Verona era hermoso tanto como Venecia. Habían pasado cinco días en Venecia y ahora seguían su camino, todavía faltaba París así que Agar no podía con la emoción, se la pasaba corriendo de un lado a otro arrastrando con ella a alguno de sus trillizos mientras ellos sonreían felices al ver la emoción de su esposa...esposa, sonaba tan bien que no podían dejar de repetírselo
Agar había visitado antes todos éstos países, pero todos parecían demasiado grises, tristes y sin sentido porque ella no viajaba por placer sino por trabajo. Y su trabajo le hacía ver que en todos los países del mundo por más bellos que fueran había un lado obscuro
Pero ahora, ahora estaba casada e iba de luna de miel con sus esposos. Todo era perfecto...casi. Hasta que días después se dio cuenta de algo
Despertó como cada mañana desde que estaba casada, desnuda y envuelta entre una mole de músculos fuertes y bronceados. Restregando sus ojos con sus puños se levantó y caminó al baño un poco mareada. Llevó consigo su celular revisando el calendario para saber cuántos días les quedaban en Verona cuando notó algo, en ese mes el cuadradito de ningún día estaba marcado con rosa. Eso significaba que no le había llegado el periodo, debería haber comenzado alrededor del diez pero estaban a veinte y todavía no llegaba. Se fijó un poco nerviosa en el mes anterior y...tampoco le había bajado el mes anterior ¿Dónde mierda tenía la cabeza?...ah sí en su boda
Nerviosa y apresurada comenzó a moverse por la habitación buscando algo de ropa que ponerse intentando no hacer tanto ruido en el proceso. Finalmente se miró al espejo mientras lavaba sus dientes y cepillaba su cabello...¿Y si...no, era imposible, ella no se había saltada ni una inyección desde hace meses, se las daba cada tres y siempre cuidaba de ir el día correcto a ponérsela, ni un día más ni uno menos. Pero todos los métodos pueden fallar así que si era posible que ella...ni siquiera podía imaginarlo, los trillizos ya tenían veitiseis y ella había cumplido veintidós hacia unas cuantas semanas y recién ahora lo estaban festejando, pero finalmente eran solo veintidós, no podía ser madre, no quería ser madre, no iba a ser madre
Rápidamente cogió algo de dinero y salió en busca de una farmacia
***
Gale se despertó sintiendo un vacío a su lado, su brazo izquierdo estaba frío cuando tendría que estar caliente y con la cabeza de Agar sobre él. Frunció el ceño y miró el reloj en la mesita de noche, marcaba las diez con quince minutos. No recordaba la última vez que se había levantado a las diez, incluso los fines de semana se levantaba temprano- sin despertador- y dejaba a Agar y a sus hermanos durmiendo hasta el mediodía pero hoy por alguna razón su cuerpo no reaccionó y continuó durmiendo
Miró a sus hermanos ambos dormidos y desnudos, si alguien viera aquella escena pensarían que habían hecho un trío homosexual, se rió un poco y se levantó para buscar a su esposa en el baño pero al no encontrarla allí se preocupó, ella era la más dormilona de todos, solo se levantaba para ir al baño por las mañanas y seguía durmiendo
Buscó su celular y marcó intentando no preocuparse tanto pero el celular de Agar sonó en el baño, fue a buscarlo y al encenderlo se encontró con el calendario...ella seguro estaba contando los días. Preocupado se vistió con algo simple y levantó a sus hermanos
- ¿No está?- preguntó preocupado Andrew mientras buscaba ropa
- No en la habitación, voy a buscarla en la piscina ustedes busquen por el hotel talvez fue a comprar algo o...no lo sé
***
Tarde se había dado cuenta de que había dejado el celular, ya había caminado tres calles y no volvería a por él. Cuando terminaron las diez calles encontró una pequeña farmacia y sin dudarlo entró de sopetón. Un test de embarazo fue lo que pidió inmediatamente
- Oh su esposo seguro se pondrá feliz- dijo la señora de unos cincuenta años luego de ver en su mano el anillo de compromiso y la alianza a juego
Ella sólo sonrió a la amable mujer y salió rumbo al hotel de nuevo pero caminó tan lentamente ésta vez que tardó unos treinta minutos en llegar, iba parando y mirando el escaparate de las tiendas sin querer llegar y hacer ese test y ver dos rayitas en él
***
Media hora, media hora y los trillizos ya estaban completamente locos, incluso llegaron a revisar el clóset para asegurarse de que nada faltase, de que ella no había huido arrepentida
Recorrieron el hotel de punta a punta, preguntaron a la recepcionista varias veces, salieron y caminaron unas tres calles a la redonda y nada. No estaba, lo que quedaba era esperar a que ella apareciera pero era demasiada ansiedad para ellos... hasta que la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una Agar demasiado preocupada
Corrieron hacia ella abrazándola
- ¡Dios! ¿Nena cómo se te ocurre salir así?- gimió Andrew en su cabello
- ¿Agar acaso enloqueciste? No llevaste tu celular nos tenías preocupados- la regañó Jason
- Lo siento de verdad- susurró
- Que no se vuelva a repetir por favor- pidió Gale abrazándola a él
- Por favor- repitió Jason acariciando su pequeña mano morena, ella solo asintió- ¿Por que saliste?
- Algo para el dolor de cabeza, pero no encontré una farmacia- mintió sin mirarlo a los ojos porque sabía que ellos notarían que no decía la verdad
- Lo pediré al servicio de habitación, no te preocupes- Jason le sonrió caminando hacia el teléfono de la habitación
***
Se había logrado desprender de ellos por unos pocos minutos diciendo que debía llamar a su padre porque seguro estaba preocupado de no recibir ni una sola llamada. Ellos quedaron en la piscina y aunque odiaba dejarlos solos con tantas mujeres dando vueltas debía hacerse ese test y sabía que ellos sabían que eran sólo de ella
Se sentó y tardó unos minutos en llegar hacer algo, había bebido bastante agua durante el rato en la piscina pero los nervios no la dejaban hacer nada
Cuando al fin lo logró dejó sobre la pileta el pequeño palito de plástico que definiría su futuro...
Positivo
No era posible
No podía estar embarazada
Ella no quería ser madre, le daban tanta repulsión los niños, los detestaba, eran molestos, sucios, ruidosos y feos. Eran detestables con sus estúpidos llantos, tan, tan insoportables y ella no tenía paciencia, todos sus compañeros la conocían por ser la que luego de un minuto sin repuestas le ponía una bala en la cabeza al interrogado ¿Qué mierda iba a hacer con un mocoso?
***
UUUUH...AGAR TIENE SU LADO NADA MATERNAL PERO LA ENTIENDO, A MI TAMPOCO ME GUSTAN LOS NIÑOS, SON LINDOS CUANDO BEBÉS Y TODO ESO PERO ¿UN HIJO? CREO QUE NO PODRÍA, NO TENGO SUFICIENTE PACIENCIA PARA TENER UN PERRO MENOS UN NIÑO
¿QUE PIENSAN?...
¿CAMBIARÁ DE OPINIÓN?...
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...