Epílogo

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- ¡Darren!

- Darren, ¡deja de jugar!

- no sean aguafiestas - sonrió burlón el chico mientras caminaba por las ramas del gigantesco árbol.

- eres el rey, tienes muchos deberes

- no recuerdo haberte visto acatar las reglas sobre eso mi querida hermana

- era... Diferente

- esto también es diferente - sonrió burlón mientras saltaba a otro árbol.

- ¡tienes dieciséis años! Deja de actuar como un niño

- ¿no te mordiste la lengua? - Darren se cruzó de brazos mientras se apoyaba en el tronco del árbol.

- ¿saben que? Ya me canse, ire por ayuda - dijo Evie conteniendo sus ganas de quitarse un tacón y lanzarlo al rostro de Darren.

- sabes que los demás no podrán ayudar

- por eso mismo iré por Selina, vi que llegó a visitarte - les sonrió perversamente mientras caminaba de vuelta al castillo.

- ¡espera! - Evie se giró - ¿Selina?

- a menos que tengas otra novia con ese nombre, si, Selina - respondió Mal mientras trataba de romper una rama para lanzarla si el no bajaba.

Cosa que no tuvo ni oportunidad cuando el chico había bajado de un salto e iba a paso apresurado hacía el castillo.

- no esta ¿verdad?

- claro que no - soltó una carcajada - Jay y Carlos lo están esperando escondidos

- es bueno tenerlos para esto - Mal sonrió y las dos comenzaron a caminar directo al castillo.

Al entrar al castillo vieron a los chicos quienes tomaban de los brazos de Darren y lo llevaban a su oficina.

- nunca dejan que me divierta - bufo Darren mientras se dejaba llevar por Jay y Carlos.

- me pregunto cuando tomará sus responsabilidades - se quejó Lea mientras jugaba con su bastón.

- mamá, no juegues con el bastón, puedes caerte - Lea sólo miro a sus hija y bufo.

- parece que se te ha quitado lo divertida - sonrió burlona, para ser una persona demasiado anciana, ella al igual que Estefano eran muy divertidos o extremistas para su edad según Mal.

- ¿tu también? - bufo - ya había hecho de todo, Bueno, casi de todo. Además se supone que tu eres la madre y yo la hija

- aburrida - canturreo Lea mientras se iba.

- ¿puedes creerlo? Me dijo aburrida, ella es la anciana - se quejó Mal con Evie, la cual reía.

- me encanta venir a este castillo - paro de reír cuando vio al pequeño niño castaño y con las puntos azules bajar por el barandal de las escaleras.

- y creo que viene la Evie madre loca - murmuró Mal, mientras buscaba con la vista a alguien.

- ¡Alex!

- no es tan peligroso mamá - el pequeño sonrió inocente mientras intentaba buscar una manera de huir.

- no es tan peligroso - imitó la voz de su hijo - eso dijo tu tía Mal y se rompió un brazo, ¿no es así Mal?

Mal la miro raro e Evie discretamente le pellizco el brazo.

- si, si, eso paso

- no te creo nada mami - sonrió inocente y apareció un pequeño humo verde cubriendo al niño.

Descendientes 2: No todo ha terminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora