24. Malentendidos

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Cuando Chanyeol besó a Kyungsoo no hubieron chispas, ni vellos erizados, ni mariposas en el estómago, ni deseo de más. Nada parecido a lo que Baekhyun le ha hecho sentir desde aquella vez en el estacionamiento de la empresa.

Y es que el pelirrojo finalmente comprende que con el pequeño siempre ha sido diferente. Inexplicable, así como el momento en que lo conoció.

Aquella vez que se comportó como un tarado con el chico más bonito que jamás había visto simplemente porque se había puesto nervioso.

— ¡Baek! —el pelirrojo lo alcanza antes de que subiera al ascensor del edificio que finalmente había sido reparado. Intenta detenerlo del brazo, pero el platinado se suelta con bastante fuerza, como si su toque lastimara su piel— Baekhyun, escúchame, por favor.

— No, Chanyeol. —dice permaneciendo de espaldas a él— No hay n-nada de qué ha-hablar. —el nudo que tiene en la garganta es más que notable.

El platinado ingresa al elevador con la cabeza gacha, sin embargo, no logra voltearse a tiempo para apretar algún botón que lo lleve a otro piso lejos del más alto.

Sino que en su lugar se quiebra y empieza a llorar.

Chanyeol se aflige al ver su espalda subir y bajar debido a los sollozos que intenta contener. La sonrisa rectangular que tanto le encanta ha desaparecido por su culpa y por esa razón, no piensa dos veces antes de entrar al ascensor y aferrarse al pequeño cuerpo del contrario.

Baekhyun suelta un jadeo debido a la sorpresa que su acción le causa y no puede evitar dar un par de pasos hacia adelante por la fuerza con la que ha sido abrazado.

— Déjame explicarte. —le suplica— Debo, tengo y quiero explicarte.

— ¿Qué se su-supone que d-debes explicarme? No hay n-nada más que de-decir. —la respiración del pelirrojo muere contra su cuello provocándole inestabilidad. Baekhyun tira con debilidad de los brazos que lo apresan intentando zafarse, no obstante, tampoco puede resistirse a acariciarlos. Es por eso que termina resignándose a sollozar y sorber su nariz— Suéltame, p-por favor. N-No me ilusiones m-más.

Chanyeol hace caso omiso y lo voltea para que sea posible aclararle la situación mirándolo a los ojos, pero Baekhyun se encuentra tan apenado que no puede dejar de mirar el piso, es por eso que el alto lo toma de las mejillas. Estas están realmente húmedas y levanta su cabeza.

Puede ver sus ojos rojos un instante que entristece su corazón.

— ¡No me mires! —se suelta nuevamente, volviendo la mirada al piso de inmediato.

Chanyeol lo abraza otra vez porque lo único que puede hacer es esperar a que se tranquilice. Entonces el pequeño entierra el rostro en su pecho y vuelve a romperse, empapándolo así de sus lágrimas.

— No llores, Baekhyun. —lo envuelve entre sus brazos lo mejor que puede— Discúlpame.

Baekhyun niega con la cabeza.

— N-No tienes por qué d-disculparte. —hipa ahora más fuerte— Y-Yo fui quien s-se hizo ideas t-tontas en la c-cabeza.

El más alto deja que termine de desahogarse y empieza a acariciar sus cabellos plateados con parsimonia, esperando que así sus sollozos se apacigüen rápidamente para poder explicarse.

Insomnio [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora