Capítulo 34

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Después de aquella clase Chloé había salido corriendo, prácticamente. Marinette no la pudo ver debido que estaba en el entrenamiento de animadoras. Se lamentó puesto que en verdad quería verla, pero no pudo borrar la enorme sonrisa de los labios y sus amigas la veían, felices. Sabían que algo había ocurrido.

Al llegar a la casa sus padres le habían preguntado la razón de su felicidad y ella no contestó, sólo les dio un guiño cómplice y fue hasta su habitación. Durmió escuchando música y casualmente todas las canciones de amor le recordaban a ella. Realmente Marinette se sentía en las nubes.

A la mañana siguiente vistió una camiseta manga larga y sus short favoritos, colocándose un gorrito para cubrirle el cabello despeinado. Salió feliz para la escuela y en el aparcamiento se encontró con sus amigas. Lila la saludó con el mismo entusiasmo, casi desbordando corazones en por los ojos.

— Buenos días, Rossi ¿Cómo despertaste? — preguntó alegremente mientras caminaba con sus amigas.

Aurore y Alya las observaron, entretenidas.

— Todo bien, Dupain. La vida es hermosa ¿No lo crees? — preguntó amarrándose el cabello en una coleta.

Sus mejillas estaban rojas por el frío mientras sonreía, en el mismo estado bobalicón que Marinette.

— La vida siempre es bella — respondió y las dos se sonrieron.

— ¿Qué les sucede hoy? — preguntó Alya con una alegre sonrisa, mientras entraban en la escuela.

— Parecen más enamoradas de lo normal — comentó Aurore, señalando las sonrisas tontas.

— No comprendo que hablan — dijo Lila, haciéndose la desentendida.

— Yo tampoco — comentó Marinette, siguiéndole el juego.

Fueron hasta el casillero de la rubia, acompañándola.

— ¿Seguras?

— Bueno, en realidad... — comenzó Lila, sonrojándose, y se mostraba tímida —. Nathaly... bueno, ella me dijo algo importante.

Todas sus amigas la miraron, expectantes. Marinette le hizo señas para que continuara.

— Sucede que... durante este mes la hé visitado varias noches a su casa, porque practicante es mi vecina del frente — dijo y sus amigas asintieron. Marinette aún recordaba cuando, en primer año, Lila había llegado aterrorizada de que la chica que las fastidiaba viviera frente a ella. Ahora, era divertida la situación —. Ella últimamente siempre me pedía ayuda con los deberes, pero ayer no lo hizo. Me extrañó mucho y me quedé en la ventana, esperando a que llegara.

— Qué acoso, Lila — dijo Marinette, riéndose, y su amiga le dio un golpe amistoso en el hombro —. Sigue, sigue.

— En fin. Ayer, anoche, ella llegó tarde y parecía haber estado tomando, sin pensarlo fui hasta su habitación y entré por la ventana — tomó un respiro, ya que parecía muy nerviosa con sólo recordarlo —. Y bueno, si lo estaba. Hablamos, la cuidé, le di un baño y no se en que momento, terminamos besándonos.

— Aww, que tierna ¿No quieres ser mi novia? — preguntó Aurore, logrando avergonzar a la castaña.

— Cállate.

— Anda, continua — la apremió Alya, desesperada por saber los detalles. (El chisme)

— Ya.... era un beso muy, vale.... muy intenso y terminamos de alguna manera en la cama... ¡No es lo que piensan! — se defendió al ver los ojos malignos de sus amigas. Marinette carcajeó y Lila enrojeció —. No hicimos nada. Ella simplemente me besaba y de un momento a otro comenzó a llorar, me pidió perdón muchas veces y dijo que lamentaba haberme tratado mal en los últimos años — dijo con una sonrisa tonta en sus labios, al recordar lo hermosa que se veía Nathaly aún toda llorosa y borracha.

Rivales | Chloenette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora