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✿Capítulo 17

—Eso no ayudará a bajar la fiebre Jungkook— los interrumpió la voz de alguien, al fijar ambos su vista hacia su dirección observaron el cuerpo de Jimin recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una expresión seria.

—¿Y tu como sabes eso?— se defendió el menor mirando con el ceño fruncido a su hermano, el cual se iba acercando cada vez más.

—Es muy obvia la pregunta que me haces— respondió el mayor observando fijamente a Tae, quien apartó la mirada al conectar sus ojos con los de su hermano.

—No toques a TaeTae— exclamó apartando la mano de Jimin, el cual estaba a punto de tocar la frente del nombrado.

—Soy mayor que tu, así que tengo mas derecho a estar con él— reclamo desafiandolo con la miranda molesto al azabache.

—No te pregunte que tan viejo estás hermano, te dije que no tocaras lo que no es tuyo— dijo Jeon cruzando sus brazos para levantarse de la cama.

—A veces eres muy posesivo hermanito— confeso el contrario sonriendo de lado, por la expresión de este.

—Sólo con las cosas que me gustan— expresó sin medir sus palabras, aquello había dejado a Taehyung pensativo, jamás se le había pasado por la cabeza que su hermanito diría algo así.

A los poco segundos apareció Yoongi, tenía el cabello algo desordenado al igual que su ropa, bostezo y se acercó al enfermo Kim quien no correspondió al abrazo, cosa que sorprendió al pálido, los examinó y vio que sus mejillas seguían sonrojadas, tomó su temperatura y al instante fue apartado.

—¿Que sucede V-chito?— pregunto algo confundido por la actitud del menor.

—Nada, es solo que no me gusta que me traten como una cosa— hablo con sinceridad, tenia una expresión seria, señal de que algo malo pasaba.

—¿Quien dijo que eras una cosa?— volvió a preguntar Min, Tae desvió la mirada hacia los otros dos y de inmediato Yoongi supo de quién era la culpa —¿Ahora que hicieron?— les interrogó el mayor matando con la mirada a sus dos hermanos restantes.

—Déjalo así Hyung, ya me quedo muy claro que soy para ustedes— confesó Kim comenzando a empujar a sus hermano de su habitación.

—Pero si yo no dije nada— se defendió Min tratando de hacer razonar a su hermano.

—¿En serio? ¿Porque teniendo una novia tienes que venir a tener relaciones conmigo?— hablo con la voz quebrada mientras lagrimas luchaban por salir de sus ojos —Además... ¡la única razón de que estén en casa es porque esperan que tenga sexo con ustedes!— levantó la voz cansado de que lo usaran a su antojo.

Pensaba que podría aguantar todo aquello pero se equivocó y ahora se arrepentía de haber confiado en sus hermano y haber entregado su cuerpo en charola de plata, no quería volver a verlos, así que con todas sus fuerzas los empujo de su habitación hacia la salida para luego cerrar de un portazo, sin olvidar de poner el pestillo, comenzando a romperse en llanto dejando escuchar a sus hermanos como se destrozaba de a poco.