12vo contacto ¨Quedate solo¨

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Mikhael se encontraba de nuevo en el centro de la ciudad sobre la motoneta, buscando a su hermano. Prendió un cigarrillo que saco de la chamarra y luego de pensar en algo, siguió su camino. Llego quince minutos después a la casa de Frida. Pasaban de las once de la noche; toco la puerta luego de pensársela dos veces y espero. Luego de unos segundos esta abrió. Cuando miro de quien se trataba borro su sonrisa.

—Hola.
—Hola.
—¿Cómo estás? —le sonrió el chico.
—Bien. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Michael desapareció.
—Ya veo —continuo diciendo sin mucho interés y de forma cortante.
—¿Has oído algo, o lo has visto?
—No, lo siento —cerro la puerta de golpe.

Mikhael volvió a tocar y esta abrió al momento, enervada.

—Lo siento, em...
—¿Qué quieres?
—Pensé que quizá podría estar contigo.
—No es mi problema.
—Si... digo no. No lo sé. No sé qué hacer con respecto a ti, o a nosotros...
—Ya no hay un nosotros.
—Es fácil para ti decirlo. Ya que solo estabas buscando una razón para romper conmigo, así podrías conocer otros chicos.

Frida le miro con sorpresa y enfado.

—¡Tú eres el único con una relación con tu hermano! Regresa cuando tengas algo mejor que ofrecer.

Cerró la puerta con más fuerza que la anterior y lo dejo pasmado en las escaleras. En lo de Morgan, ella, Lisa y Clara, observaban la foto de Mikhael, aunque ya sinceramente teniendo a Michael ahí, no tenían por qué observar una foto si no a el mismo.

—¿Ya estas enamorada de el? —dijo casi como una orden Michael, sentado a un metro de distancia de ellas.
—¿Um? —le miro Morgan.
—¿Ya estas enamorada de el?
—No puedes enamorarte de una fotografía.
—Sí, si puedes.
—Nop. No funciona así —le dijo Clara.
—Tienes que hacer click como en las películas —sonrió Morgan mirándolo.
—No veo películas románticas. ¿Quieres conocerlo?
—Oh, ¿Qué es esto? —miraron detrás de la fotografía, unas letras escritas en el reverso—. ¨Soy Mikhael, el hermano mayor de Michael. Si estás leyendo esto, probablemente él se haya perdido o metido en problemas. No es su culpa, sufre del síndrome de Asperger.¨
—Si —afirmo Michael.
—¨Llámame y yo iré a recogerlo y a arreglar cualquier cosa que el haya roto¨

Las tres sonrieron haciendo bulla hacia Michael, con ternura.

—Que dulce —dijo Lisa. Mientras Morgan volvía a sonreír a Michael.
—¿Quieres conocerlo ahora o no?
—No...
—Si, si quieres —le dijo Clara.
—Si... —miro una vez más la fotografía.
—Dijiste que si —Mike se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta.
—No lo sé. ¡¿Michael a dónde vas?!
—A casa con Mikhael.
—Y ¿Qué hay de mí?
—Tendrán una cita.

Lisa y Clara le hicieron bulla a su amiga, mientras continuaban mirando la fotografía. La puerta se abrió y con rapidez volvió a cerrarse.

—¡Michael!
—Si es idéntico como él y muy dulce vale la pena —espero Lisa.

A la una de la mañana en el apartamento de Mikhael, mientras este giraba su celular desparramado en la mesa, la puerta se abrió y Michael entro de forma muy natural.

—Estoy en casa —abrió su chamarra.
—... —se levantó de inmediato y lo encaro en la puerta— ¿Dónde has estado? Estaba muy preocupado.
—Estuve con Morgan.
—¿Quién?
—Tu nueva novia.

Mikhael le miro un par de segundos para luego dar media vuelta hacia su habitación, con pasos marcados y respirando agitado. Saco ropa de su armario, tomo su mochila y comenzó a echarla ahí.

—¿Mikhael? —le siguió, deteniéndose en la puerta—. Ella es tu completo opuesto. Y explica las cosas de manera que la entiendo.
—No quiero conocerla.
—Necesitas a alguien que lave los platos y yo le agrade. Ella dijo que le gusto, así que va a enamorarse de ti.

Mikhael continuo echando cosas personales en la mochila, dándole la espalda sin importarle lo que él decía.

—Quiero estar solo. ¡No llamaste en todo el día! ¿Tienes alguna idea de lo preocupado que estaba?
—Ella quiere salir contigo.

El hermano mayor golpeo la mochila con fuerza y volteo hacia su hermano, furico.

—¡No quiero ver a nadie! Ni siquiera a ti, ¿es algo difícil de entender? —tomo la mochila y camino hacia la puerta principal, con Michael detrás suyo.
—¿Mikhael, a donde vas?
—Con mama y papa.
—¿Por qué?
—¿Por qué? —respondio Mikhael arremedándolo.
—¿Por qué?
—¿Por qué?
—¿Estas molesto Mikhael? Suenas como si tuvieras Asperger —alzo el brazo para tocar a su hermano y este lo rechazo con violencia.
—¡No me toques! ¡Ni siquiera puedes cuidarte a ti mismo! ¿Sabes lo triste que me pone esto?

Michael le miro con sorpresa.

—Mikhael...
—¡NO! ¡No puedes entenderlo porque eres el único con Asperger! ¡Idiota!
—Mikhael, ¿estas bromeando verdad? —se acercó a el desesperado, cuando Mik abría la puerta.
—¡NO ME TOQUES! —le empujo con fuerza.
—¿Mikhael? ¡Mikhael! —intento alcanzarlo pero su hermano cerró la puerta rápidamente y se marchó.

Michael se tomó el cabello empezando a alterarse, mientras le pegaba a la puerta, luego atrapo entre sus brazos la cabeza.

—Mikhael. Mikhael. ¡Mikhael! ¡MIKHAEL! ¡MIKHAEEEL!

Repitió su nombre unas veinte veces más, mientras tiraba las cosas frente a él. Luego se encorvo hasta llegar al piso, agarrando con fuerza su cabello e hiperventilando, en un intento de su cuerpo por llorar. Mikhael por su parte, llego a la motoneta y antes de arrancar, miro a la ventana de su apartamento con lágrimas. Luego volvió su vista al frente y se fue. Le dolía dejar a su hermano, en serio le dolía enormemente pero en sus adentros creía, quizás, que eso le ayudaría a madurar un poco. Michael, cuando pudo calmarse un poco, fue hasta su habitación y cruzando al centro, entro en el barril cohete, cerrando la tapa una vez dentro. Morgan ya se encontraba con sus amigas bailando, para luego sentarse y revolver su cabello, mientras miraba hacia el exterior, pensando en alguien. Una hora después, Mikhael llego a casa de sus padres, se recostó en el sillón y su madre le arropo, deseándole buenas noches.

Fin del doceavo contacto...

Selfish #Michael Jackson FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora