Villamil tomó su cuaderno y comenzó a garabatear algunas frases mientras otro bostezo salía de sus labios, eran ya las dos de la mañana y él seguía sin poder dormir. En realidad sí quería y estaba seguro de que en cuando cerrara los ojos se quedaría dormido, pero estaba esperando una visita de la chica que lo tenía intrigado. Kathery parecía ser una chica dulce y tierna todo el tiempo, Villa adoraba verla sonrojarse cuando estaban demasiado cerca, adoraba como ella tocaba su frente para revisar su temperatura y sin duda adoraba verla, poder platicar con ella y verla de cerca, por eso es que aún siendo las dos de la mañana seguía despierto, pronto le tocaría un medicamento importante y solo su doctora lo podría administrar, es decir, que Kath estaría en su habitación en cualquier momento.
Kathery recorrió el pasillo y miró nuevamente la hora cansada, le faltaban 4 horas más para salir y poder dormir cuanto quisiera, antes de entrar al cuarto de Villa tuvo que recordarse a sí misma que él solo era un paciente, a pesar de que él lograba volverla loca con cualquier mínimo detalle, ella debía ser profesional. Al entrar a la habitación lo vio escribiendo sobre el cuaderno con la mirada cansada y pérdida, cosa que le causó una ternura enorme.
Kat: Deberías estar dormido, Villamil.
Villa miró a Kath sorprendido y luego de acomodarse mejor, sonrió.
Vi: En realidad no estoy tan cansado.
Kat: ¿Cuándo aprenderás que eres mal mentiroso?
Vi: ¡Oye! Por lo menos lo intento, dame algo de crédito.
Kath no pudo evitar soltar una pequeña risa y se acercó para tocar su frente.
Kat: ¿Me dirás por qué no estás dormido?
Villa sintió la suave mano de Kath en su pecho y la miró directamente a los ojos, observó sus labios y de alguna forma logró acercar su rostro un poco más al de ella. Kath de dio cuenta de lo que pasaba y quizo alejarse enseguida, pero sus piernas parecían no reaccionar y sus ojos tampoco se querían despegar de Villa. Cada vez se fueron acercando más, hasta que casi respiraban el mismo aire, luego Villa pasó su mirada de sus ojos hasta sus labios y viceversa, Kath hizo lo mismo y antes de que alguien hiciera cualquier otro movimiento, Villa soltó un susurro.
Vi: Quería verte.
En ese momento, Villa estaba dispuesto a probar los labios de esa chica, no le importaba más que besarla y tenerla cerca, pero la puerta se abrió provocando que Kathery reaccionará y se alejara rápidamente, Villa soltó un suspiro y se dejó caer en la cama sintiendo una profunda decepción.
Kath observó a la enfermera que había entrado y afortunadamente estaba leyendo un expediente, por lo que no había notado nada extraño, aún así no podía creer que ella y Villamil, quien era su paciente, estuvieron a nada de besarse. Obviamente había querido hacerlo, muchas veces mientras él le regalaba sonrisa o simplemente dormía, pero ella debía aprender a alejarse, además estaba segura de que una parte de ese chico estaba demasiado lastimada o triste como para intentar algo con alguien más. La enfermera levantó la vista y reconoció a Kath enseguida, por lo que se disculpó.
En: Oh, lo siento mucho doctora, es solo que le tocaba revisión al señor Villamil y no sabía que usted lo atendería.
Kat: No se preocupe Sara, yo me haré cargo.
La enfermera asintió y salió de la habitación, luego Kath soltó un suspiro y se dirigió hacia el suero de Villamil sin levantar la mirada, cosa que a él le pareció adorable.
Vi: No tienes que avergonzarte, si no hubiera sido por ella yo te estaría besando en este momento.
Kath levantó la vista y dijo lo primero que se le vino a la mente.
Kat: ¿Alguien te puso morfina o algo? Soy tu doctora, tú eres mi paciente.
Vi: Y tú me gustas y yo te gusto.
Kath sacó la aguja y puso el medicamento en el suero, luego sacó el estetoscopio y se acercó más a Villa, quien la veía divertido.
Vi: Sé que te gusto, ¿Por qué no me das la oportunidad? Tú me gustas.
Kathery usó mucha fuerza de voluntad para suprimir la sonrisa que amenazaba con salir de sus labios y puso el objeto en el pecho de Villa.
Kat: No me conoces, así que deja de decir tonterías y no hables, necesito escuchar tu corazón.
Vi: Quizá está loco porque la doctora linda no me ha besado.
Kathery ahora sí rio y miró divertida a Villa.
Kat: Ahora sí voy a creer que alguien te drogó.
Vi: Eres la única que me toca, lo juro.
Kathery rio y se sentó por un momento en la camilla.
Vi: En serio Kath, llevo casi una semana aquí y sé que me gustas, me quedé hasta las dos de la mañana despierto por usted, merezco la oportunidad.
Kat: ¿Oportunidad de qué?
Villa sonrió y se sentó para acercarse más a ella.
Vi: Una cita.
Kathery río y negó con la cabeza.
Kat: Por si no lo has notado, estás en cama, bajo evaluación psicológica y por mi cuidado. ¿Cómo quieres tener una cita?
Vi: Ya me las arreglaré, tú solo vendrás aquí mañana mientras no estés trabajando, ¿Trato?
Kath rio y tras unos segundo en la mirada de Villamil, terminó asintiendo, luego se paró con la disposición de irse.
Kat: Bien, tus signos vitales están bien, el medicamento ya está y necesitas descansar, nos vemos mañana.
Un pensamiento pasó por la cabeza de Villa y después de pensar en que seguro el riesgo valía la pena, puso una mano sobre su pecho y comenzó a soltar pequeños quejidos; Kathery preocupada se acercó hasta su pecho y trató de revisarlo, pero entonces Villa sonrió y tras tomarla del cuello plantó sus labios sobre los de ella, ninguno tardó en reaccionar probando los labios del otro, Kathery sabía que era imposible, pero casi podía jurar que había animales en su estómago, pues el cosquilleo no paraba. Villa simplemente disfrutaba de esos labios que había ansiado probar mientras alguna especie de electricidad pasaba por su cuerpo, una vez el aire les faltó ambos, se separaron y Kath soltó un suspiro, Villa la miró con una sonrisa.
Vi: Lo siento, es que nos habían interrumpido.
Kathery rio y se alejó de él con una sonrisa, una sonrisa que siguió pintada en su boca incluso después de salir de la habitación y Villa por fin pudo dormir, con una sonrisa pintada en la boca y el corazón latiendo rápido.
Gracias por su tiempo, voto y/o comentario.
Carol.
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Enamórate - Simón Vargas
Hayran KurguNinguno esperaba amor verdadero. El era solo una persona a la que admiraba junto con sus otros 3 amigos; le encantaba su música, los seguía en sus redes e incluso algunas veces le había seguido el paso. Ella era una fan, como muchas otras que tenía...