Maltrato

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Ian se marcho después de eso, no volví a verlo hasta el día de la reunión formal, mentiría si dijera que no me arregle para él, compre un vestido verde oscuro, recogí mi cabello en un moño alto y use aretes y una gargantilla más costosa que la vieja casa de Ian.

Cuando los invitados comenzaron a llegar estaba nerviosa, Ian no llegaba todavía y ya estaba ansiosa por verlo, Cameron noto mi inquietud, me pregunto de una manera extraña para saber lo que me pasaba.

-Nada, estoy bien, es solo que estoy nerviosa es nuestra primera reunión formal como esposos.

-¿Estas segura?

-Claro que si Cameron, quiero que todo salga bien el día de hoy.

-Más te vale que solo sea eso.

-No tienes por qué hablarme de esa manera cuando lo único que quiero es que todo salga bien.

-Pues no te comportes de manera extraña, entonces no tendré porque hablarte así, tú te lo buscas no me culpes a mí.

Los nervios de mi cabeza se crisparon este hijo de puta ya me tenia harta.

-Vete a la mierda. –comencé a caminar en otra dirección, cuando una mano tomo mi brazo con brusquedad, me hacía daño. -¿Qué mierda te pasa? Suéltame me haces daño.

-Escúchame bien perra, te vas a comportar como una esposa ejemplar y jamás escúchalo bien, jamás me vuelvas a hablar de esa manera porque entonces no te gustaran los resultados.

-Yo te hablo como se me de mi puta gana, no me estés amenazando Cameron te lo advierto, no estoy sola, si me tocas un pelo te voy a refundir en la cárcel ahora suéltame maldito hijo de puta.

-Te soltare, pero espera a que las visitas se vayan entonces conocerás a tu marido.

-Te lo advierto no intentes nada o te arrepentirás.

-Ya veremos quién es el que se arrepiente esta noche.

Me soltó solo cuando vio a Ian dirigirse hacia nosotros con la cara roja de rabia apenas contenida, temí por él no quería que lo encerraran en la cárcel por homicidio.

-¿Que demonios te pasa? ¿porque tenías a tu mujer sujeta de esa manera?. –sus puños estabas firmemente cerrados, a punto de comenzar a lanzar golpes. –No quiero que vuelvas a hacer eso, eres mi amigo, pero de ninguna manera permitiré que maltrates a una mujer.

-Viste mal, yo no estaba apretando fuerte, solo estábamos hablando de la increíble noche de sexo que tendremos hoy, si le quedo esa marca es porque su piel es sumamente sensible, además es mi mujer no te metas en los asuntos de pareja.

-No lo hare siempre y cuando respetes a tu mujer y la trates con el mayor de los cuidados.

-Mira qué te parece si dejas de meterte en lo que no te importa y mejor me acompañas a hablar con el señor del toro.

-Está bien, por cierto señora se ve encantadora esta noche

-Gracias igualmente.

La reunión transcurrió con una tranquilidad alarmante, tuve que subir a maquillar el moretón que comenzaba a formarse en donde el apretó, me mantuve lo más alejada que pude de el y de Ian, hice mi mejor labor como anfitriona, una vez entrada la madrugada las personas comenzaron a retirarse, Cameron me envió una mirada con una promesa aterradora, de repente quería irme junto a los invitados y no volver nunca.

Ian por fin se acerco a mí en un momento en el que me encontraba sola, en un espacio apartado en la sala.

-¿Estas bien?

Mi obsesión por las bodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora