7. Vainilla

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Jongin pudo haber ido al baño, a comer o incluso a la oficina de Soo Man, sin embargo, el blanquito no deja de preocuparse y encuentra otros muchos aprendices cuando lo busca en las demás salas de práctica. Se dirige a las oficinas del primer piso, a las afueras del lugar y hasta vuelve a verle la cara al señor Soo Man cuando va a su oficina, pero no da con el moreno.

Cuando piensa que ya debió regresar, se encamina a la sala donde están practicando, no obstante, se da cuenta  de que hay una puerta entreabierta no muy lejos de ahí y decide buscar allí por última vez.

La puerta da paso a una serie de escaleras que el blanquito opta por subir. Después de dos pisos, Kyungsoo abre otra puerta con mucho cuidado y debido a que la luz del día pega directamente a sus ojos, los cierra. Una vez que se acostumbra a la luminosidad, nota que está en la azotea del edificio y que al borde de esta se encuentra Jongin cruzado de brazos, molesto por su presencia.

— ¿Por qué estás aquí? —pregunta él.

— Te estaba buscan-, es decir, te estábamos buscando. —responde nervioso— Te esperamos para practicar.

— No. —toma un respiro— ¿Por qué estás tú aquí? Aquí en SM. —se explica— No eres capaz de moverte bien siquiera.

Kyungsoo no puede creer que, de todos, Jongin sea el que le esté diciendo eso.

— El baile no es mi fuerte y lo sabes. —asegura desviando la mirada porque no soporta que sigan señalándole sus errores— Estoy aquí porque soy buen cantante, sólo tengo que aprender lo demás.

Jongin pisa con fuerza.

— ¡Entonces aprende rápido porque nos estás retrasando!

Kyungsoo se sorprende. El morenito nunca le había alzado la voz antes.

— No es tan sencillo. —balbucea y hace a Jongin bufar.

— Tal vez no lo sea, ¡pero ni siquiera estás poniendo de tu parte! ¡No coordinas tus movimientos, no escuchas la canción y ni siquiera le pones pasión! ¡Te complicas en lo más fácil!

— ¡Hago lo mejor que puedo! —replica y es lo único que puede decir ya que su garganta arde y se cierra en un nudo. Cuando recuerda las insultantes palabras que le había dicho Soo Man se le salen las lágrimas.

Jongin chasquea la lengua al verlo.

— Si va a afectarte todo lo que te digan, no deberías estar aquí. —habla antes de irse del lugar, pero Kyungsoo lo agarra del brazo cuando pasa a su lado.

Todo su cuerpo se eriza al hacer contacto y tampoco sabe por qué lo hace. No quiere soltarlo porque quiere decirle tantas cosas. Quiere reprocharle tanto, sin embargo, no sabe por dónde empezar. Jongin siempre atravesó sus barreras y destrozó sus fortalezas, y al blanquito le jode que incluso después de tanto tiempo, todavía lo haga.

— ¿Qué haces? ¡Suéltame! —exige, no obstante, el mayor afianza su agarre— ¡Que me dejes, Kyungsoo!

Jongin se sacude y logra soltarse, pero si antes pretendía irse pues ahora no reacciona. Kyungsoo lo detiene con el tono firme que adopta su voz.

— Si es tan fácil como dices, entonces ayúdame. —lo enfrenta y se miran a los ojos después de tantos años— Enséñame a bailar, Kai.

Insomnio [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora