3. Una Navidad más

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Hoy:

Se encuentra recostado mirando hacia las gastadas estrellitas y lunas del techo de su habitación.

Sus días pueden ser buenos, los mejores, hasta que llega la hora en que todo se derrumba y le causa tormento: la hora de dormir.

Cuando se cansa de ver hacia la nada, voltea su cuerpo sobre su costado izquierdo como le es costumbre, ahora, haciéndose un ovillo. Su mano libre acaricia con nostalgia la tela gélida de la sábana que hace años solía sentirse tibia. El lugar que le pertenece está vacío.

Kyungsoo no puede dormir.

Siempre está agotado por las mañanas. Todos los días mira en el reflejo del espejo del baño las profundas sombras oscuras debajo de sus grandes ojos. Hoy decide ponerse un poco de maquillaje, otra vez.

Los últimos días han sido verdaderamente mortificantes.

Las responsabilidades no le dejan quedarse detenido como lo estuvo la mayor parte de su adolescencia, cuando se encerraba en su cuarto lejos de la especie humana y ponía algo de música para matar el silencio. Kyungsoo trata de alejarse de todo aquello que lo hace pensar en aquellos días en los que solía dormir sin complicaciones, no obstante, su pasión por el canto se lo recuerda en cada nota que entona, pero que nadie baila.

Ser repartidor de pizzas no le beneficia en nada más que lo económico. Sinceramente es una tortura, sobre todo ahora que diciembre llegó.

Odia tanto, al punto de aborrecer, el recorrer Goyang y que cada centímetro de este se encuentre repleto de luces de todos los colores, de personas fingiendo estar siempre alegres. De arbolitos, de guirnaldas, de muñecos de nieve, de Santas, de renos, de nacimientos, y de saludos que inician o despedidas que terminan con las palabras Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.

Kyungsoo se siente solo, pero no es la misma soledad que disfrutaba en su casita de árbol mucho antes de conocerlo, sino que es todo lo contrario. Es más ese tipo de soledad que te desgarra, esa clase de dolor que casi alcanza lo físico. Es ese sufrimiento que te vuelve apesadumbrado, que te golpea y, a pesar de que luches con todas tus fuerzas, te doblega hasta que estallas en lágrimas... Es desamor.

Jingle bells, jingle bells.
Jingle all the way...

Es víspera de Navidad por lo tanto se encuentra ayudando a su madre con la elaborada cena de todos los años. Kyungsoo está adobando el pavo mientras escucha los villancicos tradicionales que reproducen las radios por la época.

— ¡Cariño, ya llegué! —avisa su padre al entrar por la puerta principal— ¡Qué sabroso huele!

— ¿Cómo te fue? ¿Lo conseguiste? —cuestiona su madre revolviendo su famosa masa para galletas que ahora sólo se hacen para esta época del año.

— Por supuesto que sí, señora. —afirma besando a la mujer en los labios— Está en el balde de la camioneta. —señala— Dodo, ¿puedes echarme una mano con eso?

— Sí... Seguro. –Kyungsoo suspira. No le queda de otra.

La familia Do, o más bien los señores Do, tienen la costumbre americana de comprar pinos frescos y decorarlos antes de cada Navidad. Kyungsoo nunca compartió la idea, desde siempre lo ha considerado un desperdicio, lo que es, así como todo lo demás.

Insomnio [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora