Rivales | Chloenette

Capítulo 17

Ya estaban llegando a finales del año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año. Viajarían a las montañas y pasarían dos noches en ella, acampando y para Marinette nada se escuchaba mejor.

Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Chloé se encontraba cerca de Marinette, sus dos amigas actuaban como una muralla entre ellas. A Marinette le deprimía, ya que estaba deseosa de hablar con Chloé.

Estaban en el aparcamiento de la escuela, esperando para subir a los autobuses. Lila golpeteaba la suela de sus zapatos contra el piso, ligeramente. Las dos chicas enviaban una mirada desaprobadora a Marinette.

- Dos horas. Las dos putas horas de la ceremonia, estuviste mirando a Chloé - la regañó Lila y la ojiceleste bajó el rostro.

- Ya te estás dejando en ridículo - Marinette pensaba hablar, cuando la periodista la mandó a callar -. Y no me vengas con el numerito de que es hermosa y todo eso.

- Ustedes no me han dejado estar cerca de ella, prácticamente me siguen hasta el baño - dijo, exasperada, y sus amigas asintieron.

- Así es como debe ser - le dijo Alya.

- Te protegemos - agregó Lila.

- No como esta guarra de aquí - dijo la italiana, señalando a la rubia que tecleaba en su móvil.

Aurore levantó el rostro, mirándolas.

-Está enamorada, ella no puede hacer nada contra eso.

- ¡Olvidarla!

- Raparle el cabello - Alya sonrió y Lila apoyó la idea.

- Se vería hermosa, aún sin cabello - dijo sin pensar Marinette y sus mejillas se sonrojaron -. ¿Escucharon?

- Esperen un segundo, voy al baño a vomitar - dijo Lila, haciendo una mueca.

- Y mira, allí está tu amada chica - Alya comentó sarcásticamente, señalando a la animadora a lo lejos.

Allí estaba Chloé. Adrién la recostaba contra el bus y prácticamente le comía la boca, cada día parecía que se besaban con más fuerza. Por un segundo pensó que la lengua de Chloé saldría por el ojo de Adrién, la rubia enredaba los dedos en el cabello del chico pero, de un momento a otro, lo apartó lejos de ella. Se miraron con la respiración agitada y se dijeron algo que no pareció contentar del todo a Adrién. Marinette no pudo soportar el seguir mirando y sus ojos se humedecieron, desviándolos.

- Ella... yo... yo... iré a ver cuándo partimos - dijo en un susurro.

Aurore observó a sus amigas con reproche y ellas entendieron que tal vez si se habían pasado un poco. Fue hasta donde el profesor y preguntó, dentro de unos diez minutos saldrían los autobuses. Esperó, mirando a los estudiantes avanzar y se sentía tan cansada que ya no veía el momento para echar una siesta durante el viaje.

Escondía las manos en los bolsillos de su chamarra y bostezó, achicando los ojos. Observó a Chloé hablando con el profesor a un costado y decidió no verla, le dolía mucho últimamente. En realidad, siempre le dolía. Era su culpa por haberse enamorado de ella, tonta, tonta.

-¡Vayan subiendo, por orden de lista!-gritó el profesor y todos fueron tranquilos.

Marinette se acomodó la mochila de viaje en su hombro, el equipaje completo ya guardado en el maletero del bus. Alya sujetó sorprendida a su amiga por el brazo y Lila reclamaba al profesor, Marinette seguía sin enterarse de nada ya que estaba muy distraída.

- No, mire otra vez la lista. Marinette no puede ir con ella - dijo Alya con desprecio y sujetó más fuerte a la ojiceleste.

- Así es el orden, jóvenes. Bourgeois, ve entrando - el señor Carter dijo a la rubia, quien mostró una mirada inocente y luego le sacó la lengua a Alya y Lila, las dos estaban echando humo -. Dupain y Archien, se sientan con ella.