- ¿Mami hoy puede venir Agar a casa?- preguntó el pequeño de siete años mirando con sus ojos azules suplicantes a su madre, secundado por su gemela
Lía detuvo la camioneta frente al colegio de sus hijos, todos sus hijos
- ¿Quién es Agar amor?- preguntó bajando para ayudar a bajar a sus cinco hijos
- Es la niña nueva, llegó hace unas semanas y es muy linda mami- respondió Rainee por su hermano, lo cierto era que ambos se habían hecho muy amigos de aquella niña morenita de grandes ojos celestes
- Pueden invitarla a casa hoy, yo hablaré con su madre a la hora de salida- respondió tierna a sus hijos más pequeños
Abrió la puerta para que los tres mayores salieran y se encontró con Gale leyendo un libro sobre matemáticas, nunca se separaba de sus libros. Jason y Andrew por contrario estaban copiando la tarea de su hermano menor, quien claramente les cobraba con favores, comida, tareas de casa o dinero. Era un buen negocio considerando que no le costaba absolutamente nada hacer la tarea y ni siquiera tenía que copiarla en los cuadernos de sus hermanos porque ellos mismos lo hacían, según Gale eran bastante idiotas y lentos, pero internamente sabía que no podría vivir sin sus hermanos, sin su familia
- ¿Otra vez estás vendiendo tu tarea?- preguntó Lía, no era la primera vez. Últimamente nunca veía a Gale hacer sus tareas de casa, Jason siempre hacia su cama y Andrew llevaba toda su ropa sucia a la lavadora. Además de lavar los platos cuando le tocaba, limpiar su habitación u otras cosas. Siempre lo hacían por él. Y los gemelos estaban cayendo lentamente en la misma trampa de Gale
- No arruines mis negocios mamá- le dijo con seriedad, esa seriedad tan característica de él
- Voy a empezar a cobrar comisión por ocultar éstos negocios ilegales de tus padres- le revolvió el cabello azabache
- Ellos ya lo saben- sonrió muy levemente, casi era imperceptible, pero ella sabía que estaba sonriendo, siempre sonreía con su madre, era su debilidad- no podrás chantajearme con eso mamá- besó la mejilla de su madre, revolvió el cabello de Radley con cariño y con tranquilidad y paso firme pero lento se encaminó al colegio
Dos agitados niños iguales al anterior salieron de la camioneta arreglando sus mochilas, dándole un beso rápido a su madre-porque sería pecado imperdonable no despedirse de ella- y corriendo dentro para alcanzar al más pequeño de los tres
- Bien- se agachó a la altura de los gemelos- beso- señaló sus mejillas y ambos las besaron riendo para luego correr dentro al igual que sus hermanos mayores
Lía sonrió mientras algunas madres la miraban con mala cara, la mayoría nunca la quiso mucho al saber que estaba casada con tres hombres y al vestir como "una loca" o "nada refinada" y la mejor de todas las que escuchó "debe ser una prostituta si tiene a tres hombres con ella". Lía solo reía al escuchar aquellas cosas sin importarle lo amargadas que eran aquellas mujeres, claro que sus esposos no pensaban lo mismo, con sólo escuchar las dos primeras ya querían poner en bancarrota los negocios de los esposos de todas aquellas mujeres envidiosas
***
En la hora de salida ella estacionó frente al colegio y bajó para recibir los besos de sus niños. Los trillizos salieron hablando entre ellos, Gale parecía divertido media sonrisa en sus labios, no era un niño triste era serio pero ella sabía que su hijo era feliz y amaba a sus hermanos. Los dos mayores reían a carcajadas
Llegaron junto a ella y besaron su mejilla con amor. Ellos sabían que tenían a la mejor mamá del mundo aunque algunos de sus compañeros la insultaran por vivir con sus padres, claramente esos niños solo repetían lo que decían en sus casas. Pero había algo que ni Lía ni los tres padres sabían y era que los trillizos no eran tres alumnos más, oh no, ellos eran "Los hermanos Brown" tan populares como se pudiera ser y nadie se atrevería a meterse con ellos. A pesar de tener diez años-once en dos semanas- siempre fueron más altos que el promedio. No se aprovechaban de ello, al contrario nunca les gustó despreciar a alguien por cómo se ve, por su inteligencia, por tener las mejores calificaciones u otras cosas. Claro que nadie pudo igualar siquiera a Gale como mejor estudiante y eso era un claro ejemplo de que no iban a discriminar a nadie ni siquiera por ser un nerd, como le decían Andrew y Jason a su hermano en forma de broma
Cuando vió salir a sus gemelos saltando y sonriendo con una niña que parecía más pequeña que ellos, sonrió y los esperó hasta que llegaran a ella. Cuando lo hicieron pudo ver a la mamá de la niña levantándola y besando su mejilla mientras ambas sonreían. Se quitó un peso de encima al ver que esa mujer parecía amable. Se acercó con sus gemelos sonriéndoles a ambas
- Hola, soy Lía la mamá de Radley y Rainee- se presentó ella extendiendo su mano, la mujer la tomó con una sonrisa luego de dejar a su hija en el piso
- Soy Mercedes- sonrió
- Los gemelos me han estado hablando de Agar y de que les gustaría que fuera a casa a jugar
- Oh Agar no para de hablar de ellos, llegamos hace poco y me alegra que tus hijos se hayan acercado a ella, suele ser muy tímida- Lía sonrió deseando que sus hijos fueran tímidos, se ahorraría un montón de problemas- yo tengo que trabajar unas horas por la tarde y Agar se aburre así que le vendría bien ir a jugar un rato
- Claro que sí, ten- le ofreció su celular, Mercedes anotó el suyo allí y Lía lo hizo sonar- ya tienes el mío. Oh por cierto mi apellido es Brown...bueno, el de mis esposos
- Lo sé, Agar también me ha hablado de eso- sonrió y Lía pudo ver que no la estaba juzgando
- Te mandaré mi dirección por las dudas pero mándame la tuya y yo misma la regresaré sana y salva- miró hacia abajo donde Agar la miraba con unos celestes ojos muy abiertos- ¿Qué dices muñequita quieres ir con nosotros?- preguntó con ternura, ella sonrojada asintió con esmero
Cuando se acercaron todos, Lía tomando la mano de Agar y su hija, Radley corriendo hacia sus hermanos para saludarlos. Los trillizos se fijaron en que su madre traía un polizón colgando de su mano, era como una pequeña garrapata, tan pequeña...sin darse cuenta estaban mirándola fijamente sin inmutarse de la presencia de los demás
- Eh dejen de mirar a mi amiga idiotas- se quejó Rainee, los tres entonces notaron lo sonrojada que estaba esa morenita
Gale le dio una tierna mirada sin sonreír, Andrew le sonrió y Jason levantó la mano saludándola, ella tímidamente le devolvió el gesto. Eso hizo enternecer el corazón de los tres hermanos, pobres víctimas no tenían idea de lo que el destino les tenía preparado...se iban a enamorar como unos putos condenados
***
CREO QUE ÉSTE CAPÍTULO ES IMPORTANTE PARA LA HISTORIA PERO LOS QUE LEYERON NUESTRA FUGITIVA YA LEYERON ÉSTE CAP TAMBIÉN
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...