- Lo siento- susurró con la mirada abajo, no quería verlos a los ojos, le daba vergüenza haberles mentido de aquella forma- tenía que hacerlo, debía trabajar allí. Al principio busqué un trabajo por el día, algo como cajera en un supermercado o niñera no lo sé, pero cuando encontré ese me enteré de que los tipos que busco frecuentan ese club y sería más fácil...
- ¡Espera! ¿Qué? ¡Qué mierda Agar! Estás arriesgándote demasiado- Gale estaba tan cabreado que arrojó un jarrón de una repisa cercana
- ¡Es mi trabajo!- gritó ella de igual manera
- ¡Pero haces cosas estúpidas! ¡¿Cómo carajos se te ocurre meterte ahí?! ¡Estoy seguro de que hay maneras más seguras de hacer tu trabajo!- ésta vez fue Andrew el que gritó, ella estaba sorprendida de que ellos gritaran pero no iba a dejarse amedrentar por eso
- ¡No me digas cómo hacer mi maldito trabajo Andrew! ¡Soy la mejor en ésto, se defenderme sola! ¿Tienen idea de cuántas personas maté? Puedo hacerlo muy bien sola pero aún así Allen siempre está...
- ¡¿Allen?! ¡¿Qué mierda me importa Allen?! ¡Ese tío no me cae bien y tú de igual forma sigues viéndolo!- gritó Jason rojo de ira
- ¡¿Y tú te crees que porque a ti no te caiga bien voy a alejarme de él?! ¡No es más que mi jodido amigo! ¡idiota!
- ¡¿Me has llamado idiota?!- gritó, Agar abrió sus ojos como dos enormes platos celestes, es verdad, le había llamado idiota, pero ahora ya había metido el pie en el pozo, así que se levantó metiendo toda la pierna al fango
- ¡Si! ¡Idiota!- gritó- ¡Todos lo son! ¡Sabían de mi trabajo y aún así se siguieron metiendo entre mis piernas! ¡Sabían perfectamente en lo que se metían cuando metieron sus pollas en mi coño!
- ¡¿De que mierda hablas?! ¡Ésto no es lo mismo! Te metiste ahí, prácticamente te pusiste en bandeja de plata para ellos ¿Y que si te pasaba algo?- Gale gruñía como un perro rabioso
- ¡Es mi problema! Voy a terminar con éste trabajo y me vale lo que piensen
- ¡No volverás a ese lugar! ¡No lo permitiremos Agar!- gritó de nuevo Jason
- ¡No van a controlar mi vida!
- Nos mentiste Agar- murmuró Andrew más calmado sentándose en el sofá
- Lo sé y ya dije que lo siento pero si se los decía iban a enojarse
- Claro que lo haríamos ¿Sabes cuánto te amamos? Dios Agar no soportaría un día sin tí, imagina si te pasara algo- Jason estaba perdido en su dolor mirando hacia la nada
- No puedo dejar mi trabajo, ésto es lo que soy y lo que hago
- No te pedimos eso, solo que nos digas la verdad siempre y sin embargo nos mentiste por dos meses Agar. Me siento un inútil ahora- Gale habló por fin calmado
- Quería protegerlos de todo ésto- susurró
- No lo hiciste bien, yo... Agar, amor lo siento pero prefiero que...- Andrew se calló
- Está bien, hablaremos luego- odiaba el sentimiento de pérdida que tenía en el pecho porque sabía que él le estaba pidiendo tiempo para pensar, y lo entendía, la había cagado y luego de decir "lo siento" debía darles espacio para que pensaran en ello
- Lo siento, iré a dormir, necesito descansar- murmuró con voz ronca antes de caminar hacia la puerta
- Yo... me iré a dormir también, sé que no quieren verme ahora mismo- y creyó que ellos negarían lo último pero no, se quedaron callados- llámenme por favor- susurró antes de abrir y salir del apartamento dejando a ambos cabizbajos
***
Exactamente una semana después Agar no sabía nada sobre ellos, ni siquiera los había cruzado en el edificio, sabía que no se habían ido porque veía sus autos aparecer y desaparecer del estacionamiento
Estaba siendo demasiado difícil para todos, los trillizos se sentían traicionados, pero lo peor era que se sentían impotentes, inútiles, unos idiotas inservibles. Ellos la necesitaban pero no estaban arrepentidos de lo que le dijeron, se habían pasado al gritarle, lo sabían pero ella debía entender que no podían con la idea de que se pusiera en peligro todo el tiempo, debía entender que no iban a aceptar más mentiras. Ellos estaban decididos, no iban a perderla, iban a castigarla por haber mentido pero que los jodieran si dejaban ir a la mujer de sus vidas, entendían que ella mintió para mantenerlos alejados de toda esa mierda para protegerlos aunque no haya elegido la mejor forma, ellos iban a follarla esa noche
Ella se sentía demasiado estúpida, les había mentido por tanto tiempo, sentía eso como un engaño de su parte. Los amaba y los necesitaba tanto, pero primero lo primero
Su trabajo, tenía lo necesario para meter a esos tipos a la cárcel por el resto de sus vidas y lo haría esa misma noche
Tomó su celular y marcó el número de más confianza
- ¿Si?
- Necesito refuerzos- y con esas dos simples palabras Roger sabía que su pequeña Agar iba a la carga
***
Un mes antes
El hombre sostenía entre sus dedos la carta recién abierta, el abogado la había perdido y recién la encontraba. En ella estaban escritos dos nombres, y el suyo significaba que la carta era para él
Sus ojos se llenaron de lágrimas al leer el otro nombre, el nombre de la persona que la escribió, su letra tan hermosa como ella. Y esas lágrimas comenzaron a correr sin medida mientras leía cada línea
Había escrito esa carta un año antes de morir, consiente de que en algún momento la matarían y no estaba dispuesta a llevarse ese secreto a la tumba, ese hombre se merecía saber la verdad, su hija se merecía saber la verdad
"...de color celeste ¿No creías que era coincidencia verdad amor? Siempre supe que lo sospechabas pero tenías miedo de preguntar y yo tenía miedo de responder. Pero ahora te lo digo: Sí, tienen la misma sangre y lamento haberles arrebatado la oportunidad de ser una familia. Si te lo cuento ahora es porque quiero darles otra oportunidad, sean felices por mí porque si estás leyendo ésto significa que ya no estoy en cuerpo con ustedes
Te amo Roger, siempre lo hice"
Él lloró, lloró ese día más que nunca, extrañaba a esa mujer, la mujer de su vida, la mujer que tuvo a su hija, su hija... Maldita sea tenía treinta y nueve años y tenía una hija de más de veinte, sin duda nunca se arrepentiría de todas esas noches en que le hizo el amor a aquella mujer siendo adolescentes
***
CHAN CHAN CHAN
SORPRESA
¿Se lo esperaban? Comenten plis
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Nuestra Niña #2 (Terminada)
RomanceOrden de la saga: Nuestra Fugitiva Nuestra Niña Diosa de Chocolate Roger Gale, Jason y Andrew Brown con veinticinco años no han podido olvidar a la pequeña que quince años atrás robó sus corazones y al irse se los llevó dejando a tres hombres inca...