Nuestra Niña #2 (Terminada)

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La puerta se abrió y cinco pares de ojos fueron a parar directamente en la pequeña morena de enormes ojos celestes que apenas y se notaba entre los tres hombres enormes que la rodeaban

- Oh mierda- murmuró Radley atónito, atontado, completamente embobado con la mujer, sí, MUJER que veía frente a él. Ya no era su pequeña amiga, bueno seguía careciendo de estatura pero en definitiva no era una niña, ya no quedaba más que la cara que él conocía y que había cambiado un poco, pero su cuerpo ¡Dios! Que cuerpo se había cargado la pequeña Agar. Aunque realmente no le causaba atracción, si podría ponerse duro con ese cuerpo, era hombre y tenía dos putos ojos en la cara pero más allá de eso seguía siendo Agar, su mejor amiga, y lo más importante, la mujer de sus hermanos y él no quería meterse ahí. Ya había visto lo que le hicieron al primer novio de Rainee por partirle el corazón, bueno él había ayudado un poco a partirle la madre a ese tipo... Pero en conclusión no quería ser destruido, y además los recuerdos de Agar a los diez años lo inundaron y no podía verla de otra forma que no fuera amistosa

Cuando estaba levantándose, su gemela lo empujó casi tirándolo al suelo y corrió para abrazar a su amiga, Rainee envolvió a Agar con sus largos brazos y la levantó del suelo gritando como una desquiciada, Rainee siempre fue más alta, mientras que Agar medía a duras penas un metro con sesenta y un centímetros Rainee medía un metro setenta y cinco. Tenía algo de la altura de sus padres, en realidad todos ellos eran unos gigantes, Lía se sentía como una niña junto a sus hijos altísimos, nunca entendió como era posible que esos niños salieran de ella, en especial los varones, Radley era el más bajo y medía metro ochenta y cinco. Así que pueden imaginar que los trillizos le sacaba una cabeza y un poco más de altura a Agar, era realmente exasperante para ella

- ¡Estás buenísima mujer, no puedo creer que seas tú!- gritó Rainee emocionada examinando cada parte del cuerpo de su amiga- te extrañé tanto- susurró con voz temblorosa y una pequeña sonrisa que hizo enternecer el corazón de Agar

- También yo- susurró volviendo a abrazarla- había olvidado que siempre te llegué a las bubis- Rainee rió fuerte y todos los hombres allí sonrieron

- Y yo había olvidado que eras tan baja, por cierto a mí me crecieron las bubis y el culo pero tía ¿de dónde coños has sacado ese cuerpo?- Agar sonrió y miró al rubio que no apartaba los ojos de ella, le sonrió, Radley rápidamente la levantó del suelo al igual que su gemela y la apretó fuerte haciéndola sonreír

- Ya es suficiente Radley- gruñó Gale con el ceño fruncido, todos excepto los trillizos sonrieron más todavía

- Es verdad Radley, creo que es mi turno- dijo Trevor acercándose a la niña que ellos habían amado como una más de sus hijos durante seis años, recordaba la primera vez que la había visto, tenía tan sólo siete años pero parecía menor por su estatura, en cierto modo le recordaba a Lía por su inocencia. Desde ese día Trevor, Matt, Michael y Lía la habían "adoptado" como parte de la familia, a ella y a Mercedes su mamá, una mujer muy amable y una madre estupenda que se hizo amiga de Lía por esos años

Agar por su parte sentía su garganta apretada, como si alguien estuviera ahorcándola pero en realidad sólo eran muchas lágrimas de emoción que querían salir pero que obviamente ella no las dejaría, aunque no pudo evitar que sus ojos se humedecieran bastante. Recordaba a esos tres hombres como los mejores padres que había conocido, eran las únicas figuras de padres que había tenido lo suficientemente cerca para aprender de ellos. Eran una familia diferente, algunos decían que eran especiales como si tuvieran alguna enfermedad mental, otros eran más duros y decían que era asqueroso, morboso, que estaban locos por vivir de aquella forma, pero Agar siempre escuchó a su madre decir que habían muchos tipos de familia, dos mamás, dos papás, tres mamás, tres papás y una mamá, pero que lo importante era el amor que había en la familia y Agar podía ver el infinito amor que esos tres hombres sentían por su pequeña esposa, Lía, y sus hijos. Ellos eran una hermosa y perfecta familia feliz y ella comenzaba a darse cuenta de que deseaba tener una familia así algún día