Selfish #Michael Jackson Fanfic

15vo contacto ¨Como los anillos de Saturno¨ FINAL

¨A veces lo malo te trae cosas buenas. Ese tipo de balance, es correcto. Quizá necesites un tipo de inteligencia especial para comprender eso. Quizá lo único que necesitas es padecer Asperger. Y quizá, solo quizá... si haya sentimientos en el espacio¨

Un par de horas después, Mikhael llego hacia él, pateando las piedras pequeñas que se entrometían a su paso y le miro durmiendo. Sonrió levemente.

—Esa fue una linda sorpresa.

Michael se despertó de inmediato, como si nunca hubiera dormido y se sentó, mirándolo.

—¿Ya termino? ¿Dónde está Morgan? ¿Ya están juntos? —observo como su hermano se sentaba a su lado con las manos en los bolsillos.
—No, pero podemos ser amigos.
—¡¿Qué?! Pero ustedes tienen que estar juntos —comenzó a irritarse, respirando agitado.
—No vamos a quedarnos juntos.
—Sí, sí, si —sobo sus manos contra los muslos, alterado.
—Michael, cálmate.
—Sí, sí, sí, sí, si...
—Michael... —hablo con voz queda, para calmar a su hermano.
—Ustedes tienen que estar juntos, Mikhael.

Se levantó a prisa y comenzó a correr hacia la mesa, con su hermano detrás de suyo. Llamaba a Morgan, la llamaba con todo su corazón y pulmones. Mientras de forma extraña y desconocida para el, su órgano palpitante se estrujaba con fuerza, le dolía. Necesitaba verla, sin saber la razón, quería tenerla cerca suyo. A su alcance... orbitando alrededor de su planeta.

—Ella se fue a casa, Michael...
—¡La asustaste! ¡Morgan!

Peter y el chef le miraron con sorpresa, mientras Michael comenzaba a destrozar todo. Los fuegos artificiales comenzaron a aparecer en el cielo.

—Cálmate, por favor.
—¡Morgan!

Se aventó contra Mikhael y comenzó a golpearlo, este solo se cubrió con los brazos. Michael se levantó con estrepito y corrió lejos de ahí.

—Michael... ¡Michael!

Michael no quiso escucharlo y corrió, corrió y siguió corriendo hasta llegar al apartamento. Donde se introdujo en el barril cohete y en sus pensamientos sintió como se apartaba de la Tierra, a toda velocidad, hasta salir de orbita y quedar en la calma del espacio. Entre las estrellas y los meteoritos.

—Tierra conectando con Michael, conectando con Michael. Psstt. ¿Me copias? Psst. Este es Mikhael... ¿Me copias? Psst.

Cuando nadie le respondió del otro lado, se detuvo. Apesadumbrado, entrelazo sus dedos.

—Las cosas cambian, Michael. Y no es la culpa de nadie, necesariamente. Todo cambia.
—Yo no.
—No tienes que hacer todo esto por mí.
—Lo había planeado todo. Se suponía que ustedes terminarían juntos. Tenía que ser perfecto.
—¿Por qué quieres que estemos juntos?
—No quiero que se vaya. No la quiero lejos.
—Que no seamos novios, no quiere decir que ella se tenga que alejar.
—Claro que sí; si ella no te ama, no me amara a mí. Porque soy 93.7 peor que tu... —luego dijo con voz entre cortada— y ahora ella se ha ido.
—No fui yo la que se fue... fuiste tú —la voz de Morgan irrumpió en la habitación.

Mikhael miro hacia ella sonriente. Michael abrió de inmediato la tapa del barril, asomando solo sus ojos.

—Yo no me fui, yo estoy aquí —espeto Michael, mirando a su hermano primero.
—Yo también estoy aquí —contesto ella, con una gran sonrisa, Mike la miro luego a ella con sorpresa— Jei, jei.

La chica alzo la mano y movió el meñique como la primera vez que le saludo. Michael volvió a meterse en el barril, cerrando la tapa. Morgan se acercó, hincándose y susurro.

—No voy a ir a ninguna parte. Te lo dije, me gustas...

Mikhael se levantó de la cama y salió de la habitación, para dejarles solos.

—Oye, sal de ahí...
—¿Por qué?
—Porque.
—¿Por qué?
—Porque —ella sonrió divertida.

Levanto la tapa del barril, para que el saliera de una vez.

—¿Qué estás haciendo?
—¿Qué? —se asomó Michael, dejando solo medio rostro fuera, y los dedos de la mano derecha. Le miro con un brillo en los ojos.
—¿Puedo darte un abrazo ya o qué?
—¿Por qué?
—Porque quiero hacerlo. Por la adorable cena —ella acerco su rostro un poco más, poniendo su mano al lado de la de Michael—. Por el inolvidable día que tuvimos ayer. Por ti y por mí. Por todo. ¿Puedo?

Michael le miraba con cierta sorpresa e interés, mientras sacaba su rostro completo.

—No. No me gusta que nadie me toque.
—¿A no? Pues te tengo noticias... ya nos estamos tocando.

Hasta ese momento Michael se percató de que sus manos estaban una al lado de la otra, rosándose. La miro sonreír, mientras acercaba su dedo meñique al de él, para acariciarlo. Ella amplio más su sonrisa, mirándolo. Michael por su parte, hizo lo mismo, y sin dejar de observar esos ojos claros y por primera vez lindos; algo pareció fluir dentro de él, algo nuevo y extraño, así como gratificante y satisfactorio; mientras continuaba mirando a esa chica tonta y problemática. Comenzó a entrecerrar los ojos, apareciendo unas arrugas debajo de ellos, sus pómulos se elevaron y curveo sus labios hacia arriba... permitiéndose por primera vez en toda su vida... sonreír.

PRSST. CONTACTO TERMINADO