Insomnio [KaiSoo]

29. Decisión

Ya que no cuenta con sus pastillas para dormir, Jongin enciende el televisor para distraerse de la frustración que siente una vez que Kyungsoo se retira a dormir a la habitación de los padres de Sehun, pues el haber escuchado la que era su canción favorita no ha hecho más que intensificar los deseos que tiene de hacer al mayor suyo nuevamente.

Sin embargo, a esas altas horas de la noche cuando la mayoría de los canales de televisión empiezan a emitir programas de relleno, lo único interesante que encuentra para mirar es la repetición del programa musical que lo ha desencadenado todo. Entonces vuelve a escuchar aquella canción y las lágrimas empapan sus mejillas sin poder evitarlo.

Los recuerdos que se encuentran grabados en su corazón empiezan a esparcirse como un incendio que arrasa con la estabilidad de todo su ser. Las imágenes de aquella mañana hace muchos años cuando lo conoció en el salón de música, su primer beso en la casita del árbol, incluso cuando el mayor rompió su corazón antes de que dejara Goyang y hasta el haberse reencontrado con él.

Cada maldito segundo con Kyungsoo es un hermoso momento.

- Demonios, Soo...

Pero Jongin reconoce que hay un recuerdo que posiblemente supere a cualquier otro, ya que es un hecho completamente indescriptible el haberle hecho el amor.

Y aunque sabe que en su cabeza podría crear los mejores y más perfectos escenarios o incluso imaginarse que Kyungsoo lo ama de la misma manera, el menor no deja de reproducir aquel recuerdo tal como sucedió.

Ni por todo el oro del mundo, Jongin cambiaría lo que pasó ni cómo lo hizo, ya que a pesar de que se comportó como un completo imbécil después de vivir el mejor momento de su vida, esa es la realidad irrefutable.

- Pero, ¿por qué pensar en ese sueño me hace sentir tan inquieto...? -se pregunta a sí mismo.

Y es que existe uno de los tantos sueños que el moreno ha tenido con el mayor que lo hace dudar de la realidad. Hay un sueño en específico que deshace completamente a Jongin, haciéndolo perder más que el aliento.

En su recuerdo, es decir, en su sueño, Kyungsoo lo deseó y tomó las riendas del asunto porque lo quiso así, no como en otros sueños que no son más que réplicas vagas de los hechos de su primera vez.

- ¿Pasó...? -se pregunta otra vez porque realmente podía sentir todo el placer que Kyungsoo le brindaba en ese momento. Sus movimientos fueron muy intensos, sus besos eran tan profundos. Todo parecía tan real.

- ¿Cómo podría haber pasado? -o tal vez sólo es producto de su loco corazón enamorado que le insiste en que lo crea así.

Pero la sensación, el calor, los sonidos... Soo era tan palpable, que lo hace dudar.

- ¿Sucedió de verdad...?

Aquella madrugada, Jongin no deja de pensar en ello y el tiempo pasa tan rápido que no se da cuenta de que amanece hasta que el blanquito sale de la habitación.

- Kyungsoo... Tal vez pienses que lo que te voy a preguntar es una estupidez, pero ¿es posible que tú y yo...? -la cuestión se pierde en el aire cuando Sehun los interrumpe.

No obstante, Jongin no consigue quedarse tranquilo. El moreno compra las medicinas para la resaca del de mandíbula afilada mientras piensa y luego lo ayuda a vestirse y lo aconseja sin dejar cuestionarse.

Jongin incluso decide quedarse y ayudar a Kyungsoo con la limpieza a pesar de que tenerlo cerca en esos momentos representa una tortura.

No hay nada que le pueda quitar esa locura de la cabeza.