capítulo 24

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Miles de emociones entonaban mi susurro, su rostro no tenía expresión, sin embargo su mirada decía todo; incertidumbre, miedo y decepción.

- Cariño... – dijo Gray aunque no salía del asombro y ella volvió a la realidad.

- Se está haciendo tarde y me preocupe de que no llegaste a la cama – expreso disgustada.

- Lo siento, no me di cuenta de la hora – se disculpó nervioso – Ya voy a la cama.

- Vamos – esta vez si se lo llevaría – Buenas noches Natsu-san – se despidió con una sonrisa – Que pase buena noche.

- Hasta mañana – dijo Gray – Recuerda no decir nada por ahora – susurro.

Cuando ellos se fueron, me dirigí al baño me lave la cara y me mire en el espejo. Mi mente aun no podía asimilar todo lo que dijo Gray, suspire pesadamente y subí a lo que sería donde dormiría hoy; es una cama pequeña para dos personas ¿Cómo fue que durmió semejante mastodonte en esa cama junto a su esposa? Me pregunte recordando navidad. Me recosté en la cama y mire el techo buscando respuestas, ahora que lo pienso el techo siempre ha sido mi aliado en estas circunstancias; él no me dice nada sin embargo yo lo miraba.

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Escuche ruido en la parte exterior, mire el reloj y faltaba un cuarto para las seis. Cogí la cobija y me arrope, pero recordé que Gray se va hoy así que es por eso el alboroto. Me levante sin mucha energía debido a que no pude conciliar el sueño y tampoco me di cuenta cuando me dormí; mi mente formulaba muchas preguntas sin ninguna respuesta.

Salí de la habitación y baje al comedor donde se encontraban todos reunidos como una familia, me sentía fuera de lugar, así que iba a volver a la habitación sin ser percibido. Pero Lucy me miro.

- Natsu-san buenos días – dijo Lucy en un tono cantarín.

- Buenos días – respondí de igual manera.

- Pero no se quede ahí, venga siéntese – pidió Lucy señalándome un asiento.

Asentí y me acerque perezosamente al asiento; me senté y salude a los demás con la cabeza, ellos respondieron asintiéndome. Lucy fue a la cocina junto a Wendy a servirme el desayuno, mientras Gray bebía de su jugo y hacía sonar sus dedos en la mesa.

- Oye – llame su atención – tengo muchas preguntas – confieso.

- No puedo responderlas en este momento – susurro.

- Entonces...

- Mira – me corto – Responderé las preguntas que quieras cuando regrese ¿entiendes? – dijo cansado.

Suspire, no dije nada mas ya que en eso vino Lucy junto a Wendy, me dio el desayuno alegremente; desayuno que constaba de un poco de arroz con huevo y tocino, acompañado de una gran taza de café. Le sonreí y me dispuse a disfrutar de mi desayuno. Gray se levantó de la mesa.

- Estuvo muy rico – dijo entregándole los trastes a Lucy. Ella sonrió.

- Tu maleta ya está arreglada, está en la habitación – menciono.

- Muy bien, gracias – le dio un beso en la mejilla – voy a cepillarme, ya vienen por mí – se rasco la cabeza.

- Está bien, estaré pendiente.

- Hermano ¿Me traerás algo de tu viaje? – pregunto Wendy.

- Claro que si cariño, no me olvidaría de ti – le desordeno su cabello y ella se quejó.

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