Capítulo 5

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En estos momentos Marinette podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperando entrar al cine. Los días anteriores las tres chicas, especialmente ella y Lila, habían sido atormentadas por las chicas del instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez, pero esas chicas eran muy resentidas, demasiado. La mayor parte de sus recesos terminaban en el baño o comiendo detrás del edificio.

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigas, ya que Marinette no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de ojos azules marinos. Especialmente esta semana tuvo una actitud muy irritante. En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda a Marinette. Ella se convencía a si misma que el cambio de actitud en Chloé era simplemente porque quería ganar más popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y más porque no había hecho nada que enfadara a la rubia.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigas. Suspiraron las tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas de acción. Era el amor platónico de Lila. A Marinette le parecía atractivo, pero realmente su amor literario era y siempre seria Percy Jackson. Si ese chico fuese real, hace años que lo hubiera despojado. Tomando en cuenta que era tan sólo una cría de catorce años, aunque dentro de un mes, después de acabar las clases, cumpliría los quince. Todo se fue al garete, al salir de la sala de cine.

-Chicas ¿quieren ir al baño? -preguntó Alya, sorbiendo el refresco por la pajilla.

-No, ¿y tú? -le preguntó Marinette, divertida al ver a su amiga castaña asentir frenéticamente-. Pues claro, si te tomaste los tres vasos.

-Las palomitas me dejaron sedienta-dijo botando el pote en una papelera, después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras les decía-: Ya vuelvo, iré a depositar.

Eso logró que Lila hiciera una mueca y riera seguidamente. Marinette estiró los brazos y en verdad tenía frío, a pesar de que llevaba una chaqueta encima, la ojiazul sonrió al escuchar lo que dijo su amiga castaña. Ella y sus comentarios eran peor que la propia Marinette. Se podría decir que Lila era la más inocente del grupo, aunque ella a veces no se quedaba atrás.

-Oh, mierda-murmuró Lila mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas las veces en que las que su amiga maldecía-Son ellas-le susurró a Marinette acercándose, observaba hacia un punto frente a ellas.

Marinette intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allí estaba el pequeño grupito del colegio. Obviamente reconoció a Chloé de primero (Claro que lo primero que pensó era que estaba hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza, era muy imbécil la niña) Después logró ver a Adrién (uno de los chicos que las fastidiaban en el colegio), a Kim (otro) y obviamente a Sabrina y a Nathaly. Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo. Sólo esperaba que ellos aún no las hubieran visto.

-Descuida, Li. Ellas... -no pudo terminar de hablar ya que su amiga no la escuchaba.

Sus ojos verdes estaban clavados en la pelirroja, que en estos momentos reía por algo que había comentado Sabrina. Lila parecía realmente hipnotizada, mirándola, y Marinette tuvo que sacudirla por el hombro para que volviera su atención a ella.

-¿Estás bien?-alzó una ceja y Lila negó con la cabeza.

-No quiero que nos vean-dijo en un tono bajito, su cabello castaño en una trencilla la hacían lucir muy inocente.

-Descuida, ellas no nos... -se calló, al ver cómo los ojos de Chloé se posaban en ella por accidente.

La miró sorprendida, cómo si en verdad no hubiera esperado encontrarla allí, en el cine.Al menos Marinette podía estar segura de que ellas no las seguían para fastidiarlas fuera de clases. Sin poder evitarlo comenzó a sentir cosquillas en su estómago y quiso golpearse mentalmente.

Sólo estaba nerviosa porque le hicieran algo a Lila, debía de ser eso. No podría haber otra cosa que explicara su nerviosismo. Cuando Nathaly las observó, al igual que agua caliente, Lila se apartó de Marinette y comenzó a jugar con sus manos. La sonrisa de la pelirroja se hizo más pronunciada al ver a la castaña, le comentó algo a los chicos y estos al verlas, comenzaron a reír entre ellos.

Marinette sintió sus piernas temblar, percatándose que caminaban hacia ellas. Debía de hacer algo, había sido un día increíble y ahora se iba a arruinar. Chloé, mientras caminaba y hablaba con Sabrina, observaba fijamente a Marinette con una sonrisa coqueta. Ella era muy linda. Llevaba un vestido corto junto con una casaca de jean y observaba a Marinette cómo si se tratara de un pequeño animalito acorralado.

-¡Marinette, amiga mía!-dijo una voz masculina a sus espaldas mientras un brazo se posaba en sus hombros.

Era un chico muy guapo de cabello castaño y ojos, igualmente, castaños claros, llevaba una camiseta blanca y observaba a Marinette con diversión.

-¡Lila!-otra chica, con el cabello rubio y los ojos de un color azul claro, abrazó a la castaña.

Las dos chicas estaban tan sorprendidas que no hicieron nada. El grupito se detuvo, al ver a los dos desconocidos que estaban junto a las chicas. Adrién murmuró algo y Nathaly observó a Lila. Volvió a hablar, observando a la chica que se colgaba de ella mientras Chloé y los demás los escuchaban. Casi de inmediato apareció Alya, sonriendo.

-¡Oh, chicas! Veo que ya conocieron a mis amigos-dijo alegremente mientras observaba al grupo con intención.

-Es un gusto, me llamo Aurore-se presentó la chica, acercándose a Marinette y dándole un beso en la mejilla.

Chloé hizo una mueca similar a la reacción que tendría alguien de haber chupado un limón. (Ay)

-Yo soy Max-se presentó el muchacho atractivo, llegando a donde Lila y plantando un suave beso en el dorso de su mano.

Nathaly hablaba con los labios apretados.

Al final, el grupo se dio la vuelta y se fueron. Las dos chicas suspiraron y observaron a los hermanos cómo si fueran ángeles del cielo.

-Gracias, muchas gracias-Lila se lanzó a abrazar a Aurore, así de adorable era la castaña y la chica la recibió con gusto.

-Nos han salvado de una buena-dijo Marinette y le dio una mirada significativa a Max, este le sonrió encogiéndose de hombros.

-Mi buena amiga, Césaire , nos dijo que necesitaban ayuda y eso hemos hecho. No hay que agradecer.

-Gracias a Dios que me los encontré. Se supone que los iba a ver mañana pero, miren la sorpresa-dijo abrazando a sus dos amigos de la infancia y luego fue hasta sus amigas, rodeando la cintura de cada una con su brazo-. Gracias por salvar a mis chicas, no hubiera podido yo sola con eso idiotas.

-Parecían unos nenes, aunque el chico rubio no estaba mal-dijo Aurore con una sonrisa pícara y su hermano río.

-Eres imposible-dijo y las otras estuvieron de acuerdo.

Fueron hasta una pizzería, para la satisfacción de Marinette, y duraron una hora hablando y riendo entre ellos. Eran amigos de Alya desde hace años y llevaban un tiempo que no se veían. El próximo año iban a entrar el instituto de ellas y habían llegado hasta la cuidad para pasar las vacaciones.

Marinette estaba feliz por tener a otros dos amigos en el instituto. Así sería más fácil, pero, también esperaba a que fueran vacaciones. Quería divertirse al máximo y, al ver que sus amigas la invitaban a pasar los días que quisiera en su casa, la hicieron más feliz.

Sinceramente los dos hermanos Beauréal eran agradables y muy graciosos. Sólo esperaba que el lunes el grupito no fuera a hacer algo malévolo, más de lo normal, hacia ellas por lo sucedido hoy. Teóricamente ellas no habían hecho nada, así que no podían, pero conociéndolo algo iban a suceder.

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Rivales | Chloenette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora