- ¿Cómo está?- preguntó Gale en cuanto vio al doctor salir de la sala
- ¿Usted es...?- preguntó el doctor
- Gale Brown- estrechó su mano- y mis hermanos- dudó en cómo decirlo pero estaba tan nervioso que ya no importaba- somos pareja de Agar
- ¿Los tres?- el doctor frunció el ceño y miró de reojo a los otros tres hombres que se mantenían ajenos pero esperando a por noticias
- Sí, es complicado por favor díganos como está ella- dijo Andrew ésta vez, el doctor suspiró viendo la angustia en los ojos de esos hombres
- Ella está bien, no corre peligro, perdió mucha sangre pero estará bien en unas semanas si descansa. Es importante que no se esfuerce, que haga lo menos posible hasta que su herida termine de sanar.
El doctor Foster estaba más que enterado de todo lo que pasaba, había firmado un acuerdo de confidencialidad y así comenzó a atender éstos casos, Roger y él eran amigos desde adolescentes y podía decir que su amigo estaba demasiado preocupado como para que esa chica fuera solo otra agente más
- Pueden pasar a verla, debe de estar por despertar pero si todavía duerme no la despierten, necesita descansar- los trillizos asintieron
- Entren ustedes, nosotros luego- dijo Roger mirando a los tres hombres idénticos
Agar por su parte ya estaba despertando, le dolía un poco la cabeza, sentía la garganta seca, una molestia en el hombro derecho no la dejaba moverse mucho. Se dio cuenta que estaba en un hospital completamente blanco, llevaba una fea bata y una aguja clavada en su brazo izquierdo que le pasaba seguramente medicinas, rodeó los ojos fastidiada, no le gustaban los hospitales, la comida era asquerosa y no la dejaban hacer nada
La puerta se abrió y por ella pasaron tres montañas de carne dura y que ella extrañaba como a nadie. Sus trillizos, sus hombres tan hermosos como siempre y ella de seguro era un charco de porquerías
Ellos le dieron una suave sonrisa mientras se acercaban a la camilla asquerosamente blanca arrastrando unas sillas y se sentaban junto a ella
- ¿Cómo te sientes hermosa?- preguntó Andrew tomando su mano izquierda y dejando un beso en sus nudillos
- Como un pedazo de mierda, me siento fea y me duele la cabeza. Y ustedes encima vienen tan calientes y follables como siempre- se quejó con voz ronca por lo seca que tenía la garganta
- Estás hermosa- susurró Jason en su oído- eres la mujer más sexy que he visto aún con esa bata
- Me queda fea ¿Verdad?- preguntó con los ojos llenos de lágrimas, pero no por la estúpida bata, estaba un poco sentimental ahora que por fin los tenía de vuelta. Los había extrañado tanto esa semana, era como su pequeño infierno personal estar sin ellos
- No amor, no llores, estás perfecta como siempre- la consoló Jason mientras todos acariciaban alguna parte de su cuerpo
- Lo siento- la voz gruesa de Gale se escuchó en toda la habitación, ella lo miró extrañada- te grité y sé que te asusté un poco, no debí hacerlo
- Deberíamos haberlo hablado sin gritar- dijo el mayor ahora- y yo no debí irme, no te entendí
- Querías mantenernos alejados de ésto, ahora lo entiendo- dijo Jason, ella derramó unas lágrimas más, los trillizos no sabían cómo reaccionar en esa situación, ella nunca lloraba
- Fue mi culpa, no debí mentirles. Lo siento
- En eso sí tienes razón y no creas que te quedarás sin castigo, sólo que lo aplazaremos hasta que te recuperes- Gale la miró a los ojos en cada palabra y ese simple hecho la hizo humedecer ciertas partes de su anatomía
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...