, una vez supiera qué era lo que lo atraía, dejaría de darle importancia. O eso es lo que quería creer.

Regresó del viaje de sus recuerdos cuando de nuevo su celular vibró siendo esa la señal que debía salir pronto. Más tarde se dejaría llevar por sus recuerdos, a los mismos que últimamente  frecuentaba, acomodándose en ellos. Lo que más esperaba era que su amigo volvería a salir con Baekhyun. Solo así tendría la excusa perfecta para volver a ver al enano intrigante.