2do contacto ¨Rutina¨

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  En muy pocas horas, la habitación de Michael quedo lista. No podía faltar, claro está, su enorme y ruidosa batería en una esquina de la habitación. La mayoría de las cosas que se encontraban ahí eran redondas, circulares, ovaladas o cualquier cosa que se asemejara a un círculo. Y los colores que más predominaban eran el azul y el rojo. La pared tenía diseños ovalados, los tapetes eran circulares ypequeños, las lámparas que colgaban eran redondas. Las únicas cosas que se podían aceptar de forma rectangular eran la cama y su escritorio. Un gigante círculo –diagrama- de actividades diarias, colgaba en la pared principal, al lado de su cama la cual, se encontraba de igual manera, al lado de una enorme ventana.

A la mañana siguiente el sol entraba por cada rincón de su habitación, iluminándole la preciosa y perfecta cara, que aun permanecía con los ojos cerrados. Y el acostado de cara al techo, completamente derecho, como un muñeco de marfil. En cuanto la alarma dio las siete de la mañana y empezó a sonar, Michael abrió los ojos de golpe y callo el pitido del aparato. Se levantó y lo primero que hizo antes que nada, fue girar el gran circulo de actividades hacia el día que continuaba. Con horarios y cosas por hacer perfectamente marcadas.

¨Para hacer que esta ecuación funcione, he organizado nuestros deberes. Mikhael, Michael y Frida. Está diseñado para hacer nuestras vidas lo más simples posible¨

Michael espero, enredado solo con su toalla de baño debajo de la cintura, afuera del baño. Y no fue hasta que su reloj de muñeca no pito, que abrió la puerta y entro sin preguntar, ocasionando otro susto a la chica.

—¡¿Qué ocurre?! —Mikhael despertó y salto de la cama alarmado.
—¡Maldita broma que es esta! —Frida salió furia del baño, enredada en una toalla y escurriendo agua.

A Michael no pareció importarle y se limitó como cada día a bañarse, cepillándose los dientes con la misma y exacta cantidad de pasta dental diaria, pesándose en la báscula y midiendo su altura al término de su ducha.

¨Sin el tiempo, Angulo y peso correctos, podemos estar fuera de balance¨

Cuando estuvo completamente seco y se puso sus vaqueros, con una camiseta azul y una chamarra roja encima; peino su cabello exactamente cuarenta veces antes de dejar el cepillo en la repisa y colocar su pequeño pin —azul— en la chamarra, el cual profetizaba lo siguiente: No me toques, sufro de Asperger.
Cerró el zipper de la chamarra y se acomodó el cuello, devolviendo al final una sonrisa —que más bien solo parecía una mueca sin vida— a su reflejo. El reloj de mano volvió a pitar y lo miro, maquinando en su mente lo que debía acontecer sin falta después. Cuando llego a la cocina y antes de pasar, apretó el interruptor de la luz tres veces, se dio paso al almacén superior y empezó a sacar los platos para colocarlos en perfecta distancia unos con otros. Sobre tres carpetas bien acomodadas. Miro un pizarrón que contenía distintos círculos simulando caras y cada uno representaba un estado de ánimo.

¨Prefiero círculos para los humanos. Porque los círculos son continuos, y al igual que los humanos, son complejos y difíciles de entender¨
—¿Listo para el almuerzo? —entro Mikhael a la cocina abotonándose la camisa y sonriendo

Michael dedujo en su mente el estado de ánimo que reflejaba su rostro.
No tardaron en empezarse a freír unos huevos en la sartén, y mientras estos se cocinaban Mikhael preparo sándwiches circulares para su hermano menor. Cuando Frida entro a la cocina, Michael dedujo que el estado de ánimo en su rostro denotaba neutralidad. La chica y el hermano mayor se besaron y ya listo el almuerzo, se sentaron ambos alrededor de Michael. Como naturalmente lo haría cualquier persona, comenzaron a comer; pero Michael espero hasta que su fiel amigo —el reloj de mano que marcaba las siete treinta— le indicara el momento exacto para comenzar en cuanto emitió un pitido que este cayo al instante, comenzando a degustar su almuerzo.

En el camino a sus labores exteriores, Mikhael manejaba la motoneta roja, llevando a su hermano en el asiento de atrás, mirando de lado contrario. Deduciendo los estados de ánimo de las personas que pasaban, por sus facciones. Cuando llegaron al trabajo de Michael este tomo sus libros y solo se limitó a despedirse con la mano, empezando su caminata al edificio.

—Nos vemos Mike —se despidió alegre su hermano y arranco la motoneta marchándose.

¨Mikhael me ayuda a llegar a tiempo, el cual afecta la armonía. Si no llegas a tiempo, provocas un caos¨

Cuando Mike estaba a punto de doblar la esquina, se topó con una chica de tez morena clara, mediana estatura y ojos claros, que venía escuchando su reproductor mp3. Lo cual causo que se cayeran sus libros.

—Oh, lo siento —se disculpó la joven, agachándose para ayudarle—. ¿Estas bien?

En cuanto ella toco el brazo de Michael, este le devolvió una fuerte y sonora bofetada, a la cual ella gimió con sorpresa e incomprensión. Llevo su mano a la mejilla sobándola, mientras un inexpresivo Michael recogía sus libros, ignorándola.

—¿Qué crees que acabas de hacer? —le recalco estupefacta.
—Te abofetee —dijo, como si fuera algo muy normal y correcto.
—Ah...Claro, pero ¿por qué?
—Sufro de Asperger.
—Y supongo que eso te hace creer que es correcto abofetear personas —se levantó mirándolo confundida, lista para seguir su camino.
—Me tocaste el brazo.

Ella regreso aún más confundida, sin dejar de sobar su mejilla.

—No me gusta que me toquen.

Sintiéndose algo culpable —aunque no tenía porque sentirse así—, se acercó de nuevo a él para seguir ayudándole con sus libros.

—Déjame que...
—Voy tarde —cortante, Mike evito tocarla y arrebatando sus libros siguió su camino.

A la joven no le quedo de otra que mirar cómo se alejaba, aun algo estupefacta por lo que acababa de pasar.

Fin del segundo contacto...  

Selfish #Michael Jackson FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora