WhatsApp (Camren)

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Capítulo narrado

Camila y Lauren habían tenido sus mentes tan ocupadas en cosas de ellas que olvidaron por completo sus deberes, sobretodo Camila, quien parecía demasiado tranquila sin preocupación alguna.

No estará olvidando nada, ¿Cierto?

Cabe añadir que los besos apasionados y lujuriosos de su novia no ayudaban mucho a la situación, ambas estaban sumidas en el mundo de la pasión, cuando por desgracia el celular de la morena comenzó a sonar.

—Mhm... No contestes —dijo Lauren mientras seguía besando el cuello de Camila.

La menor asintió a ojos cerrados y pronto guió los labios de la ojiverde hacia los suyos. Mientras la besaba con hambre sintió una mano de su novia apretar su trasero y le fue inevitable no gemir entre el beso, encendiendo a Lauren por completo. Ambas estaban sobre la cama de la mayor y aunque estuvieran con ropa, poco les faltaba para despojarse de ella.

Lauren iba a hacer el amago de quitar el jean de su novia y deshacerse de la ropa que estorbaba su futura acción, pero el sonido del celular de Camila volvió a hacer acto de presencia.

—Mierda... —gruñó frustrada y Camila imitó su acción— Responde esa cosa y quien sea que llame dile que estás ocupada.

La morena sacó el teléfono de su bolsillo y contestó frustrada sin siquiera mirar la pantalla.

—¿Qué pasa? —dijo malhumorada. Lauren se acomodó a su lado y besó repetidas veces su mejilla con ternura, lo que hizo sonreír a Camila.

—Mija, ¿Está todo bien? Suenas enojada...

—Todo bien, sólo estaba... —miró a Lauren y ésta sonrió inocente metiendo su mano por debajo del jean de su novia y acariciando su zona íntima por encima de la tela— D-Durmiendo...

—Entonces levántate justo ahora porque tu padre y yo llegaremos en menos de una hora. Él irá por mí al trabajo —Camila asintió mordiéndose el labio por los movimientos de Lauren en ella.

—¿Por qué llegarán tan temprano? —dijo como pudo. La excitación iba incrementando y no era sencillo vocalizar apropiadamente.

—Cuando te llamé antes te lo dije, Camila. Irá un amigo de tu padre a comer junto con su esposa e hija. También te dije que si querías invitaras a Lauren. ¿Lo olvidaste?

—Ah, eso. No —dijo sencilla. Lauren presionó con más fuerza y tuvo que contener un gemido.

—Bueno, ¿Ya recogiste a Sofi, no?

Camila abrió los ojos como platos y se puso de pie de un solo brinco.

—¿Recog-ger a Sofi? —dijo nerviosa.

—Sí... —hubo un silencio largo— ¡Karla Camila, no me digas que lo olvidaste!

La morena tragó en seco y arrastró a Lauren hacia la salida con ella. La ojiverde la miraba confundida mientras se arreglaba un poco su ropa y la seguía.

—¡No! Digo... Claro que no. ¿Cómo podría olvidarme de eso, mamá? Por favor —dijo abriendo la puerta principal con rapidez y cerrándola luego de que Lauren saliera con ella en dirección a su auto.