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Rachelle

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Rachelle

Mis manos sudaban, estaba asustada. Quería noticias, necesitaba que alguien llegará hasta mí y me dijera que todo había salido bien. Que mi bebé se encontraba bien, sólo eso deseaba escuchar.

Intenté levantarme en un momento de desesperación pero mi herida reciente no lo permitió.

Mordí mi labio y espere, llevaba más de 6 horas en la misma posición y hasta ahora ni siquiera Ethan había venido a verme.

Quería gritar pero sabía que nadie me escucharía.

Miré el techo en busca de algo que pudiera entretenerme pero simplemente no podía, toda mi atención estaba centrada en mi bebé.

Necesitaba tenerlo entre mis brazos. Necesitaba hacerle sentir cuanto lo amaba. Necesitaba verlo y saber que estaba bien.

—Rachelle—habló Lucy entrando en la habitación, finalmente tendría noticias, pensé.

Me miraba asustada y temía lo que fuera a decirme.

—¿Está todo bien?—me atreví a preguntar aún temiendo su respuesta.

Mordió su labio inferior y pensé que moriría, ya no tenía ganas de escuchar lo que fuera a decirme.

Abrió su boca para hablar cuando el ruido de muchas personas la detuvo y término callando.

—Vuelvo en un minuto—y sin decir más salio a toda prisa de mi habitación.

—¡No! ¡Lucy vuelve!—grité desesperada. Pero no escucho y en lugar de ello me abandono de nuevo dejándome intrigada de nuevo.

Pensé en Ethan, el debía de estar aquí, debía de decirme que era lo que pasaba pero no lo hacia. ¿Por qué no lo hacía?...

Bufé cansada cuando un fuerte dolor ataco mi cabeza.

•••
—Tendremos un niño. Si un niño y se llamará como yo, Erick—comenzó a reír.

—¿Qué? Claro que no, será una niña y se llamará Camila. Es ridículo que tu hijo y lleven el mismo nombre—hablé segura de mis palabras.

—No es ridículo. Me llamo Erick gracias a mi padre.

—Lo vez—hizo una mueca, no lo había entendido pero no fueron ni dos minutos cuando comenzó a hacerme cosquillas.

—Ja ja ¿Te crees muy graciosita no?

—Por supuesto, he pensado seriamente en dejar la fotografía y dedicarme a ser comediante.

•••
—¿Rachelle?...—habló Lucy angustiada con su mirada fija en mi. —¿Te encuentras bien?...—cuestionó.

«¿Cuanto tiempo se supone que llevaba aquí?…»

—Sí. Lo lamento. Estoy bien. ¿Ibas a decir algo?—ella me miró.

—Uhmmm... Sí—sonrío. —Traje noticias de tú bebé...—mi rostro se iluminó finalmente sabría algo acerca de él.

—¿Está bien?... ¿Puedo verlo?... ¿Cómo está el?...

—Tranquila—comenzó a reír. —Todo salio bien—y con eso alivio las cosas. —Traeré a tu bebé en un momento. Sólo deja que terminen de ya sabes ponerlo guapo para ti y estará contigo—sonrío presionando un botón, estaba acomodando mi camilla al mismo tiempo en el que mullía mis almohadas para mantenerme más cómoda.

Fuera de la habitación comencé a escuchar unas ruedas pasando a través de todo el pasillo, Sonreí porque imagine que se trataba de mi bebé.

Lucy giro su cabeza en busca de alguien y sonrió de la nada asintiendo con la cabeza. —Mirá a quién tenemos aquí—apenas dijo cuando escuche a Ethan entrar junto con una especie de carrito caminando hacia mí.

Sabia de quién se trataba, ya había llorado cuando lo había visto por primera vez, pero simplemente no podía dejar de hacerlo al mirarlo de nuevo.

—Es muy dormilón—habló Ethan. —Apenas unas horas de conocer a su madre y simplemente ya es igual a ella—se burló rodeando el carrito.

Reí con ternura mientras el se agachaba para sostenerlo entre sus brazos. —Rachelle, te presento a tu bebé por segunda ocasión—y con el cuidado que se le daría a un cristal lo deposito sobre mis brazos cuidando por supuesto su pequeña cabecita.

Sentir su pequeño cuerpecito me hizo derramar nuevas lágrimas, era tan hermoso finalmente tenerlo entre mis brazos. Toqué su manita y envolvió sus dedos en uno sólo de los míos.

—Si necesitan algo estaré afuera—comentó Lucy llamando nuestra atención.

—Gracias—respondió Ethan viéndola marcharse.

Nos miramos unos segundos y luego sonreímos. —Es tan hermoso—hablé finalmente limpiando mis lágrimas.

—Se parece a su mamá—alagó acariciando sus mejillas. —Tan pequeño, tan frágil pero tan valiente—me miró y lentamente llevo sus labios hasta los míos.

—Te quiero—susurró muy bajo mientras envolvía su brazo en mi espalda. —Cuidaré de ustedes como a nadie he protegido... Lo prometo—y con ello sello su promesa besando nuestras frentes.

No importaba mi pasado, nada de ello, ahora esto era mi presente e iba a luchar por mantenerlo así. Ellos eran mi presente. Está era mi nueva felicidad y por nada del mundo permitiría que esto terminará. Está era mi nueva vida y ya lo demás no importaba.





♣♣♣
Hola hola.
Preparense para el drama.

—All the fucking love♠

CIEN: SIN TI [SEGUNDA TEMPORADA DE CIEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora