Vivir el presente.

Capítulo 35

El tiempo pasa demasiado rápido o muy lento en algunos casos, en mi caso, un año fue un siglo; un siglo viviendo en mi propio apartamento y yendo a la empresa a solucionar asuntos que le correspondían a mi hermano; el cual se encontraba en Estados Unidos resolviendo sus propios asuntos. Mi vida giraba en torno a esta rutina: levantarme, irme a la empresa, regresar a mi hogar a dormir con la mujer de turno. Sí, me he convertido en un mujeriego, no porque lo quiera hacer, realmente me gustan esas chicas a primera vista, pero ninguna llegan a complementarme como lo hacia ella ¿Lucy? Solo la he visto en algunas ocasiones después de la boda, solo viene a resolver cosas de los Heartfilia y regresa a su hogar en New York, así que son contadas las veces en la que hemos intercambiado solo un saludo. Mi hermano y ella se fueron a vivir al extranjero para vigilar de primera mano la sucursal que en la pasada navidad Lucy pensaba colocar en esa localidad, no es la gran cosa; en ese año llegaron a inaugurarla y va como viento en popa.

Zeref se ha reunido con mi padre innumerables veces y cuando no puede él llama y se ponen hablar un tema delicado; el asunto de un futuro heredero no es algo que se tome a la ligera, ellos lo habían prometido si los dejaban casarse como lo pidieron, sin embargo no se ha escuchado ninguna noticia de algún niño. La situación se remonta que por lo de la inauguración de la sucursal, habían pospuesto la idea de tener un hijo y ambas familias lo comprendieron, pero después de unos meses comenzaron a desesperarse, la razón; Lucy no podía tener hijos, por más de que lo intentaran y de corroborar esa información, decidieron someterla a un tratamiento, así que por ahora no hay heredero. ¿La he olvidado? Esa es su pregunta, déjenme decirles que no esa mujer por más de que quiera sacarla de mi cabeza no se va, sueño con ella cada noche y en algunas ocasiones la he llamado sin respuesta. No podría llegar a ser más miserable en mi vida, desear la mujer de mi hermano no estaba en mis planes.

Me he reunido con Erza y Jellal en algunas ocasiones (cuando tengo tiempo) nos ponemos hablar de banalidades, no nombramos a Lucy por ningún motivo, pero eso no es excusa para no saber de ella, los medios de comunicación nos tienen informados. Y como en todo noticiero, las noticias importantes son las primeras en comunicar.

- ¿Por qué van a volver a Japón? – pregunta la reportera.

- Necesitamos unas vacaciones, el ver a nuestras familias nos hará bien – responde la rubia de ojos chocolates.

- Además no hemos tenido nuestra merecida luna de miel – secundo el moreno.

- Pero señora Heartfilia y señor Dragneel ¿Cuánto tiempo será? ¿A quién dejaran a cargo? – volvió a preguntar la reportera.

- Aun no lo sabemos, y la persona encargada es alguien de suma confianza – contesto mi hermano.

Fue la última pregunta porque ellos subieron a su respectivo avión, cabe destacar que entendí completamente la entrevista sin necesidad del traductor, eso se debe a que hubo un tiempo en el cual salí con una americana de cabello rubio y ojos azules, su nombre era Jenny Realight; quien me enseño el idioma de una manera que no voy a contar, el hecho es que aprendí.

- Así que Lucy vuelve – afirma la mujer de mirada amenazante.

- Por lo visto si – le respondo y ella retira mi taza de café.

- Jellal cariño ¿Crees que venga a visitarnos? – pregunta esperanzada.

- Esperemos que si – responde este.

- Solo vino una vez en todo este año, y eso que vino a tomar un café cargado.. – dijo desilusionada.

Erza termina de comer su pastel de fresas y Jellal recoge su plato para juntarlo con los otros trastes.