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Estoy tan nerviosa... Jamás imaginé que mis padres me dejaran esta responsabilidad tan grande, aún me duele recordarlos...daría todo por haberlos abrazado aquella ultima vez....pero no, no debo pensar en el pasado. Concentrate Elsa!, no sientas...no sientas.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta cuando comencé a helar mi habitación, me concentre un poco, respire ondo y trate de  volver a mi estado normal, a veces estar neutral es difícil para mí y más este día, apenas son las 7:00 a.m y ya muero de nervios, todo debe salir perfecto en la coronación.
De repente se giró el picaporte de mi puerta y comenzaron a entrar mis sirvientas de confianza, un par fueron a correr mis cortinas y el abrumador sol entró por toda mi habitación....

—¡Fuera!—escuché gritar a Eyra, ella era la única que sabía de mi poder, mi madre había elegido bien a quien confiar mi secreto. —Princesa Elsa—no contesté, sólo me gire en la cama y me tape el rostro del sol —¡¡Princesa Elsa!!— vaya esta vez me alzo la voz, emití un pequeño ruido con los labios a modo de contestación aunque fue más por irritación, no me agradaba que repitieran mi nombre muchas veces. —Princesa Elsa, Porfavor levantese e intente arreglar la habitación, pronto vendrán las demás sirvientas a vestirla— me habló de forma neutra, así me hablaban mis tutores, aguarda...dijo ¿arreglar?; Me levante de golpe al sentir los copos de nieve caer sobre mi cabeza, de verdad estaba tan nerviosa que no los percibí hasta que Eyra me lo dijo.

—Lo siento— fue lo único que pude articular, el miedo comenzó a invadirme y frote mi manos una contra la otra, sentir que tenía puestos mis guantes me daba un poco de seguridad, volteé mi mirada a la ventana, evitando ver los ojos de Eyra a toda costa.

—¡Por los dioses  princesa!, ¿No durmió nada anoche?, le dije que debía descansar mucho... —caminó hacia la puerta y cerró con llave para evitar que entrará alguien, después volvió hacia la cama mientras me hacía una seña para que me levantara, ni siquiera entiendo todo de lo que parlotea, de seguro esta molesta, comencé a mirar su actuar fijamente, ella nunca se comporta así o al menos no conmigo, se nota que esta nerviosa igual o más nerviosa que yo... — No me miré así princesa, hoy es un gran día y usted parece mapache—reí internamente al escuchar eso, descifró mi mirada jaja, de un momento a otro me tomó del antebrazo  y  me llevo hasta el baño. ¡Por Dios el agua esta muy caliente! ¿Que le pasa a Eyra? ¿Acaso quiere cocinarme?

Después de darme la ducha elegí un vestido azul largo, con escote de corazón marcado con hilos de oro al igual que la cintura, tenía  flores moradas bordadas en el fondo a la altura de mis pantorrillas , algunos destellos en negro y rosa en mi abdomen, a igual que en mi escote y para complementar mi vestuario elegí una de mis capas, me decidí por la rosa atercipelada ya que combinaba con los destellos de mi vestido, arrastraba por el suelo de forma elegante y se abrochaba al centro de mi pecho con un zafiro, por último tomé mis guantes y los volví a colocar en mis manos, era lo más preciado que poseía; Me los había regalado mi padre para controlar mi horrible don.<<Si tan sólo mi padre estuviera conmigo>>,  suspire y moví un poco la cabeza para discernir mis pensamiento. Debía estar tranquila, serena y fría si quería que todo saliera bien. Nada de emociones, nada de tropiezos. Me senté en el tocador con rigidez, mire en el espejo las grandes ojeras que se asomaban bajo mis ojos y sonreí un poco a Eyra a través del cristal, obteniendo solamente un pequeño gesto de su parte.

—Princesa Elsa, sé que esta nerviosa pero....—me molesté odiaba que me dieran sermones a cerca de mis emociones.

—Basta— hablé de forma brusca y rapida, no dejándola terminar, di un pequeño resoplido y volví a hablar de forma más calmada —Eyra... no quiero hablar de eso por el momento te agradecería no tocar el tema, y por favor termina rápido, necesito serenarme antes de asistir a la ceremonia— dije fría, sí, no quería que me hablará como si ella entendiera mi sufrimiento...

—Disculpe mi atrevimiento princesa, solo quería que entendiera que sus padres estarían orgullosos de usted en estos momentos— término de peinarme, alze la mirada y le sonreí un poco a través del cristal, era mi forma de agradecerle el gesto, ella lo entendio, devolvió la sonrisa y salió de la habitación presurosa, supongo que debe ir por Ana.

❇ El Último Reino ❇ (Hiccelsa) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora