Enamórate - Simón Vargas

Capítulo 6: Sonrisas.

Luego de eso, Simón se dirigió a su casa donde estaban las guitarras y el mensaje de Emma le llegó, lo abrió y rio cuando vio que además de tener la dirección se encontraba en él una carita sonriente. Manchas se coló al auto cuando subía las guitarras y Simón lo dejó acompañarlo por pereza a sacarlo del auto, una vez todo listo, comenzó a andar hacia las bodegas.

Emma después de recibir la llamada de Simón salió corriendo de su cama y se puso a recoger el apartamento, no es que fuera un desastre, pero la llamada de Simón la había tomado completamente desprevenida. Pasaron 20 minutos y la puerta sonó, corriendo, Emma abrió la puerta y sonrió cuando vio a Simón delante de ella con un gato en brazos.

Si: Se coló y no me da confianza dejarlo en el carro.

Emma vio al gato con adoración y su voz pasó a un tono tan agudo que Simón se asustó un poco.

Em: Mi Amoooooooooor, ¿Es Manchas? Amooooor.

Simón trató de advertirle a Emma que Manchas no era tan dulce como él lo pintaba, pero el gato ronroneó y pasó de su pecho al de ella, haciendo que Emma sonriera aún más y comenzará a acariciarlo, Simón por un momento se perdió en su sonrisa y en lo bonita que parecía esa chica, pero quito esos pensamientos de su cabeza antes de poner raras las cosas.

Si: ¿Emma?

Em: ¿Sí?

Si: Iré por las guitarras, ¿Te quedas con Manchas?

Em: ¡Claro! ¿Quieres ir a mi cuarto Machas? Sí

El gato maulló y Simón giró los ojos divertido mientras salía hacia el auto, llevo rápidamente las guitarras y decidió irse, llamó a Manchas, pero el maullido se escuchó desde la habitación y Simón se acercó con confianza, cuando entró a la habitación vio a Manchas al lado de Emma, quien tenía los ojos cerrados y tarareaba una melodía mientras acariciaba al gato. Simón no supo por qué, pero le pareció una escena bastante tierna y le dieron ganas de buscar alguna excusa para quedarse un poco más. Lentamente se acercó hasta el gato y de repente Emma paró de cantar para darse una vuelta agresiva topando con Simón.

Si: Tranquila solo soy yo. Lo siento por asustarte.

Em: No pasa nada, exagero de vez en cuando.

Si: En serio no quieres vivir sola ¿No?

Emma sonrió y se hizo a un lado de su cama dando espacio para que se sentara Simón, él no desaprovechó la oportunidad y se sentó a su lado.

Em: No es que no quiera, pero es una ciudad totalmente desconocida y puede ser...

Si: Peligroso, es entendible.

Em: Además de que me matarían si me llegan a descubrir viviendo sola.

Ambos rieron y Machas comenzó a jugar con la mano de Emma.

Si: ¿Te puedo hacer una pregunta más personal?

Em: Vaya, cualquiera pensaría que la que quisiera saber cosas personales sería yo.

Emma rio mientras que Simón la veía sin saberlo dulcemente.

Si: ¿Es un sí?

Em: Obviamente sí, soy como un libro abierto, pregunta lo que quieras.

Si: ¿Qué haces aquí?

Emma suspiró y Simón notó como su rostro adquiría seriedad y sus ojos un brillo especial.

Em: Quiero lograr mi sueño y sé que esta universidad es una muy buena opción.

Si: ¿Cuál es tu sueño?

Emma sonrió y dejó de ver a Manchas para fijar su mirada en Simón.

Em: Hacer lo que tú haces. Subirme a un escenario y cantar mi música con cientos de personas, dejar una pequeña huella en el mundo musical, en la gente.

Simón se quedó perplejo viendo como la chica parecía estar hablando del amor de su vida y en ese momento un cachito de su corazón fue robado, aunque no se dio cuenta.  Emma se sintió cursi al decir todas esas cosas, por lo que sus mejillas se sonrojaron y bajó la mirada, de repente un ardor se sintió en su abdomen y soltó una pequeña queja.

Em: Auch.

Si: No ¡Machas! ¿Estás bien?

Em: Sí sí, solo fue un pequeño rasguño..

Emma levantó sin pena un poco su blusa revelando un rasguño, que si bien era pequeño era lo suficientemente profundo como para sacar algunas gotas de sangre.

Si: Uy no, eso no se ve bien ¿Tienes algún botiquín?

Emma negó con la cabeza mientras seguía viendo el rasguño, de repente Simón abandonó el cuarto y regresó después de varios segundos con una bolsa negra en la mano.

Si: Bien, muévete Manchas.

Em: Simón, no es nada.

Si: Seguro ahora no te duele, pero se puede infectar, la limpiaré ¿Sí?

Emma se perdió mientras veía como Simón sacaba alguna cosas del botiquín y sintió una extraña sensación en el estómago cuando su mirada topó con la suya y él le sonrió.

Si: No arderá.

Luego Simón pasó un algodón por el rasguño de Emma y ella en reacción trató de detener el brazo de Simón, cuando su mano tomó su brazo, él la vio divertido, a lo cual ella se sonrojó y rápidamente lo alejó, nadie dijo nada mientras Simón limpiaba herida y una vez que había pegado una pequeña banda se alejó de Emma y le sonrió por milésima vez en la noche.

Em: Muchas gracias, Simón.

Si: No fue nada, después de todo fue Machas quien lo causó.

Em: ¿Lo traerás? ¿Cuando vivas aquí?

Si: No lo sé ¿Te importaría?

Emma sonrió y tomó al gato entre sus brazos.

Em: En lo absoluto.

Ella le hizo un cariño más a Manchas y a Simón le pareció nuevamente la persona más tierna del mundo, extrañado por su pensamiento decidió que era hora de irse, quizá los comentarios de sus amigos ya le estaban afectando.

Si: Emma, debo irme.

Em: Oh claro, esto es tuyo.

Ella sonriente le dio a Machas y lo acompañó hasta la puerta.

Si: Gracias Emma.

Em: Que descanses.

Si: Igualmente.

Emma sonrió y cuando él salió hizo el intento de cerrar la puerta, pero antes un grito de Simón llegó hasta sus oídos.

Si: ¡Emma! ¡Tú sueño es increíble, por cierto!

Emma sonrió inconscientemente y soltó un susurro mientras cerraba la puerta.

Em: Gracias, lo sé.

Gracias por su tiempo, voto y/o comentario.
Carol.