❇ El Último Reino ❇ (Hiccelsa) TERMINADA

*_ La canción sigue siendo la misma _*

La busqué por todos lados.... No había ninguna pista de ella entre la nieve, Chimuelo y yo habíamos recorrido casi toda la isla. Nada...Parecia que Elsa había desaparecido.... Maldición!!! Mi padre me matara!!!.

Solté un pesado suspiro de resignación. Ya tenía suficientes problemas; Y el que más me aterraba era saber como estaba ella.

Aún recuerdo cuando la vi correr. El miedo parecía... consumírla..., sus ojos llenos de lágrimas me quemaban... Saber que ella escapaba de mí... Tal vez.. Creyó que yo le haría algo, que la traicionaria.... Ahora entiendo todo, es por eso que se llamaba "monstruo".... Debo encontrarla...

Mire a todos lados una vez más, no alcanzaba a distinguir mucho. La nieve apenas había parado de caer, dejando un paisaje blanco por todo el bosque. ¿CÓMO RAYOS ELSA PUEDE HACER ALGO ASÍ?.
Rasque mi nuca desesperado, de verdad necesitaba respuestas y la única persona que puede darlas huyó....

—Regresemos amigo. — Chimuelo solo se limitó a asentir. Él igual estaba cansado.

Mire por última vez al blanquecino bosque con la esperanza de observarla, pero eso no sucedió.

Chimuelo emprendió el vuelo de regreso a casa, le agradecí internamente el hacerlo, pero a la vez no quería volver...
Sabía que si regresaba sin Elsa me esperaba un enorme regaño de mi padre y tal vez de mi madre. No, no estoy de humor para eso....

—Vamos al lago.

—Grrrr...

—¡¡Anda!!, No me resonges.

—Grrrrrrgrrrrrr.

—¡¿¿¿Volver a casa???!, JA, buen chiste amigo.... — hablé irónico, aunque sabía que por dentro sabía que me era inútil hablar así con él. — No volveré sin ella, Estoico me patearia el trasero. — termine mencionando derrotado. Sin decir más mi fiel compañero se dirigió a nuestro escondite, él me entendía perfectamente bien....

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Ahí estaba yo, acostado aun lado de mi fiel amigo justo en aquel claro donde comenzó nuestra amistad. Nada había cambiado, yo seguía siendo el mismo chico asustado y él seguía siendo la misma criatura salvaje. Aunque ahora ambos nos entendíamos mejor....

Mire el cielo, aun no podía conciliar el sueño, cosa que para Chimuelo fue fácil. Pronto comenzaría a amanecer y eso significaba que debía volver a casa a dar la cara....rasque mi cabeza con nerviosismo ante la idea, miré a Chimuelo dormir plácidamente y me senté de golpe, era más que claro que pasaría en vela toda la madrugada....

Busque papel y un poco de grafito en una de las bolsas de cuero que llevaba cuando salía con Chim, volví a dar un corto vistaso al rededor para después sumergirme en el papel.

Una sola persona rondaba mi mente. Una chica hermosa, de ojos tan azules que jamás había visto, de piel pálida y tersa, una nariz fina.... Pequeñas pecas apenas visibles adornaban sus mejillas, de manos delicadas y suaves... Una reina, en toda la expresión de la palabra, de carácter tan fuerte que enloqueceria a cualquier hombre.... —Elsa... — susurre, ¿PERO QUE DIABLOS ESTABA PENSANDO?, ¡¡reaccióna Hipo!!, ella no puede gustarte, aunque.... ¡¡No!!. Mi relación con ella solo debe ser diplomática... No debo ser idiota....

Suspire frustrado, inevitablemente la había comenzado a dibujar a ella y eso me fastidiaba, no puedo creer que me guste... ¡¡Tantas chicas Haddock!!... Arroje el grafito lejos y mire el horizonte, los primeros rayos de amanecer despuntaban y con ellos imponente se alzaba la punta de un castillo....
¿Un castillo?, pero... En Berk...¡Ella debe estar ahí!!