Escape

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Ian no dijo palabras me desnudo y me puso una camisa suya, me tapo con las cobijas me acuno en sus brazos beso mi frente y así nos quedamos profundamente dormidos.

Al despertar su olor inundo mis fosas nasales, lo observe por lo que pareció una eternidad, tome la decisión de alejarme de él para siempre una vez yéndome jamás volveríamos a estar juntos, posiblemente ni siquiera lo volvería a ver, salí de la cama con todo el cuidado que pude, aun me dolía todo el cuerpo pero resistir el dolor físico era más fácil que el dolor emocional que sentía en esos momentos, tome ropa y me vestí, después tome todo el efectivo que disponía en su cartera además del que tenía guardado en la caja de seguridad, me dirigí a la puerta lentamente, me asome por la ventana tenía que asegurarme de que no se encontrara gente de Cameron al asecho, para mi mala suerte estaban unos de sus hombres de confianza, hombres que no debería de conocer, solo que de vez en cuando espiaba a Cameron y sus movimientos así que sabia quienes eran y de lo que eran capaces estaban disfrazados, uno como mendigo y otro como barrendero, creían que sería tan estúpida, pues no, salí por la parte trasera de la casa, había un pequeño agujero en el suelo por donde podía salir, revise de ese lado por si acaso también ahí tenia gente, al parecer estaba todo en orden me arrastre por debajo del hoyo, mis huesos crujieron y mis heridas se abrieron de nuevo, quería gritar y salir de mi cuerpo lamentablemente nadie puede hacer eso, así que seguí firmemente hasta que estuve completamente fuera de la casa, comencé a caminar hacia la calle contraria, era una avenida bastante ajetreada nadie me reconocería aun si me vieran frente a frente, camine lo más rápido que pude, una vez llegue a la avenida tome un taxi, le dije que me llevara a un pueblito casi inhabitado de la ciudad me miro extrañado y me dijo que la cuenta seria grande

-No importa necesito ver a mi mama antes de que muera, por favor lléveme, el autobús demoraría demasiado y quizá cuando llegue sea demasiado tarde

-Está bien señorita, pero debo decirle que también tendrá que pagar el regreso del viaje

-Ya le dije que eso no es impedimento le pagare, pero por favor lléveme a ver por última vez a mi madre

El taxista me miro con compasión y accedió, si mi mama supiera la mentira que acabo de echar le daría un infarto de verdad, perdóname mami.

Manejo por alrededor de tres horas, por la carretera libre, era mil veces más seguro para mí de esa manera, continuamente observaba los retrovisores a la espera de ser perseguida, para mi alivio eso nunca sucedió.

Al llegar al pueblo me di cuenta de que estaba prácticamente vacío había una pequeña iglesia y sus casas eran de ladrillo con tejavanes rojos en ruinas, era un lugar horrible, el mejor lugar para esconderse, le pedí que me dejara en la entrada de la iglesia, una vez le pague se fue bastante feliz, claro le había pagado el doble de lo que era.

A pesar de ser un buen lugar para esconderme sabía que no podría quedarme por mucho tiempo así que no me dispuse a hacer mi cambio lo antes posible.

Compre un tinte naranja, uno negro y unas tijeras, también compre maquillaje barato y bastante llamativo, me encontré por casualidad con una venta de ropa claramente como de tercera mano, no podía pedir más, compre lo más feo y viejo que encontré, hasta un sombrero de paja deshilachado, una vez obtenido mi nuevo guardarropa me dirigí a una pequeña posada prácticamente en ruinas pedí una habitación por una noche he ingrese a lo que sería mi nueva vida como una fugitiva.

Una vez dentro de la habitación observe las cucarachas en la cama, lamentablemente estaba demasiado entumida para sentir algo más que dolor, me dirigí al baño, corte mi cabello hasta los hombros, mi larga y hermosa melena cayó al suelo como un velo de seda, aplique el tinte naranja en la parte de arriba de mi cabeza, después aplique el tinte negro en la mitad restante, espere el tiempo sugerido y observe mi cambio, me veía completamente ridícula y ni siquiera yo me reconocía, no podía haber hecho una mejor elección, dormí a medias toda la noche a la espera de ser encontrada y abusada de nuevo las lagrimas resbalaban por mi rostro casi tan grandes como mi dolor, la vida era demasiado para mí en esos momentos, al amanecer tome mi nuevo guardarropa y me dispuse a encontrar mi nueva vida.

Mi obsesión por las bodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora