Epílogo

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-Narrador omnisciente

Camila era una chica fuerte, demasiado en realidad, siempre estuvo dispuesta a rehacer lo que Shawn se había encargado de arruinar, lo estuvo por mucho tiempo.

Porque lloró, gritó y sufrió, por más de que no quisiera admitirlo, los primeros meses apenas lograba conciliar el sueño, obteniendo como resultado grades ojeras al día siguiente. Una infidelidad no es fácil de superar, y mucho menos de olvidar.

Pero él permaneció a su lado todo el tiempo, soportándola, ayudándola durante los tiempos difíciles, aceptando todo.

Y el día de la verdad llegó. Llegó sin aviso porque Camila no estaba preparada, y había prometido esperar hasta aquél día para aceptar lo que sea que pasara.

Fue un fatídico momento el que pasó, lleno de emociones, unas lágrimas de felicidad y otras de algo más...

—Flashback—

—Bien estaré ahí para verlas contigo —. la castaña hablaba con Shawn por teléfono, sin demasiados ánimos en realidad.

— Las veré sólo si tú estás aquí —respondió el chico.

Sin agregar nada más, Camila cortó la llamada. ¿Se suponía que debía estar feliz por saber si el bebé que esperaba Hailee era de su ex novio? Porque se encontraba más irritada que nerviosa.

Luego de esperar tantos meses, nació un bebé sano, que llenó de felicidad a la madre, debía suponerlo. Shawn mantuvo contacto con Camila durante todo el proceso, estuvo constantemente a su lado, tal vez ya no como su novio y sin la misma confianza que antes, pero se mantuvieron juntos intentando hablar y exponer sus sentimientos. Fue difícil, pero al menos lograron establecer una relación de paz.

— CamCam, estaré ahí por dos motivos, el primero; quiero pasar tiempo con mi sobrino, y el segundo, estaré dándote apoyo emocional salga lo que salga. Pero sabes que tú me motivas un montón —. Ethan le guiñó el ojo a Camila, abriéndole la puerta de su auto. Irían al hospital.

— Idiota —. No se lo dijo de mala forma, de hecho la confianza entre ambos creció un montón, simplemente por demasiadas razones.

— Auch, tu cariño me llega —. Así, como un montón de veces, Ethan suavizó las cosas para la castaña, que pasó con tranquilidad el camino hacia el hospital.

Antes de bajar del auto para dirigirse a la sala en la que los resultados estarían esperando, Ethan jaló la mano de Camila para depositar un fugaz beso en su frente.

— Pase lo que pase, estaré ahí —. Juntó y entrelazó ambas manos.

Camila agradeció internamente, y salió del auto acompañada de Ethan unos pasos atrás.

Mentiría si dijera que Shawn había perdido toda la magia que tenía sobre la castaña, porque gran parte de su corazón aún se comprimía al verlo, más aún si estaba sosteniendo la manito de la pequeña criatura que reposaba en los brazos de Hailee, quien parecía cansada pero se las apañaba para jugar con su bebé.

— Felicidades Hailee — dijo Camila a forma de saludo, sin ningún tipo de resentimiento en su voz. La mencionada inmediatamente volteó a verla con un aire de tristeza y ¿arrepentimiento?

Sin embargo no prestó atención a aquello en demasía pues Ethan se lanzó a la cama en la que madre e hijo descansaban y con una mirada de cachorrito mojado le pidió permiso a Hailee para sostener a su sobrino, ella aceptó de inmediato con una sonrisa. Ambos hermanos se habían perdido en una conversación familiar dejando a la ex pareja en un silencio incómodo.

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