La rarita del pelo azul

18. Todo se a ido a la mierda...

Tres días, han pasado tres días en los que no tengo café por la mañana, en los que me duermo en medio de clase por falta de cafeína y todo porque ese imbécil no ha aparecido durante los 3 días de clase que llevamos, tampoco es que me importara que no viniera aunque me quedo sin café.

Estábamos a 3º hora en clase de biología, Adri y yo como siempre haciendo dibujos en la mesa, intentando copiar los dibujos de los órganos reproductores que venían en el libro. Escuchar al profesor Jones era como cuando tienes 3 años y tu madre te canta una nana, era como si la parte de tu cerebro que sirve para mantenerte despierto le metieran una patada y aunque yo fueran buena estudiante y mis notas fueran sobresalientes, en esta clase era la nota más baja que tenía. Encima este profesor tenía muy mal carácter, como le cayeras mal te suspendía. Aún recuerdo el día que Collins se quedó dormido y empezó a roncar como una bestia por su constipado.

¿Le habrá pasado algo? ¡Bueno vale estoy preocupada! Él es un idiota y perfectamente le han podido dar una paliza.

-Oye Adrián ¿Cedric ha venido hoy al instituto?

Me miro arqueando las cejas.

-¿Por qué voy a tener que saberlo?

Le sonreí pícaramente ante la pregunta, él y Monroe hablaban mucho últimamente.

-No sé, os veo demasiado unidos y pienso que puedes saberlo-Se sonrojo-Te pille.

Rápidamente desvió la mirada hacia el libro e hizo que leía,  si no le conociera tampoco me lo creería.

-Si…el…normalmente está detrás de las gradas.

Le sonreí ante su respuesta, si de chantajear a Adrián se hablaba yo era la mejor y sinceramente no tenía la intención de decirle a Cedric que Adrián sentía algo por él.

En cuanto sonó el timbre recogí mis cosas y me reuní con Sandra para ir al campo de baloncesto. Ella ya no jugaba simplemente se quedaba en los banquillos con Joel, al principio hablaban pero ahora están pegados todo el rato.

Adrián y yo nos quedamos allí observando como Sandra sonreía mientras hablaba con Joel, realmente ella nunca sonreía con otros que no fuéramos nosotros dos, pero desde que esta con Joel sonreía a varias personas.

En cuanto visualice a Lysandro le hice una señal a Adri para que me cubriera y pudiera ir a hablar con Cedric, el solo levanto el dedo pulgar.

Baje las gradas corriendo y me metí debajo de ellas, había bastante gente fumando, otros bebiendo de botellas de cervezas, otros sentados jugando al póker. No me podía creer que esto pareciera una maldita película. Vi a Cedric con una cigarro en la boca riéndose con su amigos y Salí corriendo hacia el enganchándome a su brazo. Admitámoslo, ese sitio daba miedo.

-Lo-Lorena ¿Qué haces?-Dijo con las mejillas rojas.

-Hola Cedric, vine a verte-Se dibujó una sonrisa en su rostros- y a preguntar si sabes que le pasa a Eduardw.

Bajo mi mano hasta que toco la suya y la sujeto con fuerte, tiro de mí y me saco de allí a la fuerza, pasó conmigo por delante de las gradas y pude ver las miradas de Adrián y Lysandro enfadados, ya se lo explicaría en otro momento.

Me empujo dentro de una clase y cerró la puerta detrás de él, la atranco con una silla y comprobó que todas las ventanas estuvieran cerradas.

-Cedric….no iras a hacerme nada ¿verdad? Sabes que Eduardw se enfa…-No me dejo acabar.

-Esto no puede salir de aquí ¿De acuerdo?-Asentí algo asustada-La señora Collins no es la madre de Eduardw, su madre es la sirvienta que está en casa de Collins-Abrí los ojos como platos-Veras, el padre de Collins tuvo una aventura con la sirvienta en su segundo matrimonio que se quebró por eso, Eduardw nació y por suerte el señor Collins ya estaba saliendo con otra mujer y le hicieron creer a todo el mundo que el hijo lo había tenido con esa mujer fuera del matrimonio-Sonrió forzadamente-Eso de tener un hijo con la sirvienta no está bien visto, aunque el padre de Eduardw nunca se lo oculto. Lo demás tiene que contártelo el cuándo venga.