Capítulo 11

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- si no te importa, me gustaría que me soltaras - hablo por fin Elizabeth, mientras aun estaba en los brazos de Ben.

- prefiero quedarme así - le dijo el castaño mientras la apegaba mas a el.

- quitate, es una orden - trato de forsejear.

- yo soy el rey de Auradon, yo te mando a ti - sonrió de lado.

- ahora tu estas en mi reino y yo soy la reina, así que aquí se acatan mis ordenes - Elizabeth le dio un golpe en el abdomen.

- ¿por que no me sorprende tu comportamiento? - hablo con dificultad.

- yo que se, no me hic... - fue callada por unas voces del otro lado de la puerta.

- hay no - Ben se levantó

- te dije que era esta, pero no, te fuiste por la otra - Elizabeth se quedo confundida, era la voz de su sobrina

- habré la puerta y ya - dijo una voz masculina, algo familiar

La puerta se abrió, dejando a la vista a cuatro chicas y a cuatro chicos, los cuales se pusieron palidos al instante.

- era verdad - dijo Evie en un susurró

- eh, ¿hola? - dijo Elizabeth confundida

Jay, Carlos e Evie corrieron a ella, a pesar de que Ben les dijo que no lo hicieran, los tres chicos se lanzaron sobre Elizabeth en un fuerte abrazó.

- ¡chicos! - volvió a llamarlos Ben pero ellos lo volvieron a ignorar

- Mal - Evie estaba llorando - pense que habías muerto, ¿como es que estas viva? Estoy tan felíz

- Evie - Ben puso una mano en el hombro de Evie - ella no sabe quienes somos

Los chicos se separaron y se observaron unos a otros.

- ¿y si es Elizabeth? - preguntó Chad, era una de las dos preguntas que por el momento, no dejaban de estar en la mente de todos ellos.

- yo me llamo Elizabeth - dijo obvia la rubia

- no - Evie nego repetidas veces - tu eres Mal, ella es Mal, no esa maldita rubia

- ¿disculpa? - Elizabeth estaba confundida, ella se llama Elizabeth, ella es rubia y ella no es esa chica llamada Mal, ademas esa chica de cabello azul insultaba a una chica con el mismo nombre que ella, a la que también confundieron con ella.

- no me refiero a ti - aclaró Evie.

Todos comenzaron a discutir, esto era algo raro, Elizabeth comenzó a retroceder.

Ben era el único que no hablaba, giro a ver a Elizabeth, al ver que ella retrocedía la tomo de la muñeca.

- ¿a donde vas?

- yo me voy, estas personas hablan demasiado, además no entiendo nada de lo que hablan - trató de soltarse de la mano de Ben.

- te acompañó

- ¿para que? No te importa lo que haga - dijo indiferente

- tu papá quiere que te de consejos y te hable de como dirigir un reino - la chica lo pensó, sabía que su papá no dejaría de insistir - por favor

- esta bien - Ben sonrió y bajo su mano hasta la mano de la chica, sujetandola como una vez lo hizo cuando ellos eran novios.

La chica fruncio el entre cejo, antes de que ella reprochara el ya la había sacado del despachó donde los chicos aún seguían discutiendo.

- ¿algún lugar que recomiendes? - preguntó el chico

Elizabeth lo penso un momento, un solo lugar paso por su mente, no sabía si llevarlo o no, era un ligarlugar algo especial y privado, no lo hizo.

- de hecho no, además solo hablaremos sobre como dirigir un reino

- bueno, entonces ¿donde quieres hablar?

- bueno, hay un tipo de lugar para tomar te - Elizabeth era ahora quien jalaba a Ben.

Salieron por las puertas del castillo y caminaron por el costado del castillo, siguieron caminando hasta que a lo lejos se veía una mesa blanca metálica, era elegante, alrededor había baldosas antiguas y había un lindo jardín detrás.

- aquí es - Elizabeth señaló el lugar

- bueno, hay que sentarnos - Elizabeth quiso caminar pero algo la había hecho ir hacía atras

- ¿me sueltas? - le dijo a Ben, cuando vio sus manos aun juntas

- yo no soy el que te sostiene

Cuando llegaron Elizabeth no se había dado cuenta que ella era quien sostenía con fuerza la mano de Ben, eso hizo que ella se sonrojara, rápidamente soltó la mano del chico y se sento.

Ante la forma que Elizabeth reaccionó, Ben no pudo evitar soltar una carcajada para después sentarse aun riendo.

- ¿de que te ríes? - aun seguía sonrojada pero tenía fruncido el entrecejo

- de nada - paro de reír - ¿te puedo hacer una pregunta?

- ya la hiciste

- otra

- bien

- ¿como fue tu infancia?

- no me gusta hablar del tema, además eso que tiene que ver sobre dirigir el reino

- bueno, solo quería saber, pregunta lo que quieras saber

- ¿a que edad fuiste rey?

- eso que tiene que ver sobre dirigir el reino - sito las palabras de Elizabeth, mientras sonreía burlón.

- bueno, solo quería saber - hizo lo mismo que el.

- ¿en serio quieres saber?

- si

- entonces, ¿si yo te digo tu contestas a mi otra pregunta? - Elizabeth lo pensó un momento, podría mentir y el no sabría.

- esta bien - respondio finalmente la rubia - tu conestas primero

- bien, fue a los dieciséis años

- ¿como fue?

- ¿no me toca a mi? - Elizabeth sonrió inocentemente y le hizo ojitos de cachorro, Ben suspiró pesadamente y le sonrió - bien, fue algo raro, pero yo digo que fue una coronación... Unica - sonrió, veía tan intrigada a Elizabeth que podía ver la cara de Mal de ese día, incluso podía ver su cabello morado a pesar de que ahora lo tuviera rubio, el sabía que era Mal.

- ¿por que?

- bueno, ese día la barrera de la isla de los perdidos se rompió, un pequeño accidente - dijo rápido antes de que ella preguntará

- ¿la barrera de la isla de los perdidos? Hasta donde se esa barrera es imposible de romper

- pues ese día lo imposible se hizo posible, de hecho, se me hace raro que lo creas, ya que todos asintieron a mi coronación - Ben penso un momento - de hecho, ahora que lo pienso, el rey Estefano no estaba y yo no te había visto hasta ahora

- bueno - Elizabeth cambio de tema - creo que ya pregunte mucho - río, a Ben esa risa le traía muchos recuerdos - es tu turno

- bien, ¿como fue tu infancia?

- bueno...

- ¡¡Sol!! - se escucho otra voz.

Ben giro su cabeza, buscando al dueño de esa voz.
Era un chico, penso que era tal vez de su edad, pelinegro, piel blanca y alto, ademas de que traía una corona.

Lo que le confundía era que ese chico, había llamado Sol a Elizabeth, ¿acaso tenía otro nombre?

- ¡¡Marshall!! - grito Elizabeth, Ben la vio, en su rostro tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Elizabeth se levantó y le dio un abrazo, seguido un pico en los labios del chico.
Eso ocasionó que a Ben le hirviera la sangre, estaba celoso.

Descendientes 2: No todo ha terminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora