Capítulo 40

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El lunes estaban en el aparcamiento de la escuela escuchando los gritos emocionados de Lila, la ojiceleste recostada del capo sólo podía sonreír.

— ¡¿Comprenden?! Me invitó a una cita, una de verdad ¡No lo puedo creer! — dijo feliz mientras se colgaba del hombro de Aurore, ella también parecía feliz por su amiga.

— Yo también tengo una cita con Robert — confesó y las demás la felicitaron.

— Yo fui a visitar a Taylor en su casa —, pero claro que todas sabían que en parte estaba feliz porque había pasado tiempo con Chloé.

— Terminaré viviendo con gatos — se lamentó Alya por falta de emoción en su vida amorosa.

— No creo, chica. Sabes, un chico del club de esgrima no quita los ojos de ti — le susurró Aurore y Alya le restó importancia.

— No importa, no quiero sufrir como ustedes. Ahorita estarán felices, pero hace meses lloraban como locas — dijo y sus amigas le dieron la razón, el amor era una gran montaña rusa.

— ¡Dios, Mary! Aun no me lo creo — le susurró Lila a su mejor amiga mientras las otras dos hablaban —. Lucía tan adorable mientras me lo pedía, estaba nerviosa y todo — contó con la cabeza en las nubes.

— Supongo ¿Y a donde te llevará? — preguntó, riendo por la emoción de su amiga.

— Dijo que era una sorpresa — respondió emocionada.

— Puede que te sorprenda — aclaró dejando a su amiga con la duda, pero cuando preguntó se hizo la desentendida.

Estuvieron todo el día perfecto, solo que Chloé estaba molesta con Marinette por lo de la otra vez y se lo demostraba ignorándola, aunque a la ojiceleste no le pasaba por alto que la viera de reojo. Adrién también le veía con enojo, pero la ignoraba mientras iba de la mano con su novia, aunque no los había visto besarse y Marinette estaba feliz. A la quinta hora estaba en el pasillo, yendo a clases, y escuchó a alguien que la llamaba, volteó tan brusco que le dolió el brazo roto, pero intentó disimular el dolor.

— Rarita, te estaba llamando ¿No escuchas? — le dijo Nathaly, aunque de una forma bromista, no había desprecio.

— Mira, señorita. Yo estaba distraída yendo hacia mi clase, creo que deberías hacer lo mismo — le dijo echando su cabello para atrás.

— Y sobre todo yo te voy hacer caso —  dijo rodando los ojos y tomando a Marinette del brazo, para apartarse de los estudiantes que caminaban por el pasillo —. Oye, tengo que preguntarte algo.

— Sí, ya vi, Lila estaba muy emocionada hoy — el rostro de Nathaly pareció iluminarse.

— ¿En verdad?

— No paraba de brincar, me recuerda aquella vez que se tomó cinco litros de cafeína — dijo riendo y recordando ese día, fue muy divertido.

— Me imagino, pero ahora el problema es que hay un rumor, que dijo uno de los de primero — sus ojos zafiros estaban repletos de ansiedad y preocupación —. De que casi besas a Chloé ¿Es cierto?

Marinette se coloró de pies a cabeza y eso fue la respuesta.

— Supongo que si — dijo un poco cansada.

— ¿Cómo... cómo... quién?

— Hasta ahora sólo poco los sabemos, pero los rumores se riegan muy rápido, Adrién podría enterarse — dijo observando la cara pálida de la ojiceleste, suspiró y estaba dispuesta a arriesgarse —. Mira, Dupain ¿ Tú estás enamorada de Chloé?

Rivales | Chloenette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora