La rarita del pelo azul

Esa fachada de niña buena, de niña estudiosa, esa que es invisible, que chocas con ella y no te enteras, esa que siempre que la mencionan pasando lista preguntas «¿Es nueva?», esa que se oculta tras unas gafas enormes, esa soy yo. Quizás te hayas chocado conmigo y no te hayas enterado, a lo mejor tuve que hacer un trabajo junto a ti y te aparecía una nota en tu evaluación que no sabías que tenías, puede que se te haya caído algo y yo te lo hubiera devuelto. Todo es posible.
Al entrar en el instituto me centre en las notas por ese típico regalo que te prometen, se volvió costumbre, eso oculto a quien realmente era. Al principio me bastaba con pasar desapercibida, no sería objetivo de burlas si no sabían que estaba allí, hasta me gustaba un chico que durante esos dos años no sabía que existía, lo que fuera me parecía bien, hasta que mi hermano me dijo algo cuando volvió.
-¿Por que ser invisible? No te hará el que para la gente no exista, que ese chico te parta el corazon millones de veces porque no sabe que estas ahí. Ríe, habla, sonríe, vive, pero como tu eres, no como un estereotipo.
Esa frase cambio todo....