—Toma, para que te relajes —le dijo Normani a Lauren mientras le entregaba una lata de cerveza.
Todas las amigas y algunos amigos de Lucy estaban pasando la tarde en su jardín disfrutando del sol radiante. Piscina, cerveza y comida era la combinación que seleccionaron para disfrutar aquel día, y sin duda fue una magnífica elección.
—Gracias... —contestó ella sonriéndole. Normani asintió y se sentó a su lado.
Lauren ni siquiera se dio cuenta de eso, y es que su concentración estaba demasiado enfocada en Camila y su forma tan sexy de nadar. La morena estaba en un bikini de dos piezas negro con líneas blancas que literalmente estaba robándole el aliento.
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Camila la vio desde el agua y le lanzó un beso juguetón seguido de un guiño antes de acercarse a la orilla y conversar sobre cualquier tema con Dinah.
—Deja de babear —se burló la mayor.
—No estoy babeando —se defendió Lauren con el ceño fruncido. Normani rió bajito y le dio un sorbo a su cerveza.
—¿Cómo va todo con ella?
—Muy bien —dijo la de piel más blanca, imitando su acción—. Las cosas han mejorado bastante, y espero que sigan así.
—Me alegro mucho —sonrió sinceramente—. Oye Lauren... Hm, quería hablar sobre algo contigo.
—Claro, dime.
—Bien, es que... —carraspeó incómoda, y Lauren supo de inmediato que estaba nerviosa.
—¿Qué sucede Mani? —Lauren miró preocupada a su mejor amiga—. ¿Todo bien?
—Sí, sí... No te preocupes. ¿Sabes qué? Olvídalo, es una tontería —la tranquilizó sonriendo.
Lauren frunció el entrecejo.
—¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad? —dijo ella con calma. Normani soltó un suspiro y asintió.
—El tema es que... —aclaró su garganta y le dio otro trago a su garganta— ¿Cómo supiste que estabas enamorada de Camila? —formuló la pregunta tan rápido que Lauren tuvo que esforzarse en entenderle, y cuando lo hizo, abrió sus ojos sorprendida.
—¡¿Estás enamo-
—¡Shhh! —tapó rápidamente la boca de Lauren. Camila y Dinah voltearon a verlas confundidas un momento pero luego regresaron a lo suyo—. No grites, idiota. Solo era una pregunta, ¿Puedes responderla sin gritar o me voy de aquí?
—Sí, sí, yo sólo... —sacudió su cabeza ferozmente— Bueno, en realidad no lo sé, yo solo lo supe. Digo, Camila es fantástica, ¿Cómo no enamorarme de ella?
—Sé más específica.
—Bueno, hm... Cuando hablé con ella por primera vez, supe que no podía dejar de hacerlo... —empezó diciendo despacio bajo la atenta mirada de Normani— Cuando la vi por primera vez, no hubo un día que no quisiera verla de nuevo. Siempre pensaba en ella durante el día, quería hablarle, tocarla, besarla... No me imaginaba un día sin ella, la tenía impregnada en mi cabeza... Cuando estaba a su lado ella sacaba la mejor versión de mí y todo me daba igual. Yo ahora solo tengo el instinto de hacerla feliz, disfruto cada pequeña cosa que hago con ella y la memorizo en lo más profundo de mi memoria.
