Rivales | Chloenette

Capítulo 33

Durante todo el mes de vez en cuando Marinette había visitado a Taylor. Desgraciadamente cada vez que lo hacía Chloé había salido con sus amigos o estaba en un entrenamiento de animadoras. Para Marinette era triste, ya que casi no hablaba con ella en la escuela. Sólo compartían miradas secretas y eso a Marinette no le era mucho. Aún, a veces, podía sentir los labios de la rubia sobre los suyos y comenzaba a saborear la piel tibia y dulce de los labios de Chloé. La quería volver a besar. Lo único positivo fue que ya era muy amiga de Amber y ni hablar de su pequeña novia dragón. Aún no se había encontrado con los padres de la rubia, pero esperaba no hacerlo tan pronto, ya que se sentiría nerviosa hablando con ellos mientras pensaba en su hija.

— ¿Mary, me escuchas? — preguntó Lila junto a ella.

Estaban en el patio de la escuela mirando como unos chicos de primero jugaban con un balón de fútbol.

— Si — respondió un poco triste, no había visto en todo el día a Chloé y eso le bajaba los ánimos.

— Pronto vendrá, descuida — dijo su amiga, más feliz de lo normal.

Marinette apremió a Nathaly que, a pesar de ser una idiota, había visto cómo ayer se había llevado a Lila a las duchas. Duraron allí un rato y al volver su amiga había regresado con el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas. Marinette la había estado molestando todo el día hasta tal punto de recibir una patada de Lila para hacerla callar.

De lejos vio a Chloé hablando con unas amigas y decidió que la necesidad de hablarle era muy alta. Se cubrió las manos en las mangas de su chamarra y fue hasta ella, excusándose con Lila. No parecía muy triste, ya que apenas Marinette se fue una chica de ojos zafiros llegó hasta ella y comenzó hablarle muy de cerca. Nathaly era una pilluela. Estaba a pocos pasos de la rubia cuando sintió como alguien chocaba su hombro.

— ¡Miren, es la rarita! — dijo Adrién, animado, aunque no había nadie con él, y llevaba su chaqueta de fútbol.

— Adrién, hoy no estoy de ánimos. He estado lejos de tu novia, así que déjame — intentó apartarse de él, cuando le rodeó los hombros con el brazo.

— ¿Pero no estabas yendo a verla ahora mismo? — preguntó.

Marinette no pudo responderle y, para sorpresa del chico, asintió.

— Iba a preguntarle si hoy Amber estaba en la casa, quería darle una sorpresa — se felicitó mentalmente por aquella gran excusa.

— ¡Wow, eres una novia atenta! — dijo con una sonrisa falsa y después la sujetó con más fuerza  —. Bueno, vamos los dos.

Fueron y Chloé pareció sorprendida al ver a su novio rodeando el cuello de Marinette con el brazo mientras la chica hacía una mueca. Se despidió de sus amigas y se acercó hasta ellos.

— ¿Qué hacen? — preguntó delicadamente, mirando directamente a Marinette, y esta negó con la cabeza.

— Amor, venía a verte — respondió Adrién, intentando captar su atención ya que su novia miraba a Marinette.

Pronto los ojos azules se posaron en él y sonrió seductivamente a la rubia.

— ¿Y qué haces aquí , Dupain? — preguntó y Adrién decidió apretarla más en su agarre.

— Venía a preguntarte para hacerle una sorpresa a tu hermana ¿A que no es una novia atenta? — preguntó felizmente, pero no le agradó la mirada seria de su chica.

— Ah, ya veo — respondió Chloé, fingiendo indiferencia, y al final Marinette se soltó de Adrién.

— ¡Ya, suéltame! — replicó alejándose mientras frotaba su cuello.