Capítulo 44

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Esta noche era el baile de invierno y Marinette, a pesar de tener un vestido, no quería ir. Durante estos días, Chloé la había evitado e incluso fingía que la ojiceleste no existía. Nathaly le había regañado, pero Marinette no entendía el por qué (La Dupain no era muy inteligente ¿Tú me entiende?) Al parecer la chica también la evitaba y solo la miraba desde lejos, con desaprobación. Estaban en el pasillo. Lila a su lado le acariciaba la espalda y Alya intentaba animarla.

— Vamos, Mary. Fue tu culpa — le dijo y Marinette la miró con mala cara. Alya se hizo hacia atrás —. Tú fuiste la que dijo la mentira, de que no la amabas.

— Cierto, Marinette. Ella... ella puede que tuviera que decirte algo importante y tú le echaste esa bomba — Lila, a pesar de estar consolándola, también le reprochaba su actitud.

— Ella seguro me iba a rechazar — soltó, apoyándose de los casilleros.

— No creo eso — comentó Alya, rascándose la cabeza.

— Yo tampoco — dijo Lila apoyándola, aunque comenzó a sonreír, cuando vio a su chica acercándose.

Nathaly, vestida con una blusa y unos jeans, al ver a Lila mostró una gran sonrisa y al acercarse las dos se saludaron con un beso en los labios. Nathaly le hizo un cabeceó a Alya como saludo y luego miró con reproche a la ojiceleste. Marinette se encogió ante esos ojos zafiro.

— Eres una gran idiota, rarita — soltó mientras Marinette bufaba.

— No vengas tú también. Ella me iba a rechazar y no le iba a dar la satisfacción de hacerlo — se defendió, cruzándose de brazos, y Nathaly la observó como si fuera idiota.

— ¿Eres ciega? — preguntó un poco indignada y luego volteó a ver a su chica —. Amor ¿Tu amiga es tonta de nacimiento o qué?

(Yo creo que se cayó de la cuna)

— Ella siempre ha sido así — Lila se encogió de hombros mientras con sus manos entrelazaba los dedos con los de Nathaly.

— Ya déjenme — intentó irse, pero, a los poco segundos, aquella chica de primero la llamó.

— Hola, Marinette — la saludó con una sonrisa brillante y Marinette apenas si se mostró feliz.

-— Hola — se iba a ir cuando Kagami la tomó de la mano —. ¿Quieres algo?

— Yo... bueno, después de todo, me preguntaba si tú... eh — estaba un poco nerviosa y su piel blanca le hacía parecer un tomate en estos momento.

Marinette, un poco aburrida, vio que varias personas las miraban y parecían entretenidos.

— ¿Tú... necesitas? — intentó ayudarla y la chica se sacudió un poco, para avisparse.

— ¿Quería ver si ibas conmigo al baile de invierno? — preguntó un poco tímida y todos observaron, esperando a que ella respondiera.

Marinette parpadeó.

— Bueno... yo... En realidad — se calló al ver a Chloé cerca de ellas, con el ceño fruncido.

Sus labios estaban apretados y ahora todos miraban a las dos chicas, esperando el drama. (Traigan palomitas)

Marinette no respondió, seguía mirando a Chloé. La pequeña de primer año ya se estaba desesperando y sacudió por el hombro a Marinette, quien por fin salió del estupor y dejó los ojos oscuros.

— ¿Vas conmigo, Marinette? — le preguntó un poco preocupada, ya que allí estaba Chloé y no la miraba con buena cara.

— Yo... claro — respondió mirando otra vez a la rubia, quien abrió los labios y cerró los ojos, antes de darse la vuelta e irse por el pasillo.

Rivales | Chloenette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora