Mi obsesión por las bodas

Reencuentro

Quizá si me escondía debajo de una mesa no me vería, o mejor aun si le enterraba un cuchillo el podría desangrarse aquí mismo ¡si! Esa idea sonaba bastante bien, lamentablemente no podía hacer ninguna de las dos, lo único que me quedaba era sonreír y ocultar todo lo que hervía en mi interior pujando por salir a la superficie, estampe una sonrisa falsa y tome la mano de mi prometido mientras este me dirigía hacia su amigo.

Cuando nos acercamos lo suficiente como para que yo entrara en el campo de visión de Ian este se quedo de piedra, si nos hubieran tomado una foto a ambos se habrían dado cuenta de que nuestros rostros se desfiguraron de la misma manera al ver al otro, era extraño ver que aun después de tantos años estuviéramos tan conectados, toda la vida fuimos amigos inseparables dos almas gemelas, hasta el día en que nos casamos ese día se desato el infierno y el primero de mis muchos divorcios.

Como pudo recompuso su rostro el también estampo una sonrisa falsa en su rostro mientras recibía con un abrazo a su mejor amigo

-Amigo muchas felicidades

-Gracias, me he llevado la lotería, con mi mujer, te presento a Alanis

-Mucho gusto Alanis, un placer conocerte

-El placer es mío Ian, he oído hablar tanto de ti que casi siento que te conozco

-Igualmente

-Soy un hombre tan afortunado tengo a las dos personas más importantes en mi vida justo aquí

Lo que camerón no vio, fue el duelo de miradas que teníamos Ian y yo, si lo hubiera visto estoy segura de que habría descubierto todo.

El no sabía que Ian era mi ex-esposo por la simple razón, yo nunca revelaba el nombre completo de mis ex además de que tampoco mostraba fotografías mayormente por que rompía todas las que tenia de mis ex.

-Ahora si me permiten, los dejo solos un momento

-Que mierda haces en mi boda

-Vine a la boda porque fui invitado ¿Cuál es tu problema?

-Que has estado en cada una de mis bodas, porque no me dejas en paz

-Quiero que sufras como sufro yo

-¿No te parece que ya he sufrido demasiado?

-No lo suficiente, además el es mi amigo

-Eso has dicho de los otros tres.

-Si bueno a ellos me acerque solo para arruinarte tu día de princesa, pero camerón de verdad es mi amigo

-NO ME DIGAS PRINCESA (rechine los dientes odiaba que me dijera así y él lo sabia) pues no te creo, además esta vez fuiste demasiado lejos, te asociaste con mi marido

-Lo hice porque es mi amigo, ahora si me disculpas iré a disfrutar la fiesta princesa

-Vete a la mierda

-Contigo a donde sea.