Jason se levantó a las seis de la mañana, pensando como siempre en Agar, ella llegaba alrededor de las cinco de la mañana, a ellos no les gustaba que trabajara de noche pero Agar era testaruda y siempre ponía la excusa de "disimular". Realmente no entendían como trabajar cuidando a una anciana era mejor que disimular teniendo novios ricos que la mantenían. Porque sí, ellos querían mantenerla, querían que ella fuera la que gastara su dinero, la que ultrajara y saqueara sus tarjetas de crédito con ropa, zapatos, joyas y todos los caprichos que deseara
Eran millonarios y no se les ocurría mejor forma de gastarse el dinero que en ella. Y además habían visto muchas veces las caras de sus padres cuando veían el recibo de las extensiones de sus tarjetas de crédito, todos eran gastos femeninos, y por más extraño que les pareciera a los trillizos en aquel entonces, sus padres tenían cierto brillo de posesividad en su mirada cuando Lía les contaba o mostraba lo que había comprado. También cuando la rubia ponía su "toque" en cada rincón de la casa, cada mes cambiaba algo, algún cuadro, color de las paredes, las cortinas, y los trillizos podían ver la felicidad de sus padres al ver aquellos toques especiales
Jason volvió a la realidad cuando el teléfono sonó
- ¿Si?
- ¿Por qué no contestas tu celular?- preguntó Gale fastidiado
- Ah... es que- Jason miró por todo su apartamento rápidamente
- ¿Dónde lo dejaste ahora?- Gale ya sabía lo irresponsable que podían ser sus hermanos con sus cosas, siempre olvidando el celular en cualquier lugar. Se asombraba de que no hayan perdido las bolas o la polla por ahí, esas cosas iban colgando, no sería muy complicado para Andrew o Jason perderlas
- Creo que en la habitación de Agar- Gale suspiró ya acostumbrado a estas cosas
- Ve a buscarlo, a las ocho tenemos la reunión con los japoneses, no te retrases
- ¿A las ocho? ¿No era a las dieciocho? No voy a tener tiempo para desayunar- se quejó
- Si lo tienes, ahora ve a por tu celular y fíjate si Agar ya llegó, lleva tu llave porque si llegó seguro que está durmiendo
En cuanto colgó salió rápido de su apartamento, corrió al ascensor y cuando llegó frente a la puerta la abrió con la llave que ella le había dado
Pero lo que se encontró dentro despertó todos sus celos. Un hombre rubio y alto, bastante atractivo, tuvo que admitir para su desgracia, estaba besando la mejilla de Agar ¿Quién carajos era ese idiota?
- Amor- saludó ella con una sonrisa mientras caminaba hacia él pero lo que ella no esperaba era que Jason tomara sus mejillas y pegara sus labios a los de ella en un beso duro y hambriento, como si tuviera que demostrar algo no se separó por unos cuantos segundos, y ella supo que la estaba meando, no literalmente, si no como cuando los perros marcan su territorio y mean un árbol, él la estaba meando con ese beso
Para cuando la soltó y miró al hombre desconocido frente a él, se sorprendió al ver que el rubio estaba sonriendo divertido
- Jason, amor, él es Allen un amigo y compañero de trabajo- claro que se refería al trabajo real no al club porque eso ellos no lo sabían todavía, y por Dios que se sentía cada día más culpable por no decirles
- Jason, un placer conocerte al fin, Agar me ha hablado mucho de los trillizos que robaron su frío corazón- bromeó- Soy Allen, entenderás que no puedo decirte mi apellido real- dijo extendiendo la mano para estrecharla con Jason
- Jason Brown- se presentó con frialdad- ¿Ese es tu nombre real?- preguntó desconfiado
- Lo es- respondió amable, Jason odiaba admitir que el tipo no parecía desagradable, pero prefería que lo fuera para así tener algo que decir en su contra
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...