Mi obsesión por las bodas

Ahora si el fin...

Demonios estaba por pasar

-Pastelito ¿Qué sucede?

Me dijo un Ian más blanco que un fantasma

-Pues que va a pasar, estoy por dar a luz llévame al jodido hospital

Ninguno de los tres se movía, mientras que el dolor era cada vez más fuerte

-Maldita sea quiten esa cara de idiotas  no me ayudan, vámonos Ian, ustedes hagan una maleta para mí y los bebes, nos alcanzan mas tarde en el hospital

Los tres seguían sin moverse, como pude medio camine medio me arrastre para llegar a las escaleras para gritarle a Juan mi chofer, Ian no me dejaba manejar en si no me dejaba hacer prácticamente nada sola, los dos teníamos mucho miedo de volver a perder un hijo,

Así que yo tampoco ofrecía mucha resistencia.

Juan subió corriendo a ayudarme a bajar las escaleras, pero gracias a dios Ian reacciono, me tomo en sus brazos y me llevo al auto, le agradecí enormemente el gesto yo no podía ya ni moverme más el dolor era insoportable, ni siquiera cuando tuve a primer hijo sentí tanto dolor

-Rápido Juan no tardan en salir y duele

-Maldición pastelito no debí dejar que te levantaras de esa cama, debiste permanecer en reposo absoluto, demonios si algo les pasa nunca me lo perdonare

-Basta cariño, todo estará bien, no seamos pesimistas estos niños nacerán sanos y fuertes como su padre y me darán muchos dolores de cabeza ahora no hagas que me preocupe por ti, solo mantente a mi lado

-Llegamos señor

Juan fue por una camilla y de inmediato me ingresaron mas tarde en entrar a quirófano que ya estaba dando a luz a tres hermosos niños, mis niños.

-Amor ya nacieron, vez te dije que serian iguales a su padre

-Cariño ya no llores, ellos están bien y yo también, si, si lo sé son iguales a ti y todos son niños, me sentiré tan sola sin una niña con quien hacer cosas de mujeres

-Siempre podemos tener más hijos hasta dar con la niña

-Y un cuerno, estás loco si piensas que volveré a pasar por esto a demás tres son suficientes

-Sigue engañándote a ti misma pastelito.

Toda mi familia y amigos fueron a verme en cuanto les fue posible, no había duda que los niños eran de Ian tenían su cara todo el mundo se encargaba de recordármelo

-Yo sufro y ellos son como su padre la vida no es justa

Todos se rieron con mi comentario, Ian me beso para después seguir riendo

Volvimos a casa unos días después de que tuviera a los bebes, estábamos solos los niños tuvieron que quedarse en la incubadora por que nacieron antes de tiempo.

-Hubiera querido que los niños vinieran a casa con nosotros no soporto saber que están allá solitos

-Ian amor, ellos van a estar bien, yo también hubiera querido que vinieran a casa con nosotros, pero lamentablemente tenemos que ser pacientes y fuertes

-Pastelito hemos sido fuertes por mucho tiempo merecemos estar bien y ser felices

-Lo sé cariño, pero es lo que nos toco y debemos aceptarlo

Días después de llegar del hospital Ian seguía bastante sumido en la desesperación de no tener a los niños en casa, yo sabía que solo había una manera de ayudarlo a olvidar por un momento, subí a nuestra habitación me di una ducha y me puse un baby doll rosa palo bastante sexy encendí velas y puse música