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•Capitulo Corto•

-Madre, ¿Hoy también vendrá Inseong?

-¿Cuantas veces tengo que decirte que si? Hwiyoung - Preguntó mi madre mientras peinaba suavemente su oscuro cabello delante del espejo, ella nuevamente tendría que ir a trabajar, no entendía porque ni siquiera se podía tomar un descanso el día domingo - El viene los dos días de fin de semana a enseñarle a Bon Hwa

-¿Y yo tengo que quedarme?- Protesté, era el segundo día de mi primer fin de semana después de mucho tiempo en Corea y tendría que estar encerrado, otra vez ,como cerdo en un chiquero. Bueno en realidad, la casa no era para nada un chiquero.

-No específicamente, pero si sigues insistiendo...

-¡No!, ¡esta bien!, entonces... ¿Si puedo salir?- Pregunté otra vez, sólo quería asegurarme.

-¿Que te acabó de decir Hwiyoung?- Respondió enojada mientras agarraba el grueso peine con el cual se estaba peinando y lo abalanzaba hacia mi cabeza. Adiós cabeza.

Antes de que este cayera sobre mí corrí rápidamente evitando así el golpe, mientras me reía a carcajadas por toda la casa. Cuanto extrañaba esto.
Mi padre lo único que me aportaba era dinero, jamás reímos juntos, ni bromeabamos, las únicas veces que compartíamos diálogos eran gracias a el instituto, y como dije anteriormente por el dinero. Ni siquiera se quejaba de mi comportamiento, de la hora que regresaba a casa, o de como me sentía, aunque sabiendo eso anticipadamente me fui con el.
Sabía que el no me molestaría con estúpidas preguntas sobre que me sucedía, ya que estaba más concentrado en su empresa. Por eso mismo había decidido ir con el.

Me tire fuertemente hacia mi cama mientras sentía como esta se hundía con mi peso, era tan relajante.
Solté un suspiró, al recordar que hoy no tendría que estar encerrado en casa, estaba demasiado emocionado en volver a salir a bailar y pues, olvidarme del mundo como hacia interiormente.

Pero... Esta vez había un pequeño gran problema, ¿Con quien iría?, hacía mucho que no estaba aquí y mis amistades se basaban más que en Rowoon. Nunca antes había salido a un lugar de esos con el. Pero prácticamente, al verlo, parecía ser de la clase de chico que va a una fiesta para terminar en la mañana en un motel. En conclusión, Rowoon me abandonaría y se iría con una de las típicas zorras de pechos grandes, y yo quedaría como un borracho llorón tirado en la calle.

Pero lamentablemente no tenía a quien más pedir que me acompañe, el era el único amigo que ahora sabía de mi existencia, no tenía opción, me tendría que arriesgar a aparecer en las noticias como un sexy borracho violado en la esquina de la fiesta.

Tome mi celular que descansaba en mi mesita de luz y seguidamente le envíe un mensaje de texto a mi amigo extremadamente alto.

Rowoon, ¿Puedes salir a bailar esta
noche?

Me disponía a dejar el celular a un lado pero inmediatamente un mensaje llegó. No, no podía ser el, ¿Tan rápido?

Claro, te iré a buscar a las 0:00.

-Ese idiota - susurré mientras reía.

Perfecto ya estaba planeado, realmente necesitaba una de estas noches en las que me podía olvidar desde mi nombre hasta mi estúpida historia. Y hoy porfin había llegado la oportunidad.

Sin más solté el celular y cerré los ojos tratando de conciliar el sueño ya que en unas horas no sería capaz ni siquiera de sellar un ojo.

Del amor al odio, ¿Y del odio al amor? TaeHwiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora