Capítulo 24

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- Lizzy... - murmuró - despierta Lizzy.

Elizabeth escuhaba ese murmullo, pero no podía hacer nada, solo veía oscuridad.

- Lizzy... - ese murmullo ocasionó que apareciera un tipo de luz frente a ella.

Ella tuvo que cerrar los ojos, aquélla luz los lastimaba.

- pequeña... - aquél murmullo de nuevo, pero la diferencia era que este no le causaba dolor como el otro antes de aparecer en ese lugar oscuro, este le acusaba paz - abre los ojos.

Lizzy lo dudo un momento pero fue abriendo los ojos poco a poco, la luz ya no le molestaba tanto, ya era soportable.

Pero la luz volvió y mas fuerte, puso su brazo frente a ella cubriendo sus ojos, los cuales estaban cerrados.

- ven... - Elizabeth abrió los ojos y bajo su brazo.

Miró su alrededor, era un lugar que ella sentía que conocía.

Un tipo de claro algo chico, en medio de un bosque. Había una cabaña en medió y un columpio cerca de un árbol.

Parecía un lugar tranquilo, pero a ella le causaba demasiada inquietud.

- Lizzy

Elizabeth giró hacía donde provenía esa voz y vio a una persona.
Su rostro era borroso, en realidad todo él era borroso y oscuro, pero tenía silueta masculina.

- ¿que eres? - retrocedió un paso.

- vamos Lizzy, no debes temer, nunca te haría daño

- ¿como podría confiar en ti? No se que eres o el por que estoy aquí

- te equivocas pequeña, los dos sabemos por que estas aquí

- por que tengo ataques de esquizofrenia - le dijo no muy convencida.

- Elizabeth

- yo no recuerdo haberte dicho mi nombre

- vamos pequeña, tu no me recuerdas, pero no tienes por que temer, yo siempre te ayudaré - aquélla figura extendió su mano.

Al principio parecía una mancha negra pero como si fuera simple humo se desvaneció dejando a la vista una mano.

Lizzy dudo un momento pero caminó a el y tomó su mano. Esa figura la hacía sentir segura, en paz.

Aquélla persona tomo con firmeza la mano de Elizabeth y la atrajo a el en un calido abrazó.

Ella dudó en corresponder aquel abrazo pero terminó haciéndolo.

- me estoy volviendo loca - murmuró Elizabeth.

- Lizzy no estas loca

- no entiendo que pasa con mi cabeza, solamente tengo que escuchar esa voz y puedo sentir como desgarran mi cabeza - Elizabeth comenzó a llorar - es horrible.

- todo estará bien - le acarició el cabello

- es que no lo creo, mi mente se sale de control.

- pequeña, si te digo que todo estará bien, es por que estará bien, yo lo se.

[...]

- ¿que se supone que haces?

- callate Chad y ayúdame a encontrar esto.

- Ben, superalo, el jollero se perdió.

- Chad no lo entiendes o mas bien no recuerdas, cuando Diavall encontró aquél jollero entro en pánico

- bueno, no es algo que pueda olvidar, nadie puede hacerlo. No tenía ni idea que había un cambia formas aquí.

- las chicas hicieron un buen trabajo al esconderlo, a él y a Darren.

- hay veces que me preguntó que paso con él, dos años y sigo sin poder creer que aquél bebé puede estar muerto.

- ahh que delicado eres para el tema - Chad rodó los ojos ante el comentario de Ben.

- sabes que no tengo mucho tacto para este tipo de temas.

- ni con otros.

- ¡chicos! - los dos levantaron la vista del hueco en el dormitorio de Evie.

En la puerta estaba una Evie sudada y con cara de pánico.

- ¿que pasa Evie? - preguntaron al mismo tiempo, si estuvieran en otra situación Evie se habría burlado, pero este no era el momento.

- ¡azulada! - un grito desconocido para los dos chicos llamó su atención al igual que la de Evie.

Evie miró tras de ella donde acababa de llegar un chico pelinegro y alto, tal vez de la misma edad de ellos.

- ¿tu quién eres? - preguntó Chad con el entre cejo fruncido.

- ¡yo no me llamo azulada!

- tienes el cabello azul, además no se tu nombre.

- eso no importa, ¿quién eres? - preguntó Ben.

- miren, no se por que diablos estoy aquí, no los conozco pero creo que ustedes si conocen a Eliza.

- ¿quién? - preguntó Chad.

- Elizabeth.

- tu eras el chico que entró al dormitorio de Evie con Elizabeth - dijo Ben con el entre cejo fruncido, si bien no le había agradado que Elizabeth estuviera con otro chico, menos le agradaba conocerlo.

- oh, han hablado de mi - apoyó su brazo en la puerta con una sonrisa ladina mientras miraba a Evie.

- ¿ha que has venido? - preguntó Ben y en un tono no muy amigable.

- ¡cierto! Lo había olvidado, que clase de amigo soy - murmuró con el entre cejo fruncido - ha no mas tardar unos minutos despues de que entramos a tu dormitorio, Eliza y yo regresamos a mi cabaña. Ella tuvo que irse. Pero cuando regresaba del pueblo e iba a mi cabaña encontré a Dru, esta inconsciente, como en un hibernación - Ben fruncio el seño, esas dos palabras <<Dru>> <<hibernación>> causaban un muy mal presentimiento en Ben.

- no entiendo ¿qué tiene que ver Dru, con que estes aquí? - preguntó Ben aun con el entre cejo fruncido.

- se supone que Elizabeth cuando se fue iba en Dru, pero cuando encontré a Dru Elizabeth no estaba, no se donde esta y me preocupa, fui de manera secreta por así llamarla al castillo y no esta, por esa razón vine, para saber si estaba aquí, ¿ya entiendes o te explicó con manzanas?

[...]

- ¿tu sabes por que no puedo despertar?

- no lo se pequeña, sólo se que no debes estar inconsciente con esa voz inquieta en tu cabeza

- ¿hablas de ella como si de una persona se tratase?

- es una manera de llamarla Lizzy, yo habló de cualquier cosa como si fueran personas.

- ¿sabes donde estoy? - Elizabeth observó la cabaña y su alrededor.

- en tu hogar.

Descendientes 2: No todo ha terminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora