Siete semanas, casi dos meses...
El pequeño corazón latía lleno de vida, era tan relajante escucharlo, y era suyo, era su bebé...
- Agar- la llamó el ginecólogo, un hombre de unos cincuenta años, un poco gordito y de aspecto amable, le sonreía de forma paternal- creo que debes saber algo, escucha- movió un poco el aparato en su vientre y tocó algunos botones de la máquina en donde se veía el bebé- ¿Puedes oírlo?- preguntó sonriente
- Suena como... parece como si fueran muchos latidos- susurró- ¿es algo malo? ¿hay algo malo con mi bebé Doctor?- si no estuviera tan preocupada se habría asombrado de esa preocupación
- No Agar, todo esta bien. Pero son mellizos- sus ojos se llenaron de lágrimas, tenía miedo pero a la vez estaba ansiosa, feliz, sonrió mientras aún lloraba a causa del miedo- oh niña, ven aquí- el agradable doctor la abrazó suavemente, talvez parecía algo extraño ya que eran extraños pero el doctor estaba tan acostumbrado a eso que le salía naturalmente ser así de amable
- Gracias- susurró- lo siento, no sé qué me pasa
- No te preocupes, suele pasar con el embarazo. Agar...- la miró con tristeza- ¿estás sola?- ella tardó unos segundos en responder
- No, estoy casada- el doctor miró ahora su mano y vió la enorme piedra, se asombró por no haberla visto antes, volvió a mirar a Agar sin evitar sentir cierta familiaridad como si la hubiera visto antes en algún lugar- Agar Brown es mi nombre de casada- el hombre abrió los ojos asombrado
***
- Hola- susurró en cuanto la puerta de la gran mansión se abrió y vio a la hermosa mujer rubia
Lía abrió sus brazos y la abrazó sin preguntar nada al ver las lágrimas en su rostro, la llevó dentro y la sentó en el sofá
Minutos después Agar habló
- Mellizos- Lía no lo entendió hasta que ella sollozó de nuevo- voy a tener mellizos
La abrazó sin comprender todavía mucho, sin saber por que lloraba
- Ellos no lo saben y tengo tanto miedo. Yo nunca quise ser madre, no voy a ser una buena madre, no puedo Lía, no puedo- los ojos de Lía se llenaron de lágrimas también, comprendía el miedo, pero sabía que Agar sería una gran madre, ella tuvo ese mismo miedo con los trillizos pero allí estaban sus esposos para apoyarla para aprender juntos como ser buenos padres
- Ya nena tranquila, serás una excelente madre, escúchame- Agar la miró con sus ojos rojos del llanto- ésto es algo maravilloso, vas a ser mamá. Ser madre es algo hermoso Agar, te lo digo yo que tengo cinco hijos cariño- ella no respondió simplemente se dejó abrazar por su suegra
Unas horas después llegaba Matt preocupado, antes de ver a las dos mujeres gritó desde la puerta
- ¡Lía cariño! ¡¿Sabes algo sobre Agar?! ¡Estamos preocupados no la encontramos, los chicos la están buscando hace...- cuando entró a la sala y vió a ambas sentadas en el sofá algo llorosas se preocupó el doble- Agar...dime que no hiciste nada- pidió preocupado
***
Horas antes
Agar había salido hace unas cuatro horas, Andrew había ido a la empresa junto con sus hermanos de nuevo pero cuando volvieron ella todavía no estaba en casa. Rosie dijo que no había vuelto en todo el día y no había llamado. Andrew recordó la cita con el médico y subió seguido por sus hermanos a la habitación para buscar la dirección que seguramente ella guardaba en su mesita de noche
Pero lo único que encontraron fue el mismo sobre marrón que ella le había arrebatado a Andrew aquel día. No querían interferir en su trabajo así que lo iban a guardar de nuevo cuando unas hojas cayeron de él. Gale se arrodilló para levantarla pero cuando leyó la palabra embarazo se congeló
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...